Paco Menéndez: genio y figura hasta la sepultura
Paco nació en Avilés, Asturias, en 1965, por pura casualidad. La actividad profesional de su padre, César Menéndez Roces, provocó un gran número de mudanzas y traslados de la familia que se tradujeron en la variada geografía donde nacieron sus hijos. Tuvo la increíble suerte de que el instituto donde cursaba 2º de BUP, a principios de los ochenta, fue uno de los primeros institutos españoles en incorporar la informática a las aulas. Ese detalle curricular cambiaría su vida para siempre.
Aprendió a programar en lenguaje BASIC aporreando el teclado de un rudimentario Commodore PET, por aquel entonces un cacharro que prácticamente procesaba a pedales. En aquellas clases de informática coincidió con dos compañeros de instituto, Carlos “Charlie” Granados y Fernando Rada. Los tres se sintieron apasionados por el mundo de los ordenadores, pero Paco comenzó a destacar en el manejo de la máquina de una manera insólita.
Dos años después, cuando los chavales tenían sólo 17 años, acudieron a la madrileña feria SIMO, uno de los eventos informáticos y tecnológicos más importantes de España que ha sobrevivido (a duras penas, últimamente) hasta nuestros días. En aquel recinto, un representante de la empresa Indescomp, una de las primeras compañías españolas de videojuegos, les observó toquetear un ZX81. La destreza con la que manejaban la máquina les otorgó una buena oferta de trabajo por parte de Indescomp, que en aquel entonces estaba preparando la llegada de los primeros ZX Spectrum a España. La oferta fue aceptada, y los tres muchachos pasaron a las filas de la distribuidora.
Su misión inicial fue la de traducir y adaptar los juegos de Spectrum (y, posteriormente, Amstrad CPC) anglosajones para el mercado patrio. Pero, y debido a sus conocimientos, también se les encargó el desarrollo de los primeros títulos de marca española. De aquel trabajo nacería ‘Fred‘ en 1983 (conocido en el Reino Unido como ‘Roland on the ropes’) que, junto con ‘La pulga‘ (1983), programado por otro grande de la época, Paco Suárez, se convirtió en uno de los primeros juegos profesionales españoles comercializados a nivel internacional.
En tiempos posteriores, Indescomp dejó de prestar atención al software para dedicarse casi en exclusiva a la venta y distribución de hardware, gracias a un acuerdo con Amstrad. Aquella decisión dejó prácticamente fuera de juego a los tres muchachos, por lo que decidieron marcharse y crear su propia empresa de videojuegos llamada Made in Spain, junto con un tercer joven, Camilo Cela. Como curiosidad, comentar que este Camilo Cela ha saltado a la palestra informativa treinta años después por ser el presidente de USCA (Unión Sindical de Controladores Aéreos) durante el rifirrafe que mantuvo, la pasada Navidad, el gobierno español con los controladores aeroportuarios.
Los cuatro componentes de Made in Spain dieron a luz uno de los juegos más laureados y reconocidos del panorama de ocio digital de la conocida como época dorada del software español: ‘Sir Fred‘ (1986). Orientado inicialmente como la segunda parte de ‘Fred’, poco tuvo que ver al final. El enfoque del programa cambiaba radicalmente, encauzándose prácticamente hacia la videoaventura y resultando en una complejidad de movimientos y manejo que muy pocos supieron comprender. El afán de superación de Paco Menéndez mucho tuvo que ver en aquel título, ya que siempre pugnaba consigo mismo para hacer algo mucho mejor que lo anterior.
‘Sir Fred’ no obtuvo demasiado éxito en Gran Bretaña. Los ingleses gustaban de juegos sencillos, que fueran fáciles de manejar, y este no era precisamente eso. La multitud de combinaciones de movimientos que se podían imprimir al personaje, hacían de ‘Sir Fred’ un título bastante complicado de controlar, sin embargo, todas las voces alabaron su calidad técnica y el paso adelante que supuso en el mundo de la programación de la época.
La distribuidora de ‘Sir Fred’ en Inglaterra fue Mikro-Gen, compañía bastante popular por haber editado videoaventuras de calidad como las de la saga de ‘Everyone’s a Wally‘. La empresa no cumplió a nivel económico, lo que encabronó sobremanera a los chicos de Made in Spain, sobre todo a Paco. Tras pocos años en el mundo del desarrollo videojueguil, Menéndez descubrió que lo importante no era la creatividad ni la técnica, sino el negocio puro y duro. Vamos, que se dio de bruces contra la realidad.
En aquel momento ya anunció que abandonaría el mundo de los videojuegos, pero deseaba crear un último título que tenía en mente y que superaría todas las expectativas para las máquinas de la época. Los componentes de Made in Spain decidieron crear su propia distribuidora (en 1986) para huír de los tiburones del mercado y controlar desde el principio hasta el final ellos mismos sus productos. Aquella distribuidora fue la mítica Zigurat. Paco decidió no entrar en el proyecto, porque seguía creyendo férreamente en el ingenio y deseaba escapar del vil mundo de los negocios.
Separado ya de sus amigos, resolvió embarcarse en ese último propósito que le roía la sesera (tras desarrollar el poco conocido ‘Sophos’, un diseñador de circuitos impresos para microprocesadores) junto con el futuro arquitecto, y amigo de la infancia, Juan Delcán. Aquel último juego que deseaba programar llegaría a ser un hito en la historia de los videojuegos, una de las más grandes obras maestras, posteriormente versionada y reconstruida hasta la saciedad: ‘La abadía del crimen‘ (1987). El juego, basado en la magistral novela de Umberto Eco ‘El nombre de la rosa‘ y distribuido por Opera Soft, debía llevar como título el mismo que el libro, pero desavenencias entre Opera Soft y Eco llevaron a no conseguir los derechos del nombre. Dicen las malas lenguas que Umberto Eco no llegó nunca a comprender que era aquello de un videojuego, y que por eso no otorgó el permiso a la compañía española.
‘La abadía del crimen’ se desarrollaba en escenarios de perspectiva isométrica, algo inaudito para el momento y lo que más se asemejaba a las tres dimensiones que hoy conocemos. Llevó un año producirlo, con la programación de Paco y los diseños de Juan, mediante un software que el propio Menéndez había desarrollado para su amigo. Según el propio Juan Delcán, «él (Paco) tenía una manera muy particular de programar, no lo hacía delante del ordenador, sino que se paseaba de un lado para otro, dando vueltas con las manos entrecruzadas en la espalda, pensando. Se podía pasar así una hora, a veces más, y, de repente, se le iluminaban los ojos y se sentaba delante del computador y, de corrido, escribía las líneas a una velocidad tal que parecía poseído, con los brazos extendidos y su cara lejos de la pantalla. Era como ver a alguien tocar el piano, su cabeza ya no pensaba, sino que se limitaba a ejecutar lo ya decidido».
Tras el éxito de ‘La abadía del crimen’, Paco Menéndez decidió retirarse completamente del mundo del videojuego. Se sentía más ingeniero en telecomunicaciones (lo que estudiaba mientras trabajaba) que programador informático al uso. Además, creía imposible mejorar ‘La abadía del crimen’ con la tecnología de aquella época y no en menos de un año, algo que iba contra sus principios, opuestos a una industria feroz en la que primaba más el consumo fácil y rápido que la creatividad y la apuesta por la innovación.
Se concentró pues en terminar su carrera, mientras trabajaba en un proyecto de procesamiento de datos en paralelo, gracias al cual esperaba conseguir un buen puesto de trabajo; no era muy ambicioso, se conformaba con trabajar en algo que le gustara. Denominó al proyecto «Memoria matricial inteligente», basado en la idea de que la memoria de un ordenador, además de almacenar datos, pudiera ejecutar instrucciones de manera simultánea, lo que supondría una alta paralelización a bajo coste (ordenadores que multiplicarían su potencia a un precio muy inferior). Una idea ingeniosa que, lamentablemente, nunca vio la luz.
Paco se arrojó al vacío desde su apartamento de Sevilla en 1999, falleciendo al instante con sólo 34 años. Al parecer, diversas presiones a las que estaba sometido, junto con la gran inversión que había acometido para su proyecto, provocaron el fatal desenlace. Sin embargo, desde el abandono del mundo de los videojuegos hasta el día de su muerte, la verdad es que su historia ha representado un auténtico misterio. Muchos hablan de oscuras conspiraciones, manos negras a las que asustaban sus investigaciones y otras extrañas paranoias varias. Personalmente no creo nada de eso. Su hermana, Malena Menéndez, declaró en cierta ocasión que «todo eso es falso. Fue una sorpresa para todo el mundo, nada hacía pensar lo que iba a pasar».
Paco dijo una vez una frase que ha quedado para los anales de la historia del mundo del ocio digital: «Prefiero el reconocimiento de la gente al dinero«. Esta sentencia pone de manifiesto la calidad humana y profesional que tenía este muchacho, alejado siempre de la industria y del negocio que envilece a los grandes genios como él. Desde aquí, nuestro pequeño recuerdo para un hombre íntegro.
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No tenía ni idea del personaje en cuestión, eso sí, por supuesto que conocía la Abadía del Crimen… ahora hace que sienta aún más aprecio por ese maravilloso juego.
Me ha gustado mucho el articulo, muchas gracias.
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Felicidades, el artículo es magnífico.
Siempre me he preguntado por qué es tan fácil que un genio se suicide… Y tan difícil que lo hagan los muchos tontos que nos rodean.
Es muy importante tener memoria historica y saber este tipo de cosas…
Muchas gracias
articulo MUY interesante.
Yo también jugué a La Abadía del Crimen, y aprendí con el Spectrum, hay ciertas épocas que marcan.
Me he alegrado mucho al leer esta entrada acerca del gran Paco Menéndez. Por mi edad, no viví esa época -al menos, no de manera directa-, pero sí siento admiración por su figura y su gran capacidad de trabajo e inventiva.
Hace un año y pico hicimos en Uniradio, la radio de la Universidad de Huelva, un pequeño homenaje en dos entregas a Paco, con bastantes referencias a hechos que has puesto en tu entrada.
http://www.youtube.com/watch?v=16biPA5e6rs
http://www.youtube.com/watch?v=gTGRjrE3hNQ
Quien va relatando la vida de Paco en los audios soy yo. 😛
Descanse en paz
grande… y grandes recuerdos con esos juegos
ahora los relacionaré además ,con una gran y sensible persona desgraciadamente fallecida
[…] » noticia original Esta entrada fue publicada en General. Guarda el enlace permanente. ← Impactante video desde el Aeropuerto de Sendai cuando llega el tsunami La desaparición de abejas ya es un problema global → […]
Un buen artículo y muy bien documentado. Enhorabuena. 🙂
Buenísimo artículo. Yo fui uno de tantos que jugó a la Abadía del Crimen a finales de los 80´s, pero no tenía ni idea de la historia que tenía detrás.
Desde luego la Abadía fue el mejor juego de aquella época y uno de los pocos que todavía recuerdo.
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Paco Menéndez Francisco “Paco” Menéndez murió cuando contaba tan sólo 34 años de edad. Se suicidó arrojándose por la ventana de su vivienda en Sevilla, acosado por multitud de presiones psicológicas y financieras ……
http://en.m.wikipedia.org/wiki/Batman_(1986_video_game)#Batman
[…] » noticia original […]
Los genios tienen en su cerebro a su mejor amigo y a la vez a su peor enemigo, la capacidad de analizar tanto y poseer tanta claridad te puede jugar malas pasadas mientras los ignorantes tienen en su cerebro a su mejor compinche para continuar con sus mediocres vidas.
Simplemente comentar que ya había juegos con perspectiva isométrica antes de la abadía… y muy conocidos por cierto, lo que desmerecen para nada la joya que hizo Paco.
Siempre ha sido un referente en mi infancia y también en mi madurez. Lástima que este chaval se quitara la vida, nunca sabremos a la que hubiera podido llegar.
Donde estés, Paco, en ese paraíso de ocho bits, espero que estés bien y tengas el descanso que te mereces.
Estos tíos eran compañeros míos de clase cuando estudiaba física en la Autónoma a principios de los ochenta.
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[…] Reproduzco íntegramente el artículo que podéis leer aquí. […]
Desconocia la historia y la verdad es un triste final para un genio como el. La Abadia del crimen es un gran juego de la epoca dorada española, por no decir el mejor.
[…] ni la técnica, sino el negocio puro y duro. Vamos, que se dio de bruces contra la realidad. Artículo sobre Paco Menéndez, uno de los creadores de videojuegos más importantes de la época del ZX Spectrum Reflexiones, […]
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La muerte de Paco, mi querido hermano, no tiene nada que ver con presiones, ni económicas ni personales. Era un tio feliz, lo tenía todo, pero enfermó. La depresión es algo terrible y, cuando le cae a una pedazo de persona como era Paco, nadie a su alrededor puede imaginar que se la pueda llevar por delante. No nos dejó saberlo y no pudimos ayudarle, y esto se hace muy duro de llevar a cuestas. Por favor, respetad su muerte.
Malena: Hoy he conocido el suceso de tu hermano después de tantos años. No lo sabía al estar alejado del mundo de la informatica. Aprendí informatica por el spectrum y un día me llamó una amiga para que diera clase en un bajo de la ciudad de los periodistas. Así conocí a tus padres y a tu hermano, no se si a ti también.
Hoy al conocer la noticia de tu hermano Paco han venido muchos recuerdos a mi mente. Entiendo lo que es una enfermedad psíqica y la impotencia ante ella. Pero seremos mas fuertes.
Ha pasado mucho tiempo pero si puedes da mi apoyo y recuerdo a tu madre Malena Cesar y hermano. Y por supuesto a ti.
Fernando Profesor informatica Mister Chip años 1989-97
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calida la historia
que la cuenten
@Malena Menéndez: ciertamente, la depresión es algo terrible, especialmente tratándose de una persona inteligente como Paco, aún peor.
Recuerdo bien el día, unos días antes cerrar la empresa, que entré en el despacho a hablar con él, para animarle, para decirle que podíamos reconducir el tema por otra línea de negocio dentro del procesamiento paralelo….que dentro de 6 meses, todo arreglado, que descansara un poco mientras tanto… y salí hundido. No me dejó ninguna fisura por donde entrar. No sirvió nada de mis experiencia como amigo, como agente de ayuda, ni como socio, ni como nada. La depresión, en un tío inteligente como él, es desoladora.
Yo, y los demás que lo conocimos en Sevilla, nos acordamos de vez en cuando cuando estamos tomando cervezas, como hacíamos con él, … «esta por el Paco, donde quiera que esté el mamón este…» 🙂
y siempre terminamos con el día que se vino a mi casa, justo antes del día fatídico, con el carlitos, a ayudarme a colocar unos muebles en mi recién estrenada casa… cuando llegamos a su casa… bromeando y echándonos las culpas (merecidas) de haber llegado tarde y un poco borracho a casa …. de Maria José, su pareja por entonces…
Fue un día triste porque fue la última vez que lo ví, y egoistamente, me encantaría que estuviera aquí, pero me alegro enormemente de haber tenido la suerte de haberlo conocido, de compartir proyectos, de reírme con él y echar esos ratos de acampada, de cuaderno en mano mientras resolvíamos detalles de la arquitectura, y charla humana, de lo divino y de lo humano …
Paco, donde quieras que estés, un abrazo bien fuerte!
Que fue del proyecto de las memorias, se continuo?
Un genio, una lástima. Pero siempre nos quedará su legado. Sin duda la edad de oro del software español no hubiese sido lo mismo sin él.