‘Abu Simbel, Profanation’ era jodidamente difícil

Portada de 'Profanation'

Portada de 'Profanation'

Y que digan lo que quieran los bobesponjas nostálgicos de los juegos ochobiteros, porque no conseguirán hacerme comulgar con ruedas de molino. Este juego, de la gran Dinamic Multimedia, me trajo de cabeza durante meses y fue él, probablemente, el primero que me enganchó y me mantuvo con la nariz pegada a la pantalla día sí y día también, aporreando las teclas de un «gomas» de 48 kas.

Aunque aquella devoción que sentí por él me convertiría en un fanático de los videojuegos, también logró encabronarme (en más de una ocasión) con Víctor Ruiz, que era el joven programador que lideraba el grupo de desarrollo (ahora presidente de FX Interactive) junto con su hermano Ignacio Ruiz (Snatcho), Florentino Pertrejo y Santiago Morga. Y es que lo de ‘Profanation’ no era normal en absoluto.

Víctor Ruiz en los años ochenta y hoy

Víctor Ruiz en los años ochenta y hoy

Heredero de los grandes ‘Saimazoom‘ y ‘Babaliba‘ (ambos de 1984), ‘Abu Simbel, Profanation‘ (1986) llevaba a su protagonista, Johny Jones, a Egipto, concretamente al interior del templo de Abu Simbel. Desfigurado por una maldición al entrar y convertido en una suerte de pelota rechoncha con patas y gran nariz (característica esta heredada de los anteriores títulos), Johny debe pasar por casi medio centenar de escenarios distribuidos en una mapa diseñado con tan mala hostia, que pocos lograban terminar aquello a la primera. No en vano, corrió el rumor de que Dinamic llegó a ofrecer 50.000 de las antiguas pesetas (300 euros para la época era algo nada desdeñable) al primer incauto que tuviera pelotas de terminar el juego y descifrar el mensaje final (que no era otro que el nombre del próximo título de la saga; vaporware, por cierto).

Con los emuladores actuales de maquinas antiguas resulta bastante sencillo terminar ‘Profanation’, porque gozan de una característica de la que adolecían los microordenadores de los ochenta: la posibilidad de guardar la partida. De hecho, yo me terminé el juego hace un par de años o tres por primera vez, cuando lo recordé y descargué la ROM para mi emulador de Spectrum. Pero en aquella época, disponías de nueve vidas iniciales que se hacían verdaderamente cortas para que, cuando se terminaban, tuvieras que volver a empezar desde el principio del juego y volver a sufrir como un cabrón otra vez. Torturadores los programadores; masoquistas nosotros.

Pantalla inicial del videojuego

Pantalla inicial del videojuego

En los años ochenta tampoco disponíamos del mapa completo del juego hasta que no aparecía en la revista MicroHobby, cuando algún redactor conseguía terminar aquel tormento. Por supuesto, tampoco teníamos la posibilidad de consultar videoguías en YouTube; habría sido el fin de los juegos complicados del momento (y también un milagro para la época, la verdad).

El simple hecho de culminar el primero de los escenarios, cuando eras un novato, ya era todo un reto. Con el devenir de las muertes por impacto, aquello terminaba por tener su truco, haciendo que tus dedos teclearan la clásica combinación de teclas QAOP como frenéticos endiablados; la Q para el salto largo, la A para el salto corto y la O y la P para mover a Johny a izquierda y derecha respectivamente.

Los decesos del personaje venían ocasionados por multitud de trampas de movimiento repetitivo que dejaban apenas milésimas de segundo de cálculo para poder sortearlas. Gotas de vaya usted a saber que perversa composición química, serpientes, arañas, momias, tablones, bolas y otras varias de imposible descripción. Los momentos de salto o carrera eran muy limitados, llegando incluso a darse situaciones en las que el instante para sortear un peligro era uno muy concreto, preciso y exacto. Fuera de aquello estabas perdido.

Pero esta circunstancia todavía no hacía de ‘Profanation’ un juego lo suficientemente complicado. Y es que, en determinadas pantallas del puzzle, disponías de la posibilidad de huir por varias escapatorias distintas. En los juegos desarrollados hasta el momento, el hecho de escoger un mal camino podía terminar con una de tus vidas para, posteriormente, enmendar tu error. ‘Profanation’ no te lo iba a poner así de sencillo. Las nuevas oportunidades comenzaban siempre en el nivel último alcanzado, pero es que esa entrada al nuevo nivel podía ser por un lugar catastrófico que te llevaba, sin remedio, sobre una trampa en forma de foso punzante plagada de pinchos o lanzas verticales. Lo que te quedaba de juego, lo veías pasar velozmente observando como Johny caía una y otra vez en la ratonera hasta agotar todas sus vidas en pocos segundos. Inevitable y frustrante a más no poder, sobre todo si te ocurría bien avanzada la historia.

Una de las trampas mortales de necesidad (izquierda de la imagen)

Una de las trampas mortales de necesidad (izquierda de la imagen)

Pues todavía se puede complicar aún más la cosa, sí señor. En la pantalla número 10 del videojuego, aparece un diamante de un color determinado, que puede ser rojo, verde, amarillo, azul (cian) o blanco. Nadie te dice nada, pues parece estar allí puesto de decorado, pero lo cierto es que su color es muy importante. Tan importante que, en la pantalla 36 (terminando ya, casi), deberás elegir entre una serie de colores encuadrados en la parte superior. El color seleccionado debe coincidir con el del diamante de tu partida, algo que no se sabe, porque en ningún momento se especifica que debas memorizar dicho color, como tampoco se lo relaciona con los colores posteriores. Un auténtico calvario de acertijo propio de mentes dementes.

El diamante (izquierda) y la selección de color (derecha)

El diamante (izquierda) y la selección de color (derecha)

Hay quien se pregunta si ‘Abu Simbel Profanation’ fue el juego más difícil de la historia. Yo no lo creo, pero sin duda ha sido uno de los más complicados de terminar y, probablemente, el más arduo de la época de los 8 bit. Sin embargo, su magia ha traspasado los tiempos y, hoy en día, se puede seguir disfrutando por medio de los diversos emuladores de las máquinas antiguas e, incluso, a través de remakes gratuitos tremendamente interesantes, como ‘Abu Simbel, Profanation. Deluxe‘, una nueva y gran versión del clásico disponible para múltiples plataformas.

En los años ochenta, ‘Abu Simbel, Profanation’ nos hizo jurar en chino a muchos, pero lo que está claro es que también nos hizo disfrutar y apreciar la calidad de las cosas bien hechas. Sin dejar a un lado, por supuesto, la genial portada que Alfonso Azpiri diseñó para él. Un lujo de entretenimiento se mire por donde se mire; pero difícil, coño, muy difícil.

23 comentarios a “‘Abu Simbel, Profanation’ era jodidamente difícil”

  • abu:

    hombre, usando Pokes si te lo pasabas, JA JA JA JA !!!! Pero claro eso era trampa……….

  • Baltimore:

    Yo tuve el Abu Simbel para Spectrum y lo recuerdo igual de difícil que los demás, por lo que ya sabemos, que no se podían guardar las partidas. Me daba cuenta de que lo máximo que logré después de reiteradas veces, siempre era el mismo nivel y no avanzaba más. Si a parte de esto, es como tú dices, más enrevesado.. pués vaya juego torturador! jajaja

    El que más me enganchó fue el Phantomas, que si no recuerdo mal también era de Dinamic.

  • Caminante:

    Yo lo tenía pokeado, y lograba llegar al final. Pero tenía un problema: mi tele era en ¡BLANCO Y NEGRO!, con lo que ya se convertía en una broma macabra lo de elegir el color.

  • briefer:

    El Airwolf era aún más jodido.

    A mi los que más me engancharon fueron el Batman, el Head over Heels, y el Ranarama. Que tardes más buenas pasaba…

  • Vicieta:

    Lo único que recuerdo de este juego es la desesperación de morir una y otra vez sin saber qué había que hacer ni a donde ir, menuda tortura.

  • pepe:

    Increiblemente bueno el juego, me vienen a la mente tambien juegos como el Sabre Wulf, Manic Miner, Jet set willy o knight lord

  • Yorchus:

    Hombre, no era tan difícil, en aquella época los había mucho más jodidos. Yo me lo pasé con 8 añitos, y eso que mi pantalla (de un amstrad 464) sólo tenía tonalidades de verde y lo del diamante era una risa.

    El Sir Fred, los Cauldron 1 y 2, o los últimos niveles del Saboteur 2, esos sí que eran jodidos.

    Y los que he tenido que esperar 15 años para poder petármelos con un emulador han sido el primer Batman y el Head Over Heels, esos sí que son juegos hechos por y para dementes.

  • Zor:

    Pues yo lo consegui, de hecho creo que habia un premio para quien consiguera pasarselo entero, pero habia una fecha limite, y a mi no me lo habrian aceptado.

    Yo lo consegui con los pockets y las vidas infinitas :P, si es trampa lo se, pero es que si no es asi no habia manera de pasarselo.

  • Tremendamente jodido, doy fe. Lo intenté en cientos de ocasiones y jamás llegué al final. Sufrí todas y cada una de las torturas de las que hablas, y la peor, sin duda, fue la de gastar todas tus vidas al caer en un foso.

    Ni que decir tiene que conservo tanto mi Spectrum 48k y mi +3 y este juego original, entre otros de Erbe y Dinamic.

  • famufa:

    Efestiviwonder, era difícil de cojones. Además en esa época no teníamos todavía el gen del manejo de videojuegos en el mapa genético del freak, era aún más difícil por eso. Yo reconozco que no lo acabé. Mea culpa, probablemente, por poco tenaz.
    Otro que me sacó canas (pero entre unos amiguetes nos curramos el mapa) fué el Atic Atac. Todavia recuerdo el pollo cuando te estabas quedando famélico… arrggg. Luego sacó el mapa del castillo MicroHobby, como siempre….

    Que tiempos…

  • El primer juego que compré contrareembolso. Sublime y genial. Jugué cientos de horas y llegué a terminarlo tras memorizar pantalla por pantalla el movimiento de los bichos.

    Un juegazo.

  • Jordi:

    Yo también tuve este juego y llegue hasta el nivel del diamante, lo recuerdo perfectamente, pero no pasé nunca de ahí. También recuerdo el Sir Fred y la bruja del Cauldron, mucho más complejos y dificiles, otro muy dificil era el de una bola que iba rebotando por un mundo que podía cambiar de color y rebotaba de formas incontrolables. Juegos míticos y adictivos donde los haya, aun conservo las cintas del spectrum y mi padre copiando en las cintas los juegos que emitían a través de la radio a una hora determinada de la noche xD

  • Borja:

    Impresionante juegazo… lo tenia para el Amstrad y era dificilisimo… no llegue a terminarlo…

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  • AlexFLCL:

    Yo lo tengo original en su cajita 🙂

  • pepe:

    Buenos tiempos, de cuando Dinamic hacía grandes juegos.

    Luego llegó el PC y no supieron adaptarse. Pasaron además muchos años hasta que alguien sacó juegos tan malos y tan llenos de bugs como los últimos PC Fútbol.

    Eso sí, a Micromanía nunca le importó. ¿PC Fútbol en la portada?. 10/10.

  • Juanjo:

    Yo aún tengo grabado en mi memoria el sonido de la gota de la primera pantalla (ticu tiqui, ticu tiqui, ticu tiqui,…) Era un juego que te daban ganas de sacarte los ojos con tenedores y de lo mejor de esos años.

  • El phantomas2 seguro que era hecho por estos locos 🙂 menudo martirios!

    El pantis estaba chupao … pero que hay de al army moves? no me llegue a pasar la primera fase nunca… habre que retomarlo y volver a probar…

    Yo empecé a hacer un remake del valkyr (http://www.youtube.com/watch?v=rKA-_KNVqZo) lo he hecho exacto al original y ninguno de mis amigos puede pasar del nivel uno. Es lo que tienen los juegos de los 80!

    Si alguien quiere probar el remake que estoy haciendo que me mande un correo porque no puedo publicarlo por si hubiera movidas de copyrights y tal… a ver si me pongo y lo cambio…

  • Manolo Jiménez:

    Desde aquí un saludo para Victor. Macho, a mi grupo de amigos nos hiciste pasar las mejores tardes de invierno de mi vida. Cada uno jugaba una vida, a ver quién pasaba más pantallas… jodido! era difícil, eh!

  • cesc:

    Ostras lo acabo de descargar y estoy jugando con mi PC con mi hijo de 10 años (pesa 2mb jajaja)… Genial… No he leido en el artículo lo siguente, y es que el ABU SIMBEL nos abrió (al menos a mi) el mundo de los trucos ya que si le dabas a las teclas VICTOR podías elegir en cual de las 50 (creo que eran 50) pantallas podías estar… Por cierto, lo de las 50000 ptas no, ¿no era cierto? hubiera jurado que si.
    Gracias a Victor por tan buenos ratos pasados.

  • […] Una de las mayores “gracietas” del juego es que en la pantalla 10 del mismo aparecía un diamante que podía variar de color según la partida. Al llegar a la pantalla 36, si llegabas, debías escoger un color de una serie de ellos que debía coincidir con el del diamante mostrado en la pantalla 10. Imaginaros qué gracia le debía hacer eso a un amigo mío que tenía un Amstrad con monitor de fósforo verde. Echando la vista atrás, no recuerdo cómo pasé eso pues en ningún momento te dan una pista para relacionar el color a escoger con el susodicho diamante ¿será que soy un superhumano con cerebro hiperdesarrollado? la respuesta vuelve a ser no. De este acertijo, como digo, no recuerdo un carajo y he tenido que sacar la información de aquí. […]

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