Las descargas directas, esas grandes olvidadas

Rapidshare

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Hace unas semanas, con referencia al post en este blog sobre las calidades de las películas descargadas, me apuntaba por mail un lector que únicamente hacía referencia a software P2P a la hora de comentar las formas en las que se pueden descargar contenidos. Efectivamente, craso error.

Y es que las descargas directas son las grandes olvidadas en este mundo del intercambio. La posibilidad de descargar una película de forma directa desde una página web no se nos suele pasar por la cabeza como primera opción, al menos a la gran mayoría, y tendemos a tirar de la mulita o programa similar. Esto no debería ser así, porque nos estamos perdiendo un mundo de posibilidades en el que las tasas de transferencia y la continuidad de la descarga hacen de él sus mejores bazas.

Pero es que encima, y para más inri, existe una tercera posibilidad amén de los programas P2P y las descargas directas, que son las visualizaciones online de contenidos. Disponemos de la opción de visualizar la última peli de terror que más nos mola sin necesidad de descargar un sólo byte (esta aseveración sería formalmente incorrecta para un ingeniero en telecomunicaciones pijo), disfrutando del cine en línea en nuestro ordenador.

Los servicios más conocidos que ofrecen películas para descargar de manera directa son Megaupload y Rapidshare. Sí, ya sé que hay muchos más, pero me centraré en estos por ser los más utilizados según mi criterio. En realidad, estas webs son meros discos duros virtuales que nos ofrecen un montón de espacio para subir nuestros archivos. Son proveedores de almacenamiento gratuito en línea. Que queremos hacer unas copias de seguridad de nuestras últimas fotos de manera remota para tener un respaldo más por si acaso, pues las subimos a estos alojamientos. Con el añadido de que, una vez subidas las fotos en un archivo comprimido por ejemplo, podemos enviar el enlace de la descarga a nuestros familiares para compartir esas fotos con ellos, cosa que habría sido de todo punto imposible por otras vías, como el correo electrónico, debido al tamaño del fichero.

Pues bien, estos servicios han terminado por convertirse en repositorios de películas, música y diverso material que se puede encontrar también en las redes peer to peer. Sin embargo las virtudes que nos ofrecen las descargas directas pueden hacernos cambiar de método de acceso a la cultura en un pis pas. Las principales ventajas son la velocidad y la continuidad de la descarga, ya que hay que tener en cuenta que no es más que bajar un archivo de una página web. Las tasas de transferencia que ofrecen estos alojamientos son bastante altas y, por supuesto, es un archivo que comienza a bajar de inmediato y no se detiene hasta que termina, al contrario de lo que ocurre con programas como eMule o Azureus.

La ingente cantidad de material que se puede encontrar en estos sitios ha dado lugar a la aparición de webs alternativas que se dedican a recoger, ordenar y clasificar los contenidos para que le sea más sencillo al usuario encontrar lo que busca. Ejemplos muy interesantes de estos sitios web son Películas Yonkis, PelículaOn o conDescargaDirecta, donde puedes acceder y simplemente buscar lo que necesitas para dar con los enlaces (generalmente alojados en los comentados Megaupload y Rapidshare) que te llevan a la descarga directa. En algunos sitios será necesario registrarse (en conDescargaDirecta, por ejemplo), pero la mayoría te brindarán los enlaces sin más, incluso con diversas posibilidades para elegir.

Además, en estas páginas dispones casi siempre también de accesos a la visualización online de la película, con enlaces que generalmente apuntan a Megavideo, que es el sitio hermano de Megaupload, dedicado exclusivamente al alojamiento de vídeos y películas para visionar en línea. Todo un abanico de posibilidades para hacer de la experiencia del cine algo más cercano y accesible.

Pero siempre tiene que haber un pero. No todo es tan bonito como lo pintan, es un poquito más feo, aunque no mucho. El inconveniente de webs como Megaupload, Megavideo o RapidSearch es que todas ellas disponen de accesos gratuitos y de cuentas premium de pago. Si no quieres pagar un céntimo podrás bajar películas, pero a menos velocidad que si pagas. También tendrás que esperar unos cuantos segundos antes de comenzar la descarga, no podrás descargar más de un fichero a la vez, tendrás un límite diario de bajada, soportarás publicidad y otras peguillas. Además, en la visualización online tendrás también un límite diario de minutos que, una vez se haya cumplido, no te permitirá visionar un segundo más de ninguna película alojada hasta el día siguiente.

Escollos todos estos que, si bien pudieran parecer importantes, a veces no lo son tanto. Si queremos bajar cuarenta películas al día, a todo meter y todas a la vez, pues no podremos. Pero una, dos o tres, de una en una y a velocidad aceptable, sí. Los segundos que hay que esperar son pocos y la publicidad no la miramos y ya está.

De todas maneras, una cuenta de pago de un mes de duración en Megaupload o en Megavideo cuesta hoy 9,99 €, y una en Rapidshare 6,99 €. No me parecen precios excesivos (sin tener en cuenta los buenos descuentos que hay por contratar más meses) para darse de alta durante un mes y descargar a saco toda la filmografía de Jorge Sanz.

Por supuesto la moda de las descargas directas no afecta únicamente al cine enlatado, sino también a la música, los videojuegos, las series de televisión, etcétera. Series podrás descargar desde las mismas webs comentadas, música desde sitios como Mp3Release o Nuncamas.org y videojuegos desde Gratis Juegos o Juegos Completos. Pregunta al tito Google porque encontrarás también descargas directas para software, libros, manuales y todo aquello que te imagines y se pueda descargar.

Y, por si te interesa, existe software gratuito para gestionar las descargas directas de estos sitios. Hay varias opciones, pero yo te recomiendo Cryptload, un programita que lo puedes poner en castellano y es muy fácil de manejar. Sólo hay que agregarle las direcciones de los archivos que queramos y él hará una lista de descarga que irá automáticamente gestionando, esperando los segundos de rigor, descargando y esperando las horas necesarias si se sobrepasa el límite de transferencia.

También existen servicios web y plugins para navegadores que eliminan las trabas de Megaupload y Rapidsearch, pero eso lo buscas tú que yo no te lo voy a contar. ¡Ea! Tampoco cuesta tanto aceptar las normas de un servicio que de por sí ya es gratuito.

1 comentario a “Las descargas directas, esas grandes olvidadas”

  • Andoni:

    Supongo que no lo habrás puesto a propósito, pero las «peguillas» que tienen las cuentas gratuitas, son facilmente solucionadas preguntando también al tito google…y desde luego nada engorrosas ni raras. De esta manera te puedes ver hasta 4 películas (lo k el cuerpo te aguante) seguidas si quieres.

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