Metaleyenda urbana: la leyenda de la leyenda de ‘Polybius’

'Polybius'

‘Polybius’

Me encanta meterme en estos jardines, y es que no puede haber algo más entretenido en los suburbios digitales que el hecho de que una leyenda urbana se convierta en leyenda urbana por sí misma, y que todos los repijiflautas en sus repijiblogues casquen del asunto como si hubieran estado allí el mismo día preciso en que sucedió la movida.

Las leyendas urbanas siempre tienen una base real. Cuando oímos hablar del cadáver congelado de Walt Disney, de los cocodrilos que viven en las alcantarillas de Nueva York, de los gatos bonsái o de cómo cocer un huevo con dos teléfonos móviles, podemos comprobar que existe una base verídica del asunto, es decir, Walt Disney existió como persona física real, Nueva York es una ciudad estadounidense y tiene alcantarillas, los gatos son felinos domésticos auténticos y los huevos y los teléfonos móviles son verídicos como objetos visibles y tangibles, aunque no tengan nada que ver entre sí ni estén relacionados por cocción milagrosa alguna.

Supuestas imágenes de 'Polybius'

Supuestas imágenes de ‘Polybius’

El caso de ‘Polybius‘ es muy curioso. ‘Polybius’ fue un supuesto videojuego ochentero, de los de maquinita en sala de recreativos. Y digo «supuesto» porque nunca nadie lo vio, no ha quedado evidencia alguna de que existiera y jamás se han encontrado pruebas gráficas verídicas de su paso por este cosmos. Pero claro, cuando algo jugoso se convierte en fábula, se crea un halo de mito y de falacia a su alrededor, por lo que es muy posible que nos topemos con personas que conocen a personas que, a su vez, conocen a otras personas que jugaron a aquella máquina, que vieron morir de esquizofrenia a alguien que jugó a aquella máquina o que tienen el recuerdo de que una vez les contaron como alguien murió, aunque ya no recuerdan si fue por la máquina o de tanto pensar. Si es que…

Esto es algo así como la historia aquella de Ricky Martin, el programa de televisión ‘Sorpresa, sorpresa’, el perro, la niña y el bote de mermelada; que nunca nadie vio pero todo el mundo recuerda haber visto. La leyenda cuenta que ‘Polybius’ apareció en el año 1981 (desarrollado por Ed Rottberg, a la sazón ingeniero de Atari) en un salón de máquinas recreativas de Portland, Oregón. Junto a esta máquina, unas pocas más se distribuyeron después por la misma ciudad, a modo de prueba (¿de prueba de qué?). Se dice que todo aquel que jugaba a este juego sufría de alucinaciones, amnesia, mareos, vómitos, pesadillas nocturnas e incluso ansias y deseos de suicidio.

Los relatos de las personas que en su día dijeron que tuvieron la oportunidad de jugar a ‘Polybius’ hablaban de combinaciones de luces estroboscópicas y gráficos enmarañados, giros imposibles, vivos colores fluorescentes e incluso mensajes subliminales que animaban a quitarse la vida, entre otras lindezas varias. La supuesta muerte de un adolescente de trece años a causa de ‘Polybius’, dicen que hizo retirar todas las máquinas automáticamente de las calles. Y desde aquello nunca más se supo. Las posteriores paranoias ochenteras, empapadas en LSD, adornaron el bulo con conspiraciones gubernamentales, hombres de negro y pruebas de resistencia militar. En fin.

Supuesta pantalla inicial de 'Polybius'

Supuesta pantalla inicial de ‘Polybius’

Más allá de la discusión de que un videojuego pueda producir un efecto epiléptico en una persona (hoy algo más extendido en este mundillo, pues hasta las grandes marcas de ocio incluyen mensajes de precaución en sus títulos, pero muy poco claro), habría que preguntarse por qué nadie puede aportar ni siquiera una prueba de la existencia de ‘Polybius’. No hay fotos (más que una pequeña imagen −a continuación− aparentemente falsa), no hay placas de circuitería, no existe ninguna ROM del juego, ni la empresa que lo creó existe, ni la persona que lo programó de pronuncia… Sólo gente que dice que le han dicho que a alguien le han dicho…

Lo más gracioso de este tema es que, y como comentaba al inicio, la leyenda urbana de ‘Polybius’ se ha convertido, en sí misma, en una leyenda urbana propiamente dicha. Los internautas hablan y hablan de entradas en los blog, de páginas web, de vídeos y audios que cuentan el mito urbano de ‘Polybius’. Y repiten y enlazan y comentan y analizan escritos de otros que han copiado de otros que, a su vez, copiaron de otros anteriores; y así hasta el origen de los tiempos (¿qué fue antes, el huevo o la gallina?).

Supuesta foto original de un arcade de 'Polybius'

Supuesta foto original de un arcade de ‘Polybius’

Esta entrada no pretende retroalimentar la metaleyenda, sino desmontar el hoax por completo. Señores, ‘Polybius’ nunca existió; sin más. Algo de hace treinta años de lo que no se tiene constancia fehaciente es más que probable que no viera nunca la luz, a no ser en la mente de algún perturbado, de algún alborotador o de algún graciosillo trolero cabalgando a lomos del Usenet de los noventa. Y no, las teorías de la conspiración no me valen en absoluto, ya hay demasiadas.

Es increíble que de algo inexistente se puedan encontrar imágenes, vídeos, reconstrucciones, emuladores y todo tipo de material en Internet. ¿Todo falso? Hombre, pues sí. El «si no lo veo no lo creo» debe ser el modus vivendi de nuestra existencia, y más en el hoy digital en el que todo se puede adulterar, simular, deformar, desfigurar y tergiversar sin apenas medios, escrúpulos y miramientos.

Hombre, siempre hay que dejar abierta una rendija de la puerta a una posible explicación de algo inexplicable a primera vista. Pero eso me lo voy a callar, porque si no, este post no habría tenido ningún sentido.

Guiño en 'Los Simpsons' a 'Polybius' (nótese el "Propiedad del Gobierno de EE.UU.")

Guiño en ‘Los Simpsons’ a ‘Polybius’ (nótese el «Propiedad del Gobierno de EE.UU.»)

4 comentarios a “Metaleyenda urbana: la leyenda de la leyenda de ‘Polybius’”

  • […] Metaleyenda urbana: la leyenda de la leyenda de ‘Polybius’ […]

  • rau:

    Yo siempre me creí lo del huevo y los dos móviles, y de hecho me lo sigo creyendo a día de hoy – es algo que tiene sentido.

    ¿Has probado a estar hablando con un smartphone durante una hora? A los diez minutos te empiezas a quemar la oreja. ¿Dos teléfonos lado a lado de un huevo durante una hora en marcha? Cuecen un huevo y si me apuras dos.

    Ahora con el verano es poner el runkeeper y que el móvil arda a partir de los cinco minutos de uso.

  • garibolo:

    Pues menuda tontería rau, t quema la oreja porq llevas una hora con el smartphone pegado a la oreja, no porq el smartphone despida algun tipo de radiación mágica jajajajaja……

  • Montano:

    Bueno, radiación mágica no, radiación NO ionizante si.
    Y los hornos microondas funciona con dicha radiación. Ahora ni de broma la radiación que produce un móvil es tan potente como la de un microondas.

    Y ante que me digan cualquier cosa, aclaro mi postura: Yo no creo que sea posible cocinar un huevo con dos móviles.

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