La polémica de Jade Raymond

Jade Raymond
La joven se formó en la universidad Marianopolis de Montreal para, posteriormente, graduarse en la Universidad McGill con una licenciatura en Ciencias Informáticas. Cuando era adolescente pasó un verano entero jugando diez horas diarias al ‘EverQuest‘ y al ‘Tekken 3‘ y, tras aquel ocupado estío, decidió que no quería volver a jugar más, que lo que deseaba con pasión era fabricar ese tipo de entretenimiento. Esto marcó sus futuros estudios tecnológicos.
Cuanto trabajó para Sony se especializó en partidas de juegos online, por lo que al comenzar a trabajar en EA se encargó de producir uno de los juegos en línea más populares de la empresa: ‘Los Sims Online‘. Ella fue directamente responsable de todo el diseño y la implementación de características de juego en línea.
En su etapa en Ubisoft ha sido productora ejecutiva de la afamada saga ‘Assassin’s Creed‘. Se encarga de supervisar el desarrollo del juego en cuanto al desarrollo técnico y creativo del mismo, así como del mantenimiento de calendarios y presupuestos. Asimismo, actúa como enlace entre el personal de desarrollo y el editor, o el personal ejecutivo, para asegurar que el juego sea entregado en el tiempo estipulado.
Esta chica es una joya, pues también tiene una licenciatura en Bellas Artes y forma parte de la junta de administración en Quebec de LOVE, una organización sin fines lucrativos dedicada a reducir la violencia juvenil en Canadá.
Y como nadie es perfecto, de ella tampoco se podría pasar por alto un pequeño problemilla que tiene: es demasiado guapa y atractiva. ¿Y esto es un problema?, os preguntaréis. Pues aunque no debería serlo, para Jade sí lo fue.
Durante la promoción de la primera parte de ‘Assassin’s Creed’, en 2007, gran parte de los profesionales del sector acusaron a la señorita Raymond de estar acaparando la atención más ella que el propio videojuego. Desde las trincheras se instó a Ubisoft a que dejara de utilizar la belleza y el atractivo físico de la mujer como un reclamo de marketing para ganarse a la prensa especializada.

Jade Raymond en la presentación de 'Assassin's Creed' en el E3 de 2007
El machista mundo de la industria de los videojuegos provocó una reacción en cadena a la que se sumaron muchos sitios web del entorno, como el blog Kotaku, que aseguraba que «Jade es atractiva para la prensa de videojuegos; por supuesto que vas a escribir sobre ella. Y una vez de que lo hagas, sucede que Ubisoft va a impulsar más su imagen, porque se dan cuenta de que tiene muy buena cobertura mediática«.
Habría sido francamente feo que Ubisoft Toronto hubiera utilizado a Jade Raymond como reclamo erótico de mercadotecnia, pero todavía habría sido mucho peor si eso no hubiese ocurrido nunca y el resto del mundo lo hubiera visto así. La testosterona de macho dominante aflora tanto por un lado como por el otro.
La historia se agravó posteriormente hasta límites desagradables, cuando la web Something Awful publicó un cómic pornográfico en el que se veía a Jade Raymond hacer felaciones a tres jóvenes gamer a cambio de que le compraran el videojuego ‘Assassin’s Creed’. Ubisoft demandó a Richard «Lowtax» Kyanka, creador de la web donde apareció el cómic porque, según la empresa, infringía la propiedad intelectual y el copyright de la marca ‘Assassin’s Creed’, así como los derechos privados de Jade Raymond. Se comentó literalmente que era «un cómic vil y descarado, que ha causado un daño inconmensurable a la Sra. Raymond y a la reputación de su carrera, constituyendo una grave infracción de sus derechos personales y de su privacidad».
Desde aquel suceso, el cómic fue reiteradamente retirado de las diversas páginas web donde era colgado. Es por ello que no seré yo quien lo reproduzca aquí y ahora. (Pero, hombre, un enlace de otra página que sí se ha jugado el tipo siempre puedo colocar, ¿no?).
Jade Raymond debió de terminar bastante tocada con aquel asunto y, desde entonces, se deja ver muy poco, cuando siempre había participado en congresos, presentaciones y actos del sector de los juegos de vídeo. Aún así le siguieron lloviendo rumores, como aquel que apareció en los foros de GameTrailers.com que aseguraba que la muchacha se desnudaría para la publicación Maxim en el número de diciembre de 2007, bajo el titular «Chicas de videojuegos». La propia Jade no tardó en desmentir tal bulo, argumentando que jamás haría algo así y que le ofende que la gente piense que fuera capaz de hacerlo.
Qué triste tener que hablar de este tipo de temas acaecidos en pleno siglo XXI. Si Jade Raymond hubiera sido un cardo borriquero, más fea que un callo malayo, ¿habría sucedido lo mismo? ¿Habrían acusado a Ubisoft Toronto de promocionar el juego de manera obscena? Aunque queda una última pregunta más dura, si cabe: ¿habría Ubisoft Toronto permitido dar la cara a su productora?
Sea como fuere, y tuviere la culpa quien la tuviere, tanto por parte de unos como de otros deberían haber considerado las declaraciones y las actuaciones antes un poquito. Mientras el culto al cuerpo (femenino o masculino) sea más importante que el culto a la persona se seguirán dando situaciones como esta. Somos animales y como animales nos comportamos.
El bundle de los cojones

Un bundle de esos
Yo que soy muy mío, cuando no entiendo algo, suelo dejar que parloteen durante algunos minutos más, a ver si siguiendo el hilo de su soliloquio consigo adivinar de qué coño me están hablando. Y es que en el mundo de la informática va todo tan deprisa, que muchas veces aparecen artilugios o conceptos que la primera vez que los oyes te tiras de los pelos hasta que consigues adivinar qué pueden ser. Posteriormente se hacen como de tu familia y se quedan grabados a sangre y fuego en tu memoria.
El caso es que en esta ocasión no me pude contener y no tuve más salida que frenarla en seco, porque el bundle de las pelotas me sonaba tan cercano y a la vez tan distante que mi cerebro, a golpe de provocar repeticiones de la chiquilla, intentaba inferir su significado.
Por fin, y cuando le pregunté qué carajos era un bundle, la chica esbozó una sonrisa burlona que a través del teléfono no pude ver, pero que intuí perfectamente. Un bundle, caballero es un pack. Es que en mi empresa están un poco americanizados, sabe.
Tócate los cojones, resulta que el bundle del demonio no era ningún nuevo método de almacenamiento masivo ni ningún sistema interactivo de réplica de contenidos, sino un pack, un triste y simplón pack (en este caso de una impresora de tiques y un lector de código de barras). Vamos, que lo que hace años era un kit y luego pasó a ser un pack, ahora se llama bundle.
Nunca termino de entender completamente ese complejo que tenemos en España (y supongo que en otros países también) que hace que despreciemos de una manera vil nuestra lengua y sus vocablos en favor de anglicismos estúpidos y rimbombantes (que muchas veces terminan por ser aceptados por la RAE). Pero claro, es que ofrecerme un conjunto o un grupo de artículos en oferta no es cool ni fashion. Es mejor vender un puto bundle que suena a yankee doodle que te cagas y me va a entrar por los oídos como alta tecnología americana.
Somos lo más de lo más en cuestión de modernidad llamando pines a las insignias, cómics a los tebeos y tuppers a las fiambreras de plástico. Las cosas en inglés suenan mucho mejor, dónde va a parar.
Los calzoncillos se han convertido en slips, los aparcamientos en parkings y los representantes en mánager. No nos ofrecen un aperitivo, sino un cóctel; ya no vemos ningún tipo de programa televisivo, vemos magacines, reality shows y spots; y si comemos bacón creemos que nos engorda menos que la panceta ahumada. Aunque ya da igual engordar, en cualquier gym podemos encontrar clases de aeróbic, fitness, step y spinning. Por cierto, esto último es pedalear al ritmo de la música en una bicicleta estática de toda la vida. ¿Se imaginan un gimnasio que oferte «bicicleta estática a ritmo de música»? No va ni Dios. Pero si colocan un rótulo que diga spinning o indoor cycling, aquello se llena hasta la bandera. Qué paletos somos.
Pues yo lo siento mucho, pero mientras pueda utilizar las palabras de nuestro rico idioma (más rico y complejo que el inglés, que es una de las lenguas más fáciles y simples del mundo) lo seguiré haciendo. Y digo mientras pueda porque esta invasión es imparable y nos lleva a todos por delante como una riada. Desde luego que no hablaré de disco digital óptico si puedo decir deuvedé, pero un conjunto es un conjunto. Y se mete usted su bundle por donde le quepa, señorita. Do you know?
Un visionario llamado Tim O’Reilly

Tim O'Reilly
El interés por las nuevas tecnologías surgió de su amistad con un programador que necesitó de sus cualidades para escribir un manual de informática. Tim O’Reilly no sabía nada de ordenadores, así que entre ambos comenzaron a colaborar, formando la empresa O’Reilly & Associates. Durante cinco años se dedicaron a escribir libros informáticos a medida para empresas, pero al final, y a causa de un contrato anulado, el modelo de negocio fracasó y la sociedad se diluyó.
O’Reilly, henchido ya por el mundo de la computación y de la tecnología, decidió fundar una nueva editorial, O’Reilly Media. Hoy día, esta empresa es la más importante generadora de contenidos informáticos del mundo, distribuyendo millones de ejemplares de manuales de la más alta calidad técnica.
Tim cuenta que tuvieron al principio un par de errores que luego les beneficiarían: el precio y los descuentos a librerías. Una librería les ofreció comercializar sus libros si les hacían un 55% de descuento (el promedio para relatos de ficción, cuando lo normal para los libros técnicos que ellos vendían era el 32%), y aceptaron porque no sabían que había mejores tratos. El resultado fue que comenzaron a comercializar sus libros en mayores cantidades y superaron ampliamente a sus competidores por los precios accesibles y la elevada calidad.

Dos libros de la editorial O'Reilly Media
O’Reilly editó el primer libro popular sobre Internet (‘The Whole Internet User’s Guide & Catalog‘, en 1992); fue el creador del primer portal comercial de Internet en 1993 (Internet Global Network Navigator, hoy AOL.com); y fue, también, colaborador a la hora de acuñar el término «software libre«, en 1998. Pero si por algo se le conoce mundialmente es por ser el inventor del concepto «Web 2.0«.
El término surgió en el año 2004, cuando realizó una conferencia a la cual decidió llamar ‘Conferencia Web 2.0’. Su significado designa la evolución actual de Internet hacia mayores grados de interactividad, con un funcionamiento cada vez más sencillo e intuitivo y con la web como elemento central. Contempla la base de Internet como un cúmulo de aportaciones de los usuarios, donde hay que aprovechar la inteligencia colectiva y el trabajo en común.
La comunicación ya no es unidireccional, de los medios al ciudadano, sino que posee multitud de direcciones entre medios y ciudadanos. Los lectores colaboran mediante comentarios y aportaciones multimedia e, incluso, se convierten en comunicadores elaborando bitácoras, foros, etcétera. La Web 2.0 es la web participativa.
Como él mismo ha apuntado en alguna ocasión, el problema más importante de la tecnología es que conlleva nuevos riesgos y nuevos beneficios, así que en la era de la Web 2.0 hay que buscar un equilibrio entre, por un lado, este beneficio de la inteligencia colectiva y, por otro lado, el riesgo de revelar nuestros datos personales en, por ejemplo, redes sociales. Pero la gente está dispuesta a buscar este equilibrio.
La editorial de este gurú de la Red, O’Reilly Media, ha adoptado la licencia Creative Commons Founder’s Copyright, que limita la duración de los derechos de autor a un máximo de 28 años. Según O’Reilly, la ampliación de la duración de los derechos de autor va en contra de la idea original de los propios derechos de autor (que era garantizar un tiempo determinado de usufructo), pero evidentemente hay personas que tienen otros intereses en este tema.
A Tim no le gusta que le traten de visionario o gurú, aunque así nos lo parezca a todos. Ha comentado, por ejemplo, que herramientas de software social, como Facebook, se le escaparon a su «radar» en los comienzos, y no consiguió adivinar lo populares que iban a llegar a ser. La clave es conocer y escuchar a gente inteligente.
Este hombre cree que los libros en papel van a durar muchos años, aunque un buen lector de e-book puede hacerles mucho daño. Los manuales de informática se enfrentan a un gran reto en la Red, ya que actualmente es más fácil usar Google, pero él asegura que los libros de texto pueden enseñar mejor que un recurso en línea, o al menos hasta hoy así ha sido demostrado.
Como firme defensor de la libertad de Internet y de la neutralidad en la Red, opina que los bancos y cajas de ahorros tienen muchos más datos personales y más sensibles de los usuarios que el propio Google y, además, trafican y comercian mucho más con ellos. Por eso es injusto atacar siempre a Internet como el centro de todos los problemas de seguridad.
Afirma, también, que la era de la Web 2.0 ha terminado con el software empaquetado que se actualiza cada cuatro o cinco años. Las aplicaciones web se pueden actualizar varias veces al día rápidamente y de manera transparente al usuario. Es por eso que, según O’Reilly, Microsoft está teniendo tantos problemas para adaptarse a la Web 2.0.
Relata la historia de un desarrollador que él conoce que trabajo en Microsoft y posteriormente en Google. Esta persona le contaba lo maravilloso que es trabajar en un sitio en el que puedes publicar tu trabajo el mismo día que lo terminas, sin necesidad de tener que esperar meses o años hasta que salga un paquete de actualizaciones o una versión nueva del producto. Google puede cambiar su interfaz de usuario en segundos; Microsoft tardó cuatro años en migrar de Office 2003 a Office 2007. Las reglas del juego han cambiado.
En cuanto a lo que se refiere al futuro de la WWW, Tim O’Reilly cree que hay diferentes tendencias que acelerarán y continuarán impulsando lo que vemos en la web. En un lugar destacado está la plataforma móvil de teléfonos celulares inteligentes, de la que hoy en día sólo vemos la punta del iceberg. Su teoría explica que cada terminal es, en cierto modo, como un sensor, y datos como la situación o localización son registrados automáticamente por el teléfono. Estos sensores cada vez serán más importantes en las aplicaciones web del futuro.
O’Reilly forma parte del consejo directivo de CollabNet, y estuvo en el consejo de Macromedia hasta su fusión en 2005 con Adobe Systems. En marzo de 2007 se unió al consejo de directores de MySQL AB. Es sin lugar a dudas el mejor ideólogo de la Red y, cuando habla, los cimientos de Internet se mueven para ajustarse a su doctrina. Un gran hombre hecho a sí mismo.
No vuelvo a comprar un disco original en mi vida

Teddy Bautista
Resulta que el bueno de Teddy concede una entrevista que aparece publicada en Heraldo.es, en el marco de un acto organizado por los Ejecutivos y Directivos de Aragón. Y comenta, entre otras perlas, que «si se exime a las empresas del canon, los particulares pagarán más» (sic). Y a mí se me revuelven las entrañas cuando oigo cosas como esta.
El canon remuneratorio y el concepto de copia privada fueron introducidos en España hace décadas (a finales de los ochenta), cuando la industria observó que la copia de casetes musicales (mediante los famosos aparatos de doble pletina) era algo de todo punto imparable. En lugar de luchar contra aquella primigenia piratería a golpe de sentencia judicial, llegaron a un acuerdo para recaudar lo que decían perder en concepto de ventas musicales, aplicando una suerte de impuesto añadido al precio final de las cintas vírgenes de casete. Pero esto lo cuenta mejor David Bravo que yo.
Con el paso de los años, y tras la aparición de Internet, la SGAE se ha ido creciendo y ha conseguido que el famoso canon se aplique, ya no sólo a los medios digitales en los que se pueda grabar y reproducir ilegalmente una obra original, sino a elementos tan absurdos como una impresora, un teléfono móvil, un escáner o una memoria USB. Argumentan motivos tan inverosímiles como que con un móvil (que disponga de funciones de MP3) se puede reproducir música ilegal, y también dicen que con un escáner casero se puede duplicar un libro al completo (¡pues vaya trabajito!).
Y yo digo: ¿de los cedés y deuvedés que utilice para mis archivos personales, quién me devuelve el canon? Pagamos obras intelectuales y artísticas cientos de veces sin haberlas adquirido. En este país se compran miles de soportes digitales, de teléfonos celulares, de impresoras, de fotocopiadoras, y demás aparatos que se emplean exclusivamente de manera individual y propia. ¿Por qué hemos de pagar por ello un impuesto revolucionario que dispone una empresa privada con la connivencia, el beneplácito y la complacencia del Gobierno de España y de la Ministra de Cultura? Para que, encima, nos amenacen con el aumento del gravamen porque les ha picado la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Lo siento, pero yo me niego.
¿Y cómo luchar contra esta injusta postura? Evidentemente, el rechazo al pago no es una buena vía; cuando se compra algo hay que abonarlo religiosamente, y el vendedor no tiene culpa del incremento de los apandadores. Mi apuesta va mucho más allá. Consiste en, simplemente, no volver a pagar por nada, absolutamente nada, en la vida. Ni un disco de música, ni una película, ni una serie de televisión, ni un documental, ni un videojuego, ni un libro, ni nada que se pueda descargar de Internet.
Teóricamente el canon suple estos actos de piratería (ya que no hay ánimo de lucro ni perjuicio de terceros en ellos), y con lo que pago y he pagado por artículos que nunca he dedicado a los supuestos que ellos apuntan, desde luego he sufragado con creces todo lo que me baje o me pueda bajar en el futuro. ¡A robar a un camino, señor Bautista!
Algoritmos de redondeo

Redondeando ando
Redondear un valor significa reducir su precisión, ajustar a determinado número de decimales una serie de guarismos, perdiendo exactitud en el resultado final. Generalmente, esa precisión menguada no es significativa o la consideramos despreciable, y es que no podemos pretender que nuestros limitados cerebros humanos trabajen con infinitos decimales de concreción.
Un ejemplo muy sencillo podría ser, como comentábamos al principio, el efecto de redondear una cantidad que es media aritmética del precio en euros de varios artículos a la venta. Aunque los precios sólo cuenten con dos decimales (precisión de céntimo), es más que probable que su media dé como resultado un valor de muchos más decimales (o infinitos decimales, incluso). Un resultado de 5,18686 € no es manejable para nosotros, por lo que optamos por redondearlo a 5,19 € (ya que el tercer decimal es mayor que cinco). El valor es menos preciso, por lo que no es válido realmente, pero lo adoptamos como tal.
Pero este no es el único método de redondeo que existe, hay muchos más. Según el caso, debemos considerar utilizar un algoritmo que minimice los efectos de la pérdida de precisión, especialmente en el caso de múltiples iteraciones de procesamiento. Esto es, los errores aumentan significativamente con el tiempo debido a la realización de operaciones de redondeo sobre datos previamente ya redondeados.
NOTA: Se utiliza el punto (.
) como separador decimal en todos los ejemplos, cosa que no me hace ninguna gracia, pero es más legible para ti.
Truncamiento
Es el redondeo menos preciso. Consiste en truncar o cercenar el valor eliminando por completo la parte decimal, quedándonos exclusivamente con la parte entera. Así pues, 3.15
daría como resultado 3
, y 3.87
daría como resultado también 3
. Es el procedimiento que utiliza la función Fix
de Visual Basic o el método Math.Truncate
de los lenguajes de programación del entorno .NET Framework.
Es un ejemplo de redondeo simétrico, porque afecta al valor absoluto de números positivos y negativos de la misma manera. Así, el truncamiento de -3.87
es -3
.
Redondeo al más cercano
Es el algoritmo más intuitivo y el que más utilizamos en la vida real. En este caso valores como 3.1
, 3.3
ó 3.4
se redondean a la baja a 3
, mientras que valores tales como 3.6
, 3.8
ó 3.9
se redondean al alza a 4
. El problema está en qué hacer con valores del tipo 3.5
. De hecho, este redondeo al más cercano puede considerarse como un superconjunto de dos opciones complementarias denominadas redondeo hacia arriba y redondeo hacia abajo, que vemos a continuación.
Redondeo hacia arriba (aritmético)
Conocido también como redondeo aritmético, es un subconjunto del anterior que asociamos al tipo de redondeo que nos enseñaron a utilizar en el colegio. En este caso, un valor de 3.5
se redondea a 4
(hacia arriba). Con este nivel de precisión, y para este ejemplo concreto, podemos considerar que hay 10 valores que comiencen con un 3
en el lugar más significativo (3.0
, 3.1
, 3.2
, 3.3
, 3.4
, 3.5
, 3.6
, 3.7
, 3.8
y 3.9
). Sobre esta base, tiene sentido que cinco de los valores se redondeen a la baja y otros cinco al alza, repartiendo la exactitud equitativamente. De este modo, los cinco valores que van desde 3.0
hasta 3.4
se convierten en 3
, y los restantes cinco valores (de 3.5
a 3.9
) se redondean a 4
.
Este algoritmo puede implementarse con redondeo de forma simétrica (donde -0.5
sería -1
) o de forma asimétrica (donde -0.5
se redondearía a 0
). Y es que algunos matemáticos y desarrolladores de sistemas consideran que redondear «hacia arriba», por ejemplo, -3.5
sería alcanzar un valor de -4
(de forma simétrica a su análogo positivo). Empero, otros ingenieros especialistas dicen considerar «arriba» el infinito positivo, por lo que apuestan por un redondeo de -3.5
a -3
.
Es el caso de la función REDONDEAR
(ROUND
) de la hoja de cálculo Excel, de la función Round
de SQL Server, de la función roundn
de MATLAB (redondeos simétricos los tres) y del método Math.Round
de Java (redondeo asimétrico, en este caso).
Redondeo hacia abajo
Subconjunto también de redondeo al más cercano y contrario al anterior, este algoritmo convertiría un valor de 3.5
en 3
. Así trabajan las funciones de Excel REDONDEAR.MENOS
(ROUNDDOWN
) y MULTIPLO.INFERIOR
(FLOOR
), y también la función Fix
de VBA (Visual Basic para Aplicaciones).
El problema con los negativos es el mismo que el comentado en el punto anterior y se puede solventar de ambas maneras expuestas.
Redondeo de equilibrio (alterno)
Si necesitamos redondear multitud de cantidades que se van acumulando y siempre utilizamos el mismo redondeo en la misma dirección, es posible que, con el tiempo de proceso, esta tendencia nos lleve a errores importantes de cálculo a medida que las operaciones se llevan a cabo.
Una manera de subsanar esto es utilizar un redondeo alternado que proporcione equilibrio al conjunto, redondeando a veces hacia arriba y otras veces hacia abajo. Así pues, si en una operación hemos transformado 3.5
en un valor de 4
, en la siguiente que aparezca 4.5
, por ejemplo, redondearemos a la baja a 4
, ajustando de esta forma los posibles errores.
Pocos productos implementan este tipo de redondeo y, por norma general, hay que programarlo a mano.
Redondeo del banquero
El redondeo del banquero, o redondeo bancario, se llama así porque es el utilizado preferentemente en el mundo de las finanzas. Y sí, estás pensando bien, sólo les beneficia a ellos.
Es una variante del redondeo de equilibrio y propone, por convenio, ajustar siempre los valores medios (x.5
) al número par más cercano. De este modo, 1.5
y 2.5
serán siempre 2
, y 3.5
y 4.5
serán ambos redondeados a 4
. Por supuesto que estos son valores de ejemplo, en el mundo real hablamos de hacer los redondeos a dos decimales.
Bancos y cajas de ahorro ingresan más de 270 millones de euros anuales a causa de este redondeo. Las matemáticas al servicio del poder económico.
Funciones de Visual Basic y VBA como CInt
, CLng
o Round
hacen uso del redondeo bancario para hacer sus cálculos.
Redondeo aleatorio
Incluso el redondeo bancario puede generar desviaciones de cálculo cuando la cuantía de operaciones es muy elevada. Para evitar eso se recurre al redondeo aleatorio, otra variante del redondeo de equilibrio que asigna la dirección de redondeo (al alza o a la baja) de una manera completamente aleatoria.
Tampoco se implementa de forma nativa por casi ningún lenguaje de programación o aplicación matemática.
Redondeo impar
Este algoritmo redondea un número hasta el entero impar más próximo. Así, 3.5
será redondeado a 3
y 4.5
lo será a 5
. Para los números negativos funciona de igual manera.
Es un método que se utiliza escasamente porque es incapaz de redondear a cero (0
), atributo imprescindible para los algoritmos de redondeo. Lo emplea la función REDONDEA.IMPAR
(ODD
) de Excel.
Redondeos para todos los gustos y manías. En función de la aplicación que estemos desarrollando será necesario manejar un tipo de algoritmo u otro. Evidentemente, no es lo mismo un desarrollo simple de facturación o TPV, donde el más sencillo de los redondeos puede servirnos, que uno de financias o, si me apuras, de CAD, en donde la máxima precisión se antoja imprescindible. El programador habrá de decidir, en cualquier caso, qué algoritmo de redondeo utilizar para conseguir sus objetivos.