ALT+255, ANSI.SYS y otros secretos del AUTOEXEC.BAT que nos hacían poderosos

Hubo una época en la que encender un PC era un ritual. No bastaba con apretar el botón y esperar, había que afinar el sistema operativo como quien templa las cuerdas de una guitarra desafinada por la humedad. El verdadero usuario de MS-DOS, el que tenía cicatrices de guerra en forma de sectores dañados, conocía el alma de su máquina: el dúo dinámico formado por AUTOEXEC.BAT
y CONFIG.SYS
. Y dentro de ese templo de inicializaciones místicas, se escondían pequeños conjuros oscuros, secretos que hoy suenan a hechizos: ANSI.SYS
, ALT+255
, PROMPT
, CTTY
, LH
, DEVICEHIGH
, etcétera.
ANSI.SYS
era el chaleco de lentejuelas de MS-DOS. Cargándolo desde CONFIG.SYS
, uno podía usar secuencias ANSI para decorar la consola con colores, mover el cursor, crear menús interactivos y —aquí viene lo jugoso— redefinir teclas. Con una línea bien puesta en el AUTOEXEC.BAT
podías hacer que, por ejemplo, pulsar F1
lanzara QBasic, o que al pulsar la tecla X
se abriera Norton Commander como si fuera magia. Más de uno se creyó un hacker por conseguir que al escribir «hola» se ejecutara un DIR /P
. El efecto era tan espectacular para la época que en el instituto te convertías en el gurú informático si sabías hacer algo así, aunque fuera copiado de una revista.

AUTOEXEC.BAT
consistía, en el fondo, en algo así como tu pequeño manifiesto personal. Desde ahí lanzabas los TSR (residentes en memoria), ajustabas la ruta del sistema, cargabas el teclado en español, dabas un poco de amor a la tarjeta de sonido con sus variables de entorno y, si eras un poco canalla, ponías un ECHO
con mensajes intimidatorios al arrancar: «Sistema encriptado. Acceso restringido. FBI monitoring active». Le daba ese toque Matrix antes de que Matrix existiera.
Aquel ecosistema de pantallas negras y texto parpadeante era todo menos amigable, pero también era infinitamente moldeable. No tenías un entorno gráfico que hiciera el trabajo sucio por ti: tenías que pelear con la máquina. Y en esa pelea, el que sabía usar ANSI.SYS
, el que conocía los códigos ALT
, el que recitaba de memoria la diferencia entre SET BLASTER
y SET PATH
era un dios menor del instituto, una suerte de chamán digital que podía hacer cosas que parecían brujería.

Y si AUTOEXEC.BAT era tu carta de presentación ante el sistema, el comando PROMPT
era el marco dorado que la adornaba. Con PROMPT
podías modificar el aspecto de la línea de comandos a voluntad: mostrar la hora, el directorio actual, el número de unidad e incluso insertar colores si jugabas bien tus cartas con ANSI.SYS
. Pero el verdadero arte estaba en poner mensajes personalizados que aparecían como si fueran parte del sistema. ¿Quién no tuvo alguna vez un PROMPT
que decía algo como [SISTEMA SEGURO C:\>]
o [\u@\h \w]\$
(intentando emular bash antes de que supiéramos qué era bash)? Eran tiempos en los que maquillar el mensaje del DOS era una forma legítima de expresarte, como tunear una Vespa con calaveras y luces verdes.
Luego estaba CTTY
, un comando tan oscuro como potente. Cambiaba el dispositivo de entrada y salida del sistema. Lo que en la práctica significaba que, si lo sabías usar bien (o mal), podías bloquear el teclado, redirigir la consola a otro puerto o incluso dejar el sistema mudo e inservible si te pasabas de listo. Muchos bromistas de aula de informática jugaban a poner CTTY NUL
en un AUTOEXEC.BAT
ajeno y luego observaban cómo la víctima reiniciaba su PC solo para encontrarse con una pantalla negra y la impotencia absoluta. Era una forma de guerra fría con BIOS y disquetes como armas.

Los comandos LH
y
DEVICEHIGH eran los favoritos de los que se tomaban la optimización como un deporte olímpico. El objetivo era claro: liberar memoria convencional. Porque en los noventa, tener 640 KB libres era como tener un ático en Manhattan. Cualquier programa TSR que se pudiera cargar en la memoria alta era una victoria. Juegos como Doom, Monkey Island o Dark Forces exigían su trozo exacto de memoria convencional, ni un byte más ni uno menos. Y tú, con tu editor de texto y tus horas de ensayo y error, conseguías milagros. A veces, lograr ejecutar un juego requería una coreografía perfecta entre DEVICEHIGH
, HIMEM.SYS
, EMM386.EXE
y una plegaria al dios de los registros segmentados.
Y, como no, estaba el truco sucio por excelencia: ALT+255
. Una pulsación arcana que introducía un carácter ASCII invisible (el carácter 255, espacio sin romper). ¿Para qué? Para ponerle nombre a directorios o archivos que parecían vacíos o que no podías borrar fácilmente desde la línea de comandos. Un clásico: crear una carpeta llamada sólo con ese carácter y comprobar cómo el sistema se volvía loco al intentar acceder. Un truco barato pero eficaz para esconder juegos, fotografías «interesantes« o simplemente vacilar al compañero de turno.

Hoy todo eso ha desaparecido. Los sistemas operativos arrancan solos, se configuran solos, se actualizan solos y casi piensan solos. Pero con ello hemos perdido también esa sensación de control absoluto, de entender lo que ocurría bajo el capó, de meter las manos en la grasa del sistema operativo. Porque, reconozcámoslo, nunca te sentiste más poderoso que la primera vez que hiciste que tu PC dijera «Bienvenido, Pepito» al arrancar. Aunque fuera con un simple ECHO
.
Y que tengas un ordenador con solo 640k y que un virus me «robaría» 38ks y me lo dejaría casi inservible hasta que pude conseguir un antivirus de aquellos shareware que venían en las revistas de la época. Gracias me hizo.
Me acuerdo, yo me lo pasaba genial haciendo autoexec.bat de complejos menús, con acceso a varias funciones como antivirus, etc. Que tiempos!
Ufff… ¡qué recuerdos! Crear un menú de arranque con la memoria ajustada para poder ejecutar cada juego, poner MS-DOS en colores, cambiar los comandos para que estuvieran en español… y crear «virus» que bloqueaban el arranque mostrando mensajes apocalípticos… que se interrumpían con Control+C. Es cierto, te sentías poderoso haciendo que el ordenador hiciera exactamente lo que querías que hiciese. Y aprendías que, si algo era posible, con lectura, esfuerzo y perseverancia lo podías lograr.
Joder, totalmente de acuerdo. Siento una nostalgia abrumadora de este tiempo… Hoy, en cambio, vivimos rodeados de maravillas técnicas, pero más como usuarios que como aprendices. La promesa del conocimiento abierto —GitHub, foros, documentación infinita— es real, pero paradójicamente nos empuja hacia una fragmentación que hace casi inabarcable cualquier dominio completo. Saber hoy “un poco de todo” suele no ser suficiente, y “todo de algo” se ha vuelto una quimera.
Ese editor de texto es del MS-DOS v5, en las primeras versiones sólo había el EDLIN. Ese editor es una modernez, jejejejeje 😉
Saluditos,
Ferrán.
El crear pequeñas aventuras conversacionales usando archivos de proceso por lotes, renombrando archivos y ejecutando uno u otro. Que maravilla, sin duda nos hacían pensar una barbaridad.
Subir a memoria RAM un juego pequeño y ver que cargaba rápido como un diablo en vez de leer de disco (PACMAN en un 1512). Buenos tiempos para la lírica
Que le dice el autoexec al config ? Déjame en Path! xDD
[…] Lectura completa en teknoPLOF! – No hay nada como estar en 127.0.0.1 2220 ♥️ […]
al reves xD se cargaba antes!
¿Qué le dice CONFIG.SYS a AUTOEXEC.BAT?
¡Déjame en PATH!
Nada de eso puede compararse al Msx y su elegante msxdos, estáis perdiendo el tiempo, en el próximo evento vamos a poner en ridículo a todas estas webs de disturbios de la edad de oro