El ‘Barbarian’ de Palace Software: polémica tras controversia
‘Barbarian: The Ultimate Warrior‘ (Palace Software, 1987) fue un juego británico de lucha, para uno o dos jugadores, desarrollado por Steve Brown para, en un principio, Commodore 64. Posteriormente, sería portado a otras plataformas como Amstrad CPC, Atari ST, ZX Spectrum o Apple II con mayor o menor acierto.
Sólo un par de años antes, Palace Software había contratado a Brown como diseñador de videojuegos y artista. En aquellos dos años, el desarrollador creó ‘Cauldron‘ (1985) y ‘Cauldron II: The Pumpkin Strikes Back‘ (1986), dos pelotazos comerciales que fueron muy bien recibidos por la prensa de videojuegos —enfocando sus reseñas en la calidad gráfica y el diseño del juego— y, también, por el público jugón.
Tras aquellos dos éxitos, Brown quiso dar rienda suelta a su imaginación desbordante para crear su tercer trabajo. Tomando como inspiración las pinturas fantásticas del ilustrador estadounidense Frank Frazetta y basando los personajes en los de la serie de relatos ‘Conan el Bárbaro’ de Robert Ervin Howard, comenzó a crear ‘Barbarian’ como un juego de lucha de espadas que fuera brutal y lo más realista posible.
Ideó los conceptos para dieciséis movimientos, los cuales practicó con una espada de madera mientras se grababa a sí mismo, y copió de por ahí alguno que otro, como el característico mandoble giratorio a modo de hélice que viene de la película ‘Conan, el destructor’ (1984). Posteriormente, a modo de primitiva rotoscopia, su equipo mapeó sobre una cuadrícula —desde la imagen del televisor— todos sus movimientos, píxel a píxel, con el fin de digitalizarlos para el juego. Brown se negó a seguir la convención de la época de utilizar pequeños sprites para representar a los luchadores en pantalla, obligando a los programadores a concebir un método para animar bloques más grandes de gráficos.
Y llegaron las polémicas: violencia, lencería, musculitos y pechugas a partes iguales. Sintiendo y comprobando el propio Steve Brown que la mayoría de las ilustraciones de las cajas de videojuegos en aquel momento eran bastante pobres y muy sosas, sugirió que recrear una imaginería de fantasía icónica con personas reales sería un gran gancho para la campaña publicitaria. No se equivocó.
Los directivos de Palace Software decidieron contratar a los modelos Michael Van Wijk y Maria Whittaker para posar como el bárbaro y la princesa, respectivamente. Maria Whittaker aparecía con frecuencia como una page three girl del tabloide británico The Sun. Las “chicas de la página tres” fue un formato surgido en The Sun en el año 1970 y que consistía, básicamente, en una fotografía en topless o semidesnuda de una modelo femenina que se publicaba en la tercera página del diario.
Aquella carátula y el póster interior generaron mucha controversia en la puritana y rutinaria sociedad británica ochentera y, también, en muchos otros países; en no pocos lugares, tras en lanzamiento inicial, se hizo desaparecer a la modelo de sucesivas ediciones. La revista ‘Electron User’ recibió cartas de lectores y cuerpos religiosos que calificaron la imagen de «ofensiva y particularmente insultante para las mujeres» o de un «feo anuncio pornográfico».
Sin embargo, los expertos en la industria de videojuegos Russell DeMaria y Johnny Wilson comentaban ya en aquel momento que el público del Reino Unido estaba más preocupado por Whittaker escasamente vestida que por los contenidos sangrientos en el juego. Y llegó una segunda polémica.
En Alemania, ‘Barbarian’ fue vetado por el Departamento Federal de Medios Peligrosos para Jóvenes (o Bundesprüfstelle für jugendgefährdende Medien) por cuenta de su contenido excesivamente violento, y es que ese espadazo volador que cortaba cabezas y hacía chorrear sangre cual surtidor no parecía algo muy eficaz para la instrucción infantil, pues recordemos que, a la sazón, los juegos de vídeo eran considerado como un entretenimiento sólo para niños. La mezcla de sexo (erotismo) y violencia (pixelada) de ‘Barbarian’ fue tal, que David Houghton, redactor en GamesRadar, ha dicho alguna vez que el juego sería calificado como «Mature» o «Adults Only» por la Entertainment Software Rating Board (ESRB) si fuera publicado hoy en día.
Toda aquella controversia no le hizo ningún mal a ‘Barbarian’, sino todo lo contrario. Los críticos quedaron impresionados con la jugabilidad del título, con su acción rápida y furiosa y con su facilidad y sencillez de manejo. Las animaciones eran muy suaves, y los movimientos resultaban extremadamente reales. El único pero que se le puede poner a ‘Barbarian’ es el aspecto sonoro.
Y es que fueron todos aquellos pequeños detalles lo que hicieron que el juego valiera la pena, que ‘Barbarian: The Ultimate Warrior’ resultara en un éxito absoluto y que Palace Software comenzara a plantearse una línea de secuelas, aunque al final sólo vería la luz una más, ‘Barbarian II: The Dungeon of Drax‘ (1988) en la que compartieron portada, de nuevo, Van Wijk y Whittaker.
Todavia lo recuerdo de mi juventud… que tiempos. Como molaba el movimiento de cortar cabezas :-)))
Yo lo vi por primera vez en un Commodore Amiga (que no mencionas) y me quedé enamorado de ese ordenador por los gráficos de este juego
A mi no me dejaron comprarmelo XDD
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Los críticos quedaron impresionados con la jugabilidad del título