San Mamés a 396 kilómetros de Bilbao
Como meme irrealizable que nunca quiso ser, pero que debería serlo sin ningún género de dudas, damos paso en esta sección de teknoPLOF! a uno de los vídeos que más nos han gustado por aquí en los últimos decenios. Es un simpático corto documental ficticio, de poco menos de tres minutos, creado por la marca de cerveza San Miguel, patrocinador oficial del equipo de fútbol Athletic Club de Bilbao, en honor al club y a cuenta de la final de la Copa del Rey que el equipo jugará contra el FC Barcelona este próximo viernes, 25 de mayo.
Los tópicos y los lugares comunes afloran durante todo el visionado, cuando tres hinchas bilbaínos recogen agua de la mismísima Ría de Bilbao para regar el campo Vicente Calderón de Madrid, donde se producirá el encuentro. Muy a la bilbaína, el agua convierte el terreno de juego en el propio San Mamés, la catedral del fútbol, el estadio del Athletic.
Así son los de Bilbao. ¡Ahí va la hostia!
San Mamés a 396 kilómetros de Bilbao
El tema «The life I lead», de ‘Mary Poppins’, en ocho idiomas diferentes

Mr. Banks
Es el caso que nos ocupa. Qué mejor ejemplo para utilizar aquí y ahora que un trocito de una de mis películas preferidas de todos los tiempos, una de las grandes entre las grandes: ‘Mary Poppins‘. El tema musical que me picó la curiosidad conocer en diversos idiomas fue «The life I lead», probablemente mi favorito de toda la peli. Admito que estuve tentado en cambiar de opción en favor del archiconocido ‘Supercalifragilísticoexpialidoso‘ para escribir esta entrada, por ser el más famoso y reconocido por el público en general (y por las distintas formas de escritura en cada idioma), pero opté por mantener la primera selección por cuestión de preferencia personal.
«The life I lead» es una cancioncilla de poco más de un minuto que el señor Banks canta al llegar a casa tras un largo día de trabajo en el banco. Mientras lo entona, su mujer le intenta decir que los niños se han escapado al parque y todavía no han vuelto, pero él parece no enterarse de nada y seguir encajonado en su papel de soberano de su hogar.
Lo curioso y sorprendente de este tema, es que, en sólo un mísero minuto, refleja a las mil maravillas la sociedad británica de principios del siglo XX. Machismo, cortesía excesiva, ritualidad, pompa y puntualidad maniática son las claves para entender como era un hombre inglés de su casa en la sociedad media-alta de 1910.
Prepárense; pasen y vean porque vamos a contemplar el vídeo de Mr. Banks en nada menos que ocho idiomas distintos, a saber: el original en inglés, español de España, español latino, francés, italiano, alemán, holandés y ruso. ¡Toma ya! Ocho doblajes, adelanto ya que de muy buena calidad todos, como ocho perlas auditivas.
Comencemos por el original británico. Evidentemente, esta versión es la mejor de todas, sin duda alguna. El vídeo está además subtitulado en inglés, por lo que se entiende perfectamente.
Siento una repentina y profunda satisfacción,
tanto como un rey cabalgando en su noble corcel.
Cuanto regreso de la lucha diaria al hogar con mi esposa,
qué agradable es la vida que llevo.Dirijo mi hogar con precisión, a tiempo,
a las 6:01 entro por mi puerta.
Mis zapatillas, jerez y pipa son exactamente a las 6:02.
Sistemática es la vida que llevo.Es magnífico ser un inglés en 1910,
el Rey Eduardo en el trono,
es la edad de los hombres.
Soy el señor de mi castillo,
el soberano, el señor feudal.
Trato a mis súbditos, sirvientes, niños, esposa
con mano firme pero suave.
Nobleza obliga.Son las 6:03 y los herederos a mi dominio
están limpios y bañados y adecuadamente alimentados.
Y por lo tanto les daré unas palmaditas en la cabeza
y les mandaré a la cama.
Ah, señorial es la vida que llevo.
Cómo decía, el típico englishman de principios del XX que se ve a sí mismo como el señor feudal de su castillo. Extremadamente escrupuloso con el horario, mantiene unos férreos comportamientos medidos al minuto. Además, mete en el mismo saco a sirvientes, sometidos, hijos y mujer. Trato firme pero cortés, nobleza obliga.
Ahora vamos a comenzar viendo los doblajes por el original en castellano, o español de España.
En los doblajes españoles se pone énfasis en varios matices, por ejemplo, las voces de los protagonistas son tremendamente parecidas a los originales, como se puede comprobar en los anteriores vídeos. A la hora de formar las frases en la boca de los actores, se procura que la pronunciación de las palabras se adapte lo más posible a los movimientos de la boca, algo que resulta muy complicado cuando, además, se pretende mantener el significado original de los diálogos. En una canción es todavía más difícil conseguir un buen efecto.
Vemos que se pierden detalles en favor de un doblaje más preciso, por ejemplo, el señor Banks afirma que a las seis en punto entra por la puerta de su casa, cuando en el original inglés se especifica que es a las 6:01. También comenta, en inglés, que a las 6:02 se pone las zapatillas, se sirve su jerez y enciende su pipa; en castellano sólo pudieron meter las zapatillas y el jerez, la pipa quedó desechada.
Sin embargo, lo que llama más poderosamente mi atención es la traducción de la frase «is grand to be an englishman in 1910«. Efectivamente, las fechas en inglés ocupan muy poco espacio conversacional comparándolas con el idioma español («nineteen ten» frente a «mil novecientos diez»). La forma que tuvieron los traductores de generar el doblaje es más que discutible, porque ese «el hombre aquí lo es todo en 910» no sé si se llegó a entender correctamente en la época. Es curioso, porque en otros doblajes veremos que se utilizó el mismo recurso.
Visionaremos a continuación el vídeo del doblaje en español latino. Por cierto, nunca he entendido bien por qué se le llama español latino al español sudamericano. Latinos somos todos los que hablamos lenguas derivadas del latín; supongo que el tema vendrá por aquello de la América latina.
Este doblaje, en algunos momentos, intenta acercarse más al significado de la canción que el doblaje de España. Sin embargo vemos que hay detalles muy similares entre ambos, como el famoso «910» del año. Por cierto, en esta versión el señor Banks se toma el jeréz a las 6:03, que rima mejor con jerez que el 6:02 de la versión española.
Un punto que me ha sorprendido en la traducción de «noblesse oblige«. Mientras en España se tradujo como «nobleza obliga», en Sudamérica prefirieron decir «noble soy yo». La expresión «nobleza obliga», que proviene del francés, se ha utilizado en España desde que yo tengo uso de razón pero, por lo visto, en otros lugares igual no ha sido de uso tan común. Se utiliza, generalmente, para implicar que con dinero, poder, y prestigio se conllevan responsabilidades de ejemplaridad y servicio; Wikipedia dixit.
Veamos ahora la versión francesa del asunto.
Ahora el doblaje italiano.
El doblaje alemán es tan rudo como el sonido del propio lenguaje.
Los dos últimos idiomas tampoco puedo comentarlos, pero resulta harto curioso oír la canción en holandés y ruso, sobre todo en ruso. Comenzaremos por el holandés.
teknoPLOF! INTO alt-tab #6

teknoPLOF! INTO alt-tab
teknoPLOF! en alt-tab publica su sexta entrada. Una entrada que, antes incluso de escribir estas líneas para anunciar el post de teknoPLOF! allí, ya ha generado una enorme controversia entre los comentaristas.
El escrito versa sobre la expropiación del 51% de YPF, la filial argentina de la petrolera privada Repsol. En concreto, sobre la corriente humorística que se ha levantado en la Red acerca de dicho asunto; o esa era la intención. Evidentemente, al autor (oséase yo) no puede escapar de un tema así sin estampar su opinión y su impronta personal, y eso es lo que quizás no haya gustado tanto a algunos (a otros supongo que sí).
Por supuesto que no era el propósito cargar contra, u ofender a, España y los españoles, Argentina y los argentinos o los gobiernos de ambos lados del Atlántico, sino todo lo contrario. La pretensión es la de denunciar el poder monopolístico del que disfrutan, campando a sus anchas, las empresas petroleras de medio mundo, saqueando recursos naturales locales para su propio beneficio y contribuyendo más bien nada al enriquecimiento de la zona. El hecho de haber escrito la entrada en un blog argentino también tenía su aquel para mí.
Este bloguero no es ni la primera, ni será la última, vez que levanta ampollas y promueve la polémica con sus publicaciones. Y eso me gusta, porque cualquier cuestión es discutible desde el respeto y la educación. Eso sí, aquellos que no entiendan la ironía, la mordacidad, el sarcasmo o la causticidad no son aptos para leer algo como esto. Aviso.
El post, vía alt-tab, aquí: http://alt-tab.com.ar/corriente-humoristica-en-la-red-a-cuenta-de-repsol-el-gobierno-espanol-y-otros-soplagaitas-varios/
Las seis programadoras de ENIAC

Mujeres ENIAC
Nacido entre las bambalinas del laboratorio de investigación balística del Ejército de los Estados Unidos en 1943, ENIAC no se terminó de construir hasta 1946, subvencionado por el gobierno con 500.000 dólares de la época. Fue un ordenador electrónico digital con fines generales a gran escala y, a la sazón, la máquina más grande del mundo, ocupando una superficie de 167 m2 y montando un total de 17.468 tubos de vacío (válvulas electrónicas); pesaba 27 toneladas. Era capaz de realizar la friolera de 5.000 sumas y 300 multiplicaciones por segundo, pero adolecía de un pequeño problema, y es que la vida media de cada tubo de vacío era de unas 3.000 horas, por lo que, aproximadamente, cada 10 minutos se estropeaba uno (y había que buscarlo, claro).
Los ingenieros a cargo del proyecto, John Presper Eckert y John William Mauchly, fueron los que se llevaron los laureles, pasando a la historia como los asombrosos creadores de ENIAC. Sin embargo, hubo seis mujeres que fueron las encargadas de programar todo aquel engendro. Seis matemáticas especializadas en programación cuyos nombres fueron silenciados durante décadas al ser consideradas profesionales de segunda por el simple hecho de pertenecer al tan denostado sexo femenino. Eran Betty Snyder Holberton, Jean Jennings Bartik, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum y Frances Bilas Spence.
Estas seis mujeres, que casi nunca aparecen en los libros de historia de la informática, dedicaron cuerpo y alma a la programación de ENIAC, sentando las bases de los modelos de desarrollo de software para el futuro. Ellas fueron, a lo largo de su vida, las creadoras de los primeros conjuntos de rutinas, de las primeras aplicaciones de software y de las primeras clases programáticas, ahí es nada.
El ENIAC se programaba sobre el papel para, posteriormente, aplicar lo diseñado al aparato por medio de interruptores, cables y soldaduras. Llevaba días realizar un cambio, pero era capaz de reproducir complejas secuencias de operaciones, incluyendo, entre otras tecnologías, bucles y subrutinas.

Holberton
Betty Snyder Holberton, nacida en 1917 y fallecida en 2001, comenzó a estudiar Matemáticas en la Universidad de Pensilvania, pero fue desmoralizada un profesor que veía mejor a las mujeres en casa criando niños que en la universidad.
Abandonó la carrera y estudió periodismo. Posteriormente, comenzó a trabajar para ENIAC como programadora.
Cuando finalizó el proyecto, trabajó en el desarrollo de las instrucciones en C-10 para BINAC, que es considerado el prototipo de todos los lenguajes de programación modernos. También participó en el desarrollo de los primeros estándares para los lenguajes COBOL y Fortran.

Bartik
Jean Jennings Bartik, nacida en 1924 y fallecida en 2011, estudió Matemáticas en el Northwest Missouri State Teachers College de Misuri.
Tras trabajar en ENIAC, continuó su carrera con BINAC y UNIVAC I.
Más tarde trabajó de editora en el campo de los materiales vinculados al desarrollo de alta tecnología de la información.

Antonelli
Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, nacida en 1921 y fallecida en 2006, se graduó con un título en Matemáticas por el Chestnut Hill College para mujeres de Filadelfia.
Fue seleccionada para trabajar como programadora de ENIAC, como sus compañeras, por sus grandes dotes para el cálculo en general y para las ecuaciones diferenciales en particular.
Fue trasladada al Aberdeen Proving Ground Ballistics Research Lab., con ENIAC, cuando la máquina fue mudada hacia allí en 1947, junto con Ruth Lichterman y Fran Bilas.

Meltzer
Marlyn Wescoff Meltzer, nacida en 1923 y fallecida en 2002, se graduó en la Temple University de Filadelfia. Fue contratada por el Moore School of Engineering para trabajar en cálculos meteorológicos, principalmente porque ya sabía operar máquinas de calcular.
Pocos años después se sumó al equipo de cálculo de trayectorias balísticas y, algo después, al equipo original de programadoras en ENIAC.
Más tarde renunciaría a toda su trayectoria para contraer matrimonio.

Teitelbaum
Ruth Lichterman Teitelbaum, nacida en 1924 y fallecida en 1986, se graduó en Matemáticas en el Hunter College de Nueva York.
Seleccionada para el proyecto de trayectorias balísticas del Moore School of Engineering, posteriormente pasó al grupo de programación de ENIAC.

Spence
Frances Bilas Spence, nacida en 1922 y todavía vivita y coleando a sus noventa años, se graduó en Matemáticas con orientación a Física en el Chestnut Hill College de Pensilvania.
Comenzó también en el cálculo de trayectorias balísticas y terminó por unirse al grupo de las seis de ENIAC. Poco después de la presentación de la máquina, Frances se casó con un ingeniero electrónico de la Armada.
No mucho después, renunció a su puesto para dedicarse a formar una familia.
De todas ellas, Betty Snyder Holberton se convirtió, en 1997, en la única de las seis programadoras originales de ENIAC en obtener el Premio Ada Lovelace, uno de los más altos honores concedidos en el campo de la programación. En ese mismo año, junto con sus cinco compañeras, ingresó en Women in Technology International Hall of Fame; un reconocimiento tardío pero merecido.

Todas ya creciditas y reconocidas
Hubo un tiempo en el que se decía que las mujeres que aparecían en las fotografías antiguas de ENIAC eran modelos, lo que los americanos llamaban refrigerator ladies, o las típicas mujeres que salían en las fotos acariciando refrigeradores y neveras a modo de reclamo publicitario. Pues nada de eso, señores míos, aquellas seis féminas fueron las que sentaron las bases de la programación informática moderna. ¿Por qué, si no, la programación actual es tan estructurada y metódica? Efectivamente, porque la inventaron las mujeres.
En el siguiente vídeo, y con ello finalizo, se las puede ver operando la máquina en aquella época. Como alguna de ellas ha asegurado en más de una ocasión, no tenían manuales de programación, porque aquello era algo totalmente nuevo, y se guiaban por los esquemas de cableado de los ingenieros para programar ENIAC. ¡Asombroso!
Alice y Bob, una pareja tecnológicamente segura

Alice y Bob
Alice y Bob no son personas físicas reales sino personajes ficticios inventados para ser usados en las explicaciones criptográficas. Sus creadores (los mismos que asacaron RSA) los utilizaron por primera vez en el seminario que dio a conocer su algoritmo y, desde entonces, todos los profesionales relacionados con la materia hacen uso de sus nombres para explicar conceptos.
El tema es bien sencillo: los nombres se usan por convenio para evitar sentencias del tipo «la persona A quiere enviar un mensaje cifrado a la persona B». Los padres de Alice y Bob se dieron cuenta de que en una larga exposición donde personas A y personas B envían y reciben mensajes, los asistentes terminan por perderse con tanta letra para aquí y para allá. No hablemos entonces si en el discurso se introducen nuevos elementos C, D, E y etcétera. El lío es monumental.
Sin embargo, está demostrado que utilizando Alice (A) y Bob (B), el público enseguida relaciona en sus cerebros dichos nombres con caras de personas (mujer y hombre), haciendo más sencilla y comprensiva la disertación. Es algo así como procurar enseñar a un niño a sumar con canicas o cochecitos de juguete en lugar de utilizar números, un concepto asaz abstracto para sus recién estrenadas neuronas.
Alice y Bob son tan famosos y reconocidos en el mundo de la seguridad informática que el propio profesor Andrew S. Tanenbaum (una eminencia en estos campos), en su libro ‘Redes de computadoras‘, cuenta que si escribes algo sobre criptografía y utilizas otros nombres, es bastante probable que nadie se tome en serio lo que dices.
Existen multitud de nombres de actores secundarios que han ido surgiendo al calor de Alice y Bob. Y es que, en ocasiones, es necesario recurrir a un mayor número de agentes implicados en las comunicaciones. Así pues, podemos destacar a Carol (o Charlie) como tercer participante principal (la persona C), a Dave (persona D) como cuarto participante, a Craig como el password cracker o a Eve como eavesdropper (la atacante en modo escucha).
Esta pareja es tan cercana a los entendidos en criptografía que, incluso, han aparecido numerosos chistes acerca de ellos. Un buen ejemplo es el que sigue:
¿Cuál es el colmo de un criptógrafo? Que su mujer se llame Alice, que ella tenga un amante que se llame Bob y que el hombre no entienda nada de lo que se cuentan en sus cartas.
También otros más elaborados y que no hay Dios que los entienda porque, además de estar en inglés, hay que ser un friqui de la criptografía para saber dónde está la puñetera gracia.
Alice y Bob representan una pareja inseparable, con una comunicación muy fluida y segura a prueba de extraños y terceras personas. Los amantes más tecnológicos que hayamos conocido nunca. Una historia de amor indescifrable.
Por cierto, este hecho de inventar personas y personajes no es privativo de la informática. En el mundo de la radio tienen a Dave y Sue, en el teatro americano a George Spelvin y en la Armada Británica a Tommy Atkins, entre otros.