Ultra Hand, el primer juguete de Nintendo

Ultra Hand de Nintendo

Ultra Hand de Nintendo

A mediados de los años sesenta, el presidente de Nintendo, a la sazón Hiroshi Yamauchi, había tenido la idea de establecer un departamento de juegos para producir, sobre todo, juegos de mesa clásicos. Y es que, hasta el momento, la compañía se había dedicado casi en exclusiva a la fabricación de naipes tradicionales japoneses, los conocidos como Hanafuda.

Algunos de aquellos juegos iban a disfrutar de licencias adquiridas para utilizar personajes de Disney o figuras de la televisión japonesa, todo ello con el objeto conseguir competir con las grandes de la época, como Epoch o Bandai. Sin embargo, Yamauchi quería algo más.

Así las cosas, en 1966, el presidente recurre a un joven ingeniero que llevaba poco tiempo en la empresa pero que parecía una buena promesa. Era Gunpei Yokoi, un genio, experto en hardware, que decidió enseñarle a su jefe la mano extensible que acababa de diseñar en sus ratos libres. Aquel artilugio dejó boquiabierto a Yamauchi, que decidió comercializarlo con el nombre de Ultra Hand. Nintendo vendió un millón y medio de estos juguetes.

Ultra Hand de Nintendo

Ultra Hand de Nintendo

A 600 yenes la unidad, la Ultra Hand era una mano de plástico —dos ventosas, realmente— que se extendía y contraía mediante unas manijas y por medio de una especie de muelle a modo de tijera. Venía en una caja decorada con un divertido dibujo que exhibía la espectacular diversión del invento. Además, traía varias bolas y cilindros de colores para practicar el agarre.

En aquel tiempo, Nintendo aún no había encontrado su identidad corporativa final, y el logotipo cambiaba con bastante regularidad. La Ultra Hand se lanzó bajo el sello Nintendo Game, con el anagrama «NG» rotulado. Era bastante fácil de manejar, aunque agarrar un objeto requería algo de práctica. Al final del muelle, la «mano» podía cerrarse tirando de una cuerda roja que incluía.

Ultra Hand de Nintendo

Ultra Hand de Nintendo

Como decíamos antes, Nintendo vendió más de un millón de unidades de la Ultra Hand entre 1966 y 1970. Durante ese tiempo aparecieron al menos cinco versiones diferentes de diseños de la caja exterior: hubo una de fondo blanco, otra de fondo naranja, una más igual a la anterior pero con una franja marrón, una variante azul de la primera y otra con un nuevo diseño del logotipo y una foto en la parte delantera (en lugar de una ilustración). Esta última caja fue un diseño tardío de 1973, cuando la Ultra Hand ya apenas se vendía y Nintendo decidió darle un último empujón. En estos momentos, el juguete había duplicado su valor, pasando de costar 600 yenes a costar 1200 yenes.

Fuera de Japón, la Ultra Hand también gozó de relativo éxito y, además, fue el primer producto de Nintendo en salir del mercado nipón. Al principio, la compañía no distribuyó sus propios productos a nivel global, sino que trabajaba con socios internacionales. Fue tras el lanzamiento de las maquinitas electrónicas Game & Watch cuando se propuso la opción de expandir por el mundo la empresa de Hiroshi Yamauchi.

Ultra Hand de Nintendo

Ultra Hand de Nintendo

Gunpei Yokoi fue también el creador de esa colección de Game & Watch, de la afamada Game Boy y del mayor desastre tecnológico de Nintendo, la Virtual Boy. Tras aquel cataclismo, Yokoi dejó la compañía y fundó su propia empresa, Laboratorios Koto, donde creó la pequeña consola WonderSwan, una portátil desarrollada en asociación con Bandai.

El 4 de octubre de 1997, a los 56 años, Yokoi falleció en un accidente de tráfico.

Ultra Hand de Nintendo

Ultra Hand de Nintendo

El (mismo) hombre detrás (y dentro) del Macintosh y del Amiga 1000

Ron Nicholson

Ron Nicholson

En una entrada no muy lejana de este mismo y humilde blog, hablábamos de los ordenadores Apple Macintosh en los que Steve Jobs y su equipo estamparon su firma en el molde de la caja, haciendo que sus autógrafos quedaran permanentemente cincelados en el plástico de cada una de aquellas máquinas que salieron de la línea de producción.

Pues bien, resulta que hubo otro computador doméstico que vio la luz con su carcasa adornada también con las firmas del equipo de ingeniería que lo diseñó: el Commodore Amiga 1000, el primer modelo de ordenador personal multimedia de la compañía estadounidense, lanzado en 1985.

Y , ¡oh casualidad!, existe un nombre que se repite entre esas rúbricas grabadas en el interior del plástico de ambas máquinas ochenteras, el nombre de un ingeniero que, cosas del destino, participó en los dos desarrollos: hablamos de Ronald H. Nicholson, Jr., más conocido como Ron Nicholson. Podemos comprobar en la imagen siguiente cómo aparece su firma en ambas cajas (a la izquierda la del Machintosh y a la derecha la del Amiga 1000).

Firmas de Ron: izquierda Macintosh, derecha Amiga 1000 (clic par ampliar)

Firmas de Ron: izquierda Macintosh, derecha Amiga 1000 (clic par ampliar)

Nicholson fue miembro del equipo original de ingeniería del Macintosh y, además, participó como ingeniero periférico en el Apple II, entre otras muchas cosas; todo ello entre 1980 y 1982. Posteriormente, en 1983, fue fundador y director de ingeniería de Amiga Computer (luego adquirida por Commodore), trabajando como arquitecto de sistemas y de ASIC, consiguiendo cuatro patentes propias en aquella época.

Todo un figura este hombre, pues también trabajó para Silicon Graphics en el chipset de la Nintendo 64 y fue docente en el Computer History Museum de Silicon Valley. Escribió aplicaciones para Palm OS y, ahora, se dedica a desarrollar software para iOS bajo el nombre empresarial de HotPaw Productions. También es el responsable del intérprete para programas en Basic Chipmunk BASIC.

El hecho de que trabajara en el Macintosh y en el Amiga 1000 produjo la casualidad de cincelar su firma en ambas máquinas; un pedacito interesante y curioso de historia informática.

Netflix presenta en una NES original su tráiler de ‘Castlevania’ en 8 bits

Netflix, NES y 'Castlevania'

Netflix, NES y ‘Castlevania’

Konami no ha hecho mucho por su saga ‘Castlevania‘ en los últimos años, pero tú yo sabemos que no se puede mantener a Drácula escondido para siempre.

Los responsables de la plataforma Netflix hicieron ver la luz hace pocas horas el tráiler de su próxima serie original de animación ‘Castlevania’, la cual se basa en la saga clásica que vio la luz por primera vez como videojuego en una Nintendo NES. Ahora, y rizando el rizo, su creadores presentan un nuevo avance en formato de ocho bits para esa consola, mediante un cartucho personalizado y programado para este evento.

El vídeo es una inyección de nostalgia friki para todos los seguidores de ‘Castlevania’. Estos tipos sí que saben manejar la escena.

Todo ello está basado en los estudios que vienen haciendo —hace ya más de dos años— los locos científicos del laboratorio de ingeniería de Netflix, que encontraron una forma de transmitir sus vídeos a una consola de videojuegos de hace tres décadas.

Así pronosticaban las compras electrónicas en 1959

¿Compra electrónica?

¿Compra electrónica?

Han pasado casi sesenta años desde la edición de este vídeo británico que auguraba el sistema futurible en el que se iba a convertir el encargo y la entrega inmediata de ropa de manera electrónica y automática. Tan simple como pulsar un botón en el cabecero de la cama, visualizar el desfile de modelos en la pantalla y, por fin, elegir la prenda deseada para que llegue inmediatamente a tus manos. Tan simple; y tan utópico.

[Retropapelote de la semana] La ridícula imagen del miembro de CompuServe que se llamaba James Bond

Durante los años ochenta y parte de los noventa del siglo pasado, CompuServe fue la compañía de comunicaciones que dominó el mercado estadounidense como primer proveedor comercial de servicios telemáticos. Miles de adolescentes norteamericanos pasaron más horas conectados a sus servicios de las que habrían debido, habida cuenta de los 4,80 dólares estadounidenses que costaba la hora de conexión en aquel entonces.

La empresa editaba una revista para sus suscriptores llamada ‘CompuServe Magazine‘ (anteriormente ‘Online Today’) en la que se trataban todo tipo de temas tecnológicos, software, hardware, gadgets, videojuegos, etcétera; y también otros asuntos varios, aderezándolo todo con un poco de autobombo.

En el número de septiembre de 1995, a los editores se les ocurrió la brillante idea de incluir un anuncio comercial publicitando merchandising de la compañía, como tazas, gorras o camisetas. Resulta que, ¡oh, casualidad!, el miembro (desde enero de 1989) número 72537/2314 se llamaba James Bond, y CompuServe, aprovechando el tirón del agente 007, lo contrató para aquel anuncio. La imagen es para llorar.

Publicidad de CompuServe (clic para ampliar)

Publicidad de CompuServe (clic para ampliar)

El bueno de James —que ya tiene bastante con lo suyo— posa ante cámara, con camiseta modelo ‘Binary’, forzando una suerte de postura rebosante de afectación y totalmente desprovista de naturalidad. Si ello no fuera suficientemente ridículo y grotesco, porta en su mano una pistola de agua en amaneramiento de espía secreto bastante trasnochado. Un cuadro, vaya. El lema inferior reza en inglés «James Bond está vestido para matar con su nueva camiseta de CompuServe».

Mejor corramos velo, tupido velo.

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