[Retropapelote de la semana] El pequeño Sinclair ZX80
Y fue entonces cuando Sir Clive Sinclair lo consiguió. El quería fabricar un ordenador para todo el mundo que no superara las 100 libras de la época, y el Sinclair ZX80 salió al mercado británico por 99,95 £. En los Estados Unidos, el preció no sobrepasó los 200 $, como lo atestigua esta publicidad de diciembre de 1980, en la que se puede observar que los yanquis lo vendían a 199,95 dólares USA.
La máquina se basaba en una CPU NEC μPD780C-1 (un clon del Zilog Z80) y corría a 3,25 MHz. Fue equipada con 1 kB de memoria RAM estática (ampliable a 16 kB) y 4 kB de ROM, donde se almacenaba el lenguaje de programación Sinclair BASIC, el editor y el propio sistema operativo.
Un aparato entrañable, desde luego.
El subversivo videojuego ‘Manifiest’ llega el 11 de diciembre (en plan demo, eso sí)

‘Manifiest’
No hace mucho comentamos por aquí el proceso de desarrollo de dos videojuegos basados en manifestaciones y revueltas sociales. Uno de ellos, ‘Manifiest‘, decíamos que era un simulador 3D de manifestaciones del que se está desarrollando una demo de código abierto para que la gente lo pueda conocer, los programadores sepan cómo funciona y todo aquel al que le interese pueda aportar y colaborar con el proyecto.
Pues bien, aquella demo ya está aquí. ‘Manifiest’ se presenta oficialmente el día 10 de diciembre, de este 2014, en la sala 2 de AureaSocial (en la calle Sardenya 263, Barcelona), de 17:30 a 20:00. Allí habrá varios ordenadores para que la gente pueda probar el videojuego, se proyectarán vídeos del proyecto y se abrirá una ronda de preguntas.
Asimismo, al día siguiente (11 de diciembre de 2014) se podrá comenzar a descargar la demo del juego, gratuitamente, desde el sitio web oficial del proyecto. Desde allí mismo, os ofrecemos a continuación el último vídeo de pruebas.
‘Manifiest’ tiene mucho camino por andar, pero promete como concepto totalmente innovador, transgresor e irreverente. Le seguiremos la pista bien de cerca.
Panda Security, el antivirus con estirpe y abolengo
Si hablamos de software antivirus por estos lares y nos remontamos atrás un cuarto de siglo (nada más y nada menos), nos encontramos con los orígenes de una de las empresas más célebres, reconocidas y destacadas del panorama antivírico mundial. Surgida en 1990 en la ciudad de Bilbao y fundada por Mikel Urizarbarrena, Panda llegó a ser, en aquella época, una de las primeras y de las mejor consideradas compañías de seguridad informática en el horizonte patrio, expandiendo sus zarpas de oso por todo el mundo en pocos años. Hoy día, Panda Security desarrolla soluciones de protección en todos los campos y para toda clase de ámbitos: antivirus, protección contra spam, contra spyware, control parental, cifrado de archivos, gestor de contraseñas, barreras de firewall, protección de Wi-Fi, borrado seguro de ficheros y muchos otros aspectos más. Y todo ello para plataformas PC, Mac, iOs o Android. Los tiempos han cambiado mucho desde que el antivirus de Panda llegaba a nuestras manos en disquetes de 3,5» para MS-DOS (yo mismo conservo alguno original por ahí), y la empresa ha crecido como una multinacional monumental que dispone de un catálogo de productos muy variado. Hoy día, podemos encontrar multitud de soluciones para particulares y para empresas, así como programas para partners y revendedores de todo tipo.
Echando un vistazo a su sitio web, podemos encontrar protecciones como Panda Gold Protection (máxima protección para todos tus dispositivos), Panda Mobile Security 2015 (para dispositivos Android), Panda Cloud Office Protection (protección multiplataforma donde todas las operaciones se realizan en la nube) o Panda Internet Security 2015 (un software de seguridad para Internet con protección avanzada para tus datos y tu identidad en línea), entre otras muchas. Desde la web de Panda Security, además, tenemos la posibilidad de descargar antivirus gratis (ya en sus versiones de 2015), así como de utilizar herramientas de antivirus online para escanear nuestros equipos con total fiabilidad y comodidad. Panda Security atesora premios, menciones y logros para parar un tren, no en vano ha sido el referente de los sistemas antivirus durante lustros. Sin duda, una empresa que ha conseguido evolucionar a la vez que lo han hecho las tecnologías; eso no se les puede negar.
[Retropapelote de la semana] El reloj digital de Commodore

Reloj de Commodore
En los años setenta americanos, Commodore fabricaba y vendía todavía calculadoras, hasta que se les ocurrió diseñar un reloj digital que pretendía ser la bomba de neutrones, pero que se quedó en un insignificante triquitraque.
Una prueba de que aquello sucedió es esta publicidad aparecida en un diario de 1977. Por el módico precio de 16,95 $ (con el descuento), los almacenes Mr. Calculator distribuían este fantástico reloj que incluía la visualización de horas, minutos, segundos, mes y fecha (¡todo un adelanto tecnológico, vaya!), y ello mostrado en una pantallita LED brillante y «fácil de leer».

Reloj de Commodore
Además, si lo comprabas en la propia tienda, no a vía correo (postal, claro), te lo configuraban electrónicamente, o sea que te lo ponían en hora, vamos.
En la foto de la publicidad no se aprecia muy bien, por lo que adjuntamos la de la derecha para que se observe cómo luce hoy día (si alguien encuentra uno barato que lo compre, pues escasean más que el jade).
Y, a continuación, podemos ver un vídeo que muestra el funcionamiento, todavía perfecto, de este gran reloj, friki donde los haya y retro como ninguno.
Banksphere, el entorno de programación que hará que te suicides o que des con tus huesos en el frenopático

Banksphere
Banksphere es un entorno e-business de desarrollo de aplicaciones orientadas a sitios web de entidades bancarias; vamos, que no es un andar por casa de la programación informática, sino la meta de cualquier gurú desequilibrado que haya perdido sus facultades mentales y quiera acometer la «sencilla y amena tarea» de hacer los programas que manejan el dinero del resto de los ciudadanos.
Y no es que el tema bancario sea excesivamente complicado, que lo es (y mucho), sino que Banksphere parece complicarlo todavía un poco más, algo así como un valor aleatorio entre un seiscientos y un seis mil por cien, grosso modo.
El dudoso orgullo de ser la progenitora de esta plataforma lo tiene la empresa ISBAN (Ingeniería de Software Bancario), una compañía española que forma parte de la División de Tecnología y Operaciones del Grupo Santander, y que desarrolla este software y otros del estilo para su empresa matriz.
Surgido en el año 2002 y basado, entre otras cosas, en J2EE (o eso es lo que dicen, supuestamente), Banksphere consiste en un conjunto de herramientas utilizadas para dar soporte a la metodología de desarrollo e-business del Santander. Es una suerte de métodos y arquitecturas compuestos por herramientas de desarrollo y una plataforma de ejecución. Cubre absolutamente todo el proceso y metodología de desarrollo de una aplicación: funcionales, DDS, casos de uso, creación de maquetas, modelo lógico, modelo físico, despliegue y cambio de entorno.
Pero el problema principal de Banksphere es el odio visceral que despierta entre sus programadores por la complejidad del sistema, lo abstracto que resulta de manejar y el montón de problemas y errores que presenta. Dicen que el producto final son aplicaciones Java, pero no pueden ser tratadas como tales; la mayor parte de las veces, los usuarios terminan editando a mano oscuros ficheros XML no documentados; los numerosos cambios y parches aparecidos han obligado a deshacerse de código y a reprogramar funcionalidades; dicen los expertos que solo el documento que explica cómo hacer un Hola Mundo
tiene 80 páginas (aunque no existen manuales oficiales).
Todo esto, y mucho más, hacen de Banksphere una tortura. Algunas de la frases que se pueden recopilar de aquellos que lo han intentado evidencian toda un representación sobre lo que estamos hablando: «Debe de haber tres personas en el mundo que entiendan la arquitectura, el resto de los mortales se dedica a seguir una serie de truquillos para resolver todos los problemas«; «Solo ves pelotas de colores, las cuales mueves grácilmente por la pantalla, y arrastras mapeos que no sabes si son datos, objetos…» (haciendo clara referencia al módulo Vega, un componente para crear aplicaciones de forma visual con diagramas de estados y componentes varios); «No ves las conexiones a bases de datos, con lo cual, saber dónde estás apuntando y por qué tus datos no son iguales a los de tu compañero es realmente divertido e imposible al mismo tiempo«.
Otros enunciados de gente implicada son aún más esclarecedores: «Actualmente, mi salud mental ha mejorado y trabajo felizmente en Java»; «Llevo casi un año con una migración y te juro que un día de estos me suicido«; «Llevo unos cuantos meses en eso y es lo peor que he visto en mi vida«; «Soy arquitecto J2EE, domino XSLT, XML, Java, etcétera, pero esta mierda no hay quien la entienda«.
Banksphere cambió de nombre en el año 2008 para intentar escapar de aquella mala fama que se había creado. Desde entonces se están usando los nombres Alhambra y Partenón para identificar sistemas basados o relacionados con Banksphere. Y, realmente, parece que la cosa ha mejorado un poco (muy poco). En 2013, después de años de evolución y procesos de reingeniería, se dieron indicios de que el funcionamiento interno pudo haber mejorado, posiblemente debido al creciente respeto a los patrones de diseño y a los fiascos producidos años atrás en el proyecto).
Banksphere es una de las plataformas informáticas más criticadas en la comunidad de desarrollo, y mira que existen lenguajes esotéricos raros de cojones. Actualmente hay desplegadas más de 160 aplicaciones desarrolladas con Banksphere en los distintos bancos del Grupo Santander (la mayoría aplicaciones usadas en oficinas y en las intranets del Grupo). También, toda la arquitectura de call centers está desarrollada en esta plataforma.
En fin, un entorno que tiene su propia entrada en ingenio2010.com (una wiki que monitoriza las peores aplicaciones expuestas al público y documenta los desastres y sus principales responsables técnicos y políticos) y su entrada en la humorística Inciclopedia. Además, y como no podía ser de otra manera, también tiene su propia versión meme del vídeo del niño loco alemán (a continuación).