Un clásico resucitado: vuelve Commodore 64
El nuevo cacharro es, en realidad, un PC completito embebido en la antigua carcasa de un C64. Monta una placa base Mini-ITX de VIA Technologies con el procesador de Intel Atom D525 de doble núcleo, tarjeta gráfica ION 2 con chipset de nVidia, 2 GB de memoria RAM DDR3 (ampliables a 4 GB) y disco duro en varias versiones, desde 160 GB hasta 1 TB. Y todo ello empaquetadito y apretado dentro del teclado, al estilo de los equipos de aquellos maravillosos años.
En su lado derecho, donde antiguamente se encontraban los conectores de alimentación y las entradas de puertos para joystick y demás periféricos, ahora luce un lector multiformato de tarjetas de memoria y un puerto USB. Por la otra banda, a la izquierda, lleva acoplado un lector y grabador de DVD, que opcionalmente puede ser sustituido por una unidad de Blu-ray Disc. Además, en la parte trasera monta un panel al más puro estilo PC, con dos puertos PS/2 (teclado + ratón), cuatro USB, una entrada Ethernet, tres conectores de audio, una salida gráfica DVI, una HDMI y una VGA. La clásica luz roja de arranque es ahora también el botón de encendido.
Un equipo para nostálgicos que es capaz de conectarse a cualquier monitor o televisor moderno, ofreciendo una calidad gráfica de reproducción de vídeo de hasta 1080p HD y 6 canales de audio de alta definición.
Este nuevo C64 viene con la distribución de GNU/Linux Ubuntu, en su versión 10.10 (Maverick Meerkat), en un CD y lista para instalar, sin embargo, es perfectamente compatible con sistemas operativos Windows y se proporcionan drivers para ello. La intención es la de terminar su propio sistema operativo de ellos, el denominado Commodore OS 1.0, que vendrá a ser algo así como una aplicación del tipo media center, que aún está en fase de desarrollo. Commodore USA se compromete a enviarla de manera gratuita a todos los compradores en cuanto esté lista.
Pero lo más chachi de este aparato no es que sea un pecé con piel de comodoro, sino que incorpora también un completo emulador C64 para deleite de treintañeros con morriña. Por lo tanto, disponemos entre nuestras manos de un completo equipo moderno y, si así lo deseamos, de un Commodore 64 de época, totalmente funcional para ejecutar todos los juegos de antaño o programar en un BASIC rudimentario. Al emulador se accede seleccionando el icono de C64 en el menú de arranque y también, posteriormente, desde el propio Commodore OS 1.0 mencionado.
¿Y el precio? Bueno, depende. La verdad es que se lo han montado muy bien estos tíos comodorianos, ya que lo venden por versiones empaquetadas, desde una muy (pero que muy) básica que prácticamente sólo incluye la caja, las teclas y el lector de tarjetas (más un puerto USB), hasta la más completa que lo trae todo y con la máxima capacidad. Entre medio de ellas hay varias configuraciones, cada cual con sus características. En dólares yanquis estamos hablando de entre 250 $ (la más barata) y 895 $ (la más cara). Lo ideal es consultar la web de tarifas y configuraciones para no perderse.
Desde el sitio web de Commodore USA, también se pueden adquirir otras máquinas de estilo vintage, en lo que se refiere a la concepción de teclado con todo integrado, pero de más moderna manufactura y estilo, como, por ejemplo, dos nuevas versiones del Commodore VIC-20 (Commodore VIC-Pro y Commodore VIC-Slim). En breve se podrá comprar también toda una saga de los nuevos Commodore Amiga (míticos, por cierto).
Una elección geek algo cara para amantes de lo retro, pero muy friqui y llena de recuerdos. Si te sobra algo de dinero y la nostalgia te abruma, el nuevo Commodore 64 (bautizado, por cierto, como C64x) es para ti.