El corto animado de DC que celebra los 80 años de Superman

Para celebrar el octogésimo aniversario de Superman, el superhéroe por antonomasia, DC Comics ha creado este impresionante corto animado que retrata la vida del Hombre de Acero a través de los años, desde su primera aparición en la portada del número 1 de Action Comics, en junio de 1938, hasta el último largometraje interpretado por Henry Cavill. Y todo ello, en sólo dos minutos.

Así era un hydraulis, el órgano hidraúlico del siglo III a. C.

Hydraulis

Hydraulis

Si pudiéramos viajar mentalmente a la antigua Grecia, tres siglos antes de nuestra era, podríamos observar artilugios de una ingeniería primigenia tal que pondría en aprietos a más de un licenciado contemporáneo. De aquella época se han descubierto documentos de obras tecnológicas perdidas que, posteriormente, han tenido que ser inventadas de nuevo, pues en algún momento se perdió ese hilo entre el pasado y presente. Es el caso del hydraulis, un instrumento musical que se sirve del agua y del aire para emitir sonidos.

Hydraulis —de hydor (agua) y aulós (flauta)— fue un órgano de tubos concebido por Ctesibio, un inventor y matemático original de Alejandría, que ideó diversos aparatos que utilizaban el agua y el aire para funcionar. Las características de este órgano se tuvieron que inferir de mosaicos, frescos y referencias literarias hasta que, en 1931, se descubrieron los restos de un antiguo hydraulis en Hungría. Haciendo uso de este hallazgo, se logró reconstruir una réplica que hoy está localizada en el Museo Aquincum de Budapest.

Hydraulis

Hydraulis

Este órgano constaba de una base octogonal sobre la que había una cisterna metálica que contenía dos émbolos cilíndricos a ambos lados. Sobre la cisterna había una caja rectangular encima de la que estaban colocados los tubos (unos ocho) que emitían los sonidos. El músico se sentaba ante una especie de teclado que surgía de la cámara eólica que poseía el instrumento.

Normalmente, el agua se suministraba desde una cierta altura sobre el instrumento a través de una tubería. El aire se introducía mediante la propia corriente de agua, por aspiración (sirviéndose del efecto Bernoulli), en la tubería principal desde un tubo secundario lateral que sostenía su parte superior sobre la fuente de agua. Tanto el agua como el aire llegaban juntos a la cámara aeolis (cámara de viento). En ese momento, agua y aire se separaban, y el aire comprimido se conducía hasta una caja de viento en la parte superior de la cámara de aire para que soplara los tubos del órgano. Dos placas antisalpicaduras, o especie de diafragmas perforados, evitaban que el agua fuera rociada entre en las tuberías del instrumento.

Hydraulis

Hydraulis

El agua, después de haber sido separada del aire, abandonaba la cámara aeolis a la misma velocidad con la que había entrado. A continuación, impulsaba una rueda de agua que, a su vez movía el cilindro musical. El flujo de agua debía de ser constante, por lo que muchos instrumentos de este tipo tenían dispositivos simples de regulación de la presión.

Hydraulis se utilizaba para diversos fines, así pues se tiene constancia de ellos en los teatros, imitando cantos de pájaro, pero también en los templos. Un ejemplo de ello es que, con un hydraulis egipcio, se conseguía el sonido que emitían las estatuas de Memnón en Tebas.

Ctesibio fue, probablemente, uno de los principales e importantes integrantes del Museo de Alejandría en la época de Ptolomeo I Sóter y de su sucesor Ptolomeo II Filadelfo. Se sabe muy poco acerca de su vida y obra, pero artefactos como éste nos hacen pensar que los genios de aquella época disponían de una tecnología a su alcance que era muy superior a lo que se imaginaba.

‘Hollywood Monsters’, la aventura gráfica que apuntaló a Pendulo Studios

'Hollywood Monsters'

‘Hollywood Monsters’

Pendulo Studios —así, sin tilde— se fundó en el año 1994 con el objetivo de sacar al mercado aventuras gráficas de calidad con sello español. Su videojuego de presentación no pudo caer más de pie, aquella excelente ópera prima del estudio madrileño que se dio en llamar ‘Igor: Objetivo Uikokahonia‘, la primera aventura gráfica íntegramente desarrollada en España y que fue un éxito de ventas, tanto en territorio nacional como fuera de nuestras fronteras.

Superados los nervios del principiante, tres años después (1997), Pendulo Studios alumbra ‘Hollywood Monsters‘, una aventura gráfica de corte point and click, editada por Dinamic Multimedia en formato cederrón, y que pretendía llevarnos a resolver un misterio entre monstruos hollywoodenses haciendo uso de nuestro ingenio, nuestra intuición y los reflejos necesarios para seguir vivo. El título fue un bombazo en cuanto a repercusión mediática y ventas.

Eran los tiempos en los que las aventuras clásicas a nivel mundial comenzaban su declive. Los últimos grandes títulos de LucasArts o de Sierra ya habían sido publicados algunos años antes o se publicaban en aquel momento, y el género sufría de un desgaste inaudito provocado por la popularización de los juegos de acción en las consolas de la quinta y de la sexta generación.

'Hollywood Monsters'

‘Hollywood Monsters’

Sin embargo, ‘Hollywood Monsters’ tenía todos los ingredientes para aupar el género debido a su estructura clásica, sus gráficos al estilo cartoon, su música machacona, sus diálogos hilarantemente absurdos y sus complejos y descabellados rompecabezas. Todo ello ambientado en clave de humor en el Hollywood de los dorados años cincuenta, con medio centenar de personajes del cine clásico de terror y pistas y enigmas que nos llevan a recorrer un montón de países del mundo.

El argumento es sencillo y atrayente: Sue Bergman, periodista de The Quill, es secuestrada en una fiesta de los Hollywood Monsters donde se otorgan los premios a los mejores actores en el género de terror. Ron Ashman, compañero del periódico, se embarca en una aventura a través de diferentes lugares del mundo con el fin de encontrar a Sue.

'Hollywood Monsters'

‘Hollywood Monsters’

El juego no tardó en ganarse el aprecio del público y las altas calificaciones de la prensa y de las publicaciones especializadas, lo que motivó una posterior reedición por parte de FX Interactive —tras la quiebra de su distribuidora original— en la que se corrigieron algunos errores de programación y se hizo el videojuego compatible con Windows XP.

Los gráficos de esta videoaventura no están, quizás, técnicamente a la altura de otros títulos de la época, pero se dejan ver y no molestan, porque encajan perfectamente en el estilo del juego y de la historia. El aspecto sonoro es también muy correcto, variando en cada escenario en función del país, aunque el doblaje de sus más de dos horas de diálogos interactivos, totalmente en castellano, desmerecía un poco en este apartado. Como curiosidad, comentar que la versión original incluía un tema musical principal a cargo de la banda española popera La Unión, tema que desapareció en la edición de FX Interactive.

'Hollywood Monsters'

‘Hollywood Monsters’

Lo único que se le puede achacar negativamente a esta aventura es la extrema y absurda dificultad de los puzles en tanto en cuanto va avanzando el juego. Algunos dependen mucho de la suerte y otros del acto de ensayo y error, algo que se hacía bastante complicado a la hora de jugar. Aún así, ‘Hollywood Monsters’ forma parte del imaginario aventurero de los jugones de aquel momento como uno de los grandes videojuegos españoles y una de las aventuras gráficas referentes de los años noventa.

Cómo la revista Super POP popularizó los ‘tois’ (y cómo muy probablemente los robó)

Toi

Toi

En los años ochenta del siglo pasado, la revista Super POP copaba el mercado de las publicaciones para adolescentes. Los ídolos musicales, cinematográficos y televisivos del momento adornaban sus portadas quincenales, portadas que se veían abocadas al tijeretazo recortable que las convertía en decoración de carpetas, archivadores y cartapacios escolares. No le vamos a quitar desde aquí ni un poquito de mérito a una revista que permaneció en el mercado durante treinta y cuatro años —ni más ni menos—, desde 1977 hasta 2011, y que vivió épocas en las que vendía un millón de ejemplares cada quince días en los quioscos.

En algún momento de aquella década de los ochenta, alguien (una chica) envío un dibujo a la revista con el objeto de que lo publicaran. Super POP era asidua a recibir colaboraciones de sus lectores en forma de ilustraciones, poemas, fotografías, comunicados y demás, elementos que, a elección del editor, se solían incluir en las páginas interiores para deleite de su autor y disfrute del resto de adolescentes. Aquel dibujo era la primera colección de ‘tois’ de la historia, esa que traía los míticos ‘toi feliz’, ‘toi tiste’, ‘toi condío’, ‘toi a devé’ y ‘no toi’, entre otros.

Toi

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Eran unos dibujos asaz simples de un personaje verde tras un cartel que indicaba su estado de ánimo mediante una forma de escribir muy infantil; fueron los emoticonos primigenios, antes de WhatsApp, antes de Internet, antes incluso de los mensajes SMS. Aquella suerte de tira cómica debió de encantar a los responsables de Super POP que se pusieron manos a la obra y comenzaron a editar de forma asidua nuevos ‘tois’ en cada número de la revista. Había un ‘toi glotón’, un ‘toi difrasao’, un ‘toi fatá’, un ‘toi girao’, un ‘toi en la mili’, un ‘toi infomatizao’ y hasta un ‘toi salío’ (eran los ochenta, y no teníamos la piel tan fina).

Los ‘tois’ se hicieron tan populares que dieron el salto a muchos otros medios, pero el más importante de todos fue el de los bollitos industriales Bollycao, que incluía ‘tois’ en forma de pegatinas coleccionables en su interior. Aquellas pegatinas llegaron para decorar cuadernos, forros de libros, pupitres, tubos para planos, carpetas clasificadoras y un sinfín de elementos más. Las pegatinas de ‘tois’ de los Bollycao fueron las que hicieron de estos pequeños dibujos un icono tremendamente popular es España (y, también, en Latinoamérica), un fenómeno quizás sólo comparable a los smileys o caritas sonrientes del movimiento Acid House, que llegó a España en los años noventa.

Toi

Toi

El caso es que la dibujante original de aquellos ‘tois’ sembró la semilla y Super POP y otros se llevaron el negocio en el bolsillo. ¿Recibió algún tipo de regalías o royalties la autora de los ‘tois’? Es algo que nunca sabremos, o que sólo sabrá ella y sus allegados, pero sospecho que la publicación se hizo con la idea de un dibujo casero sin derechos de autor para explotarlo hasta el infinito y más allá. Y le salió la jugada redonda. En las pegatinas de Bollycao, el copyright viene a nombre BGP / Català.

Nunca olvidaremos los ‘tois’, ni la revista Super POP ni, por supuesto, los bollitos Bollycao que tantas meriendas rápidas nos solucionó. Una historia que, el que escribe, vivió de primera mano y recuerda estupendamente.

Toi

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‘Mimi & the Mites’: una moza pelirroja, un motón de bichos azules y puzles a chorromortero

'Mimi & the Mites'

‘Mimi & the Mites’

Algunos lo conocimos en 1997 como parte de la colección que distribuyó en España la extinta revista Tiempo a algo así como 400 pesetas la unidad (juego + revista), pero ‘Mimi & the Mites‘ data del año 1995, y es el mejor videojuego —con diferencia— de la desarrolladora estadounidense The Unobstructed Reason Corporation (fue su único videojuego, de hecho, por eso era el mejor).

‘Mimi & the Mites’ es una híbrido entre juego de puzle, plataformas con aspecto cartoon y título de acción 2D de desplazamiento lateral (para MS-DOS) que llevó dos años de desarrollo a la compañía. Una mezcla imposible que se convierte en un algo tan divertido que atrapa al jugador desde el minuto uno. Mimi es una ceñuda muchacha con cara de mala leche y pelo color risketo que está armada hasta los dientes y que tiene el objetivo de terminar cada uno de los diez niveles en los que se divide cada una de las cinco pantallas o fases del juego. Como curiosidad, comentar que se podía solicitar de manera telefónica un paquete o lote de quince nuevos puzles y tres armas más.

'Mimi & the Mites'

‘Mimi & the Mites’

La curva de dificultad creciente está tan bien programada que no agobia en un principio y que se va incrementando nivel a nivel de forma muy lógica y progesiva, añadiendo nuevos mecanismos y modos de disparo conforme pasa el tiempo. Por supuesto que un título así necesita de obstáculos para impedir nuestra marcha, y aquí existen varios, pero los más importantes son los mites que dan título al videojuego. Siendo su traducción literal algo así como ácaro, pero también bichito, los mites son pequeñas bolitas azules gomosas que intentarán cerrarnos el paso para llegar a la salida de cada nivel.

Estos gusarapos son tranquilos por naturaleza, y no molestan si Mimi no se acerca mucho, pero otras veces se comportan como auténticos lemmings hijos de puta (‘Lemmings‘, 1991) que se desplazan en masa sin un objetivo claro. La misión es evitarlos o, si no existe más remedio, acabar con su existencia (durante un tiempo acotado, eso sí) a golpe de cañonazo o saltando sobre ellos y aplastándolos cruelmente. Hay que ser reservado porque la munición es restringida, y los puntos de recarga son escasos y distantes. Con todo y con eso, si un mite toca a Mimi (o se termina el tiempo que, en algunos niveles, es limitado), la chica pierde un vida y es manteada por hordas de bichitos acarosos antes de continuar.

'Mimi & the Mites'

‘Mimi & the Mites’

Los mites no son los únicos impedimentos, el teletransporte está al orden del día, y Mimi deberá usarlo continuamente de manera natural o haciendo uso de placas de presión o interruptores que a veces puede pulsar ella y otras no, porque son de uso exclusivo de los mites.

El encanto de ‘Mimi & the Mites’ es que cuanto más se juega, más dispositivos nuevos se descubren y más interesante se vuelve el juego. Los teleportadores, las cintas transportadoras, los portales, las puertas trampa, los muelles saltadores, los botones, los lanzallamas, las ametralladoras, los cañones láser y un montón de elementos pueden crear una experiencia única en un juego que ha envejecido muy bien. Además, el videojuego es bastante indulgente y, si perdemos muchas vidas en un nivel, se nos ofrece la opción de omitirlo y pasar al siguiente.

'Mimi & the Mites'

‘Mimi & the Mites’

Distribuido por FormGen, ‘Mimi & the Mites’ llegó al mercado noventero como versión shareware, algo muy común en la época, y terminó siendo freeware con el paso del tiempo. El título fue concebido por Ron Peloquin, producido por Noah von Haupt y programado por Kam Bansal y un tal «The Mulcher». Sin dudarlo un instante, uno de los grandes puzles plataformeros del momento, sobre todo por ser muy jugable y tremendamente adictivo. Por supuesto, hoy día podemos disfrutarlo de manera emulada y gratuita vía Internet Archive.

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