Elise, la niña secuestrada eternamente

Elise André

Elise André

Recibo un correo de esos de «envíaselo a todos tus contactos» que tanto me tocan los huevos, porque después de creerme alguno hace muchos, muchos años, todavía estoy esperando a que publiquen la lista de todos los fallecidos a causa del envenenamiento de la Coca-Cola, perpetrado por los secuaces de Saddam Hussein. Por cierto, también sigo esperando los doscientos y pico dólares que me tiene que abonar Microsoft por reenviar aquel e-mail que prometía que Bill Gates estaba repartiendo su fortuna

El caso, decía yo, es que recibo el cansino correo de la niña secuestrada. La chica de la foto que encabeza esta entrada es Elise André, una pequeña de cinco años que realmente fue secuestrada en marzo de 2009 (cuando contaba con sólo tres años y medio), pero que fue liberada en abril del mismo año. Vamos, que no es que la hayan vuelto a secuestrar, es que los que envían estos correos encadenados son imbéciles integrales con ínfulas de tontos del culo; o si no es que no me lo explico. 

La historia es de película de indios. Elise nació en Moscú, de madre rusa (Irina Yurievna Belenkaya) y padre francés (Jean-Michel André). Fue llamada, en un principio, Yelizavieta Bielienkaya, pero al mudarse la familia a suelo francés se le cambió el nombre por Elise André

La pareja y la niña (izquierda) e Irina con su hija (derecha)

La pareja y la niña (izquierda) e Irina con su hija (derecha)

Nos situamos en otoño de 2007. Tras varios años difíciles de convivencia matrimonial, el padre de Elise sospecha que su mujer quiere volver a Rusia con la niña de manera furtiva, por lo que consigue de la Prefectura del Departamento de Bouches-de-Rhone una orden que prohíbe a su esposa abandonar territorio nacional galo. La madre ignora la interdicción e intenta volar a Moscú, pero es detenida en el aeropuerto de Marsella junto con su hija. Este acto hace tomar medidas severas a Jean-Michel, solicitando el divorcio y la custodia de la pequeña. Ambas peticiones le serían concedidas meses después

Al día siguiente de su detención, Irina vuelve a intentar huir del país, y esta vez lo consigue, regresando a Moscú con Elise en brazos. La niña, al tener nacionalidad rusa (amén de la francesa), es automáticamente reconocida como potestad de su madre, ya que la ley rusa concede siempre la custodia de los hijos de padres divorciados a sus madres

En enero de 2008, las autoridades francesas emiten una orden de busca y captura internacional para localizar a Irina y devolver a Elise a Francia. Pero Jean-Michel, el marido, que era un tanto impulsivo, decide tomarse la justicia por su mano y volar a Moscú para recuperar él mismo a su hija. El 23 de septiembre de 2008 consigue localizar a la pequeña en la calle con su niñera, momento que aprovecha para, mediante engaños, hacerse con Elise y salir corriendo de allí. De forma instantánea, el gobierno ruso emite una orden de detención contra el francés e inicia una causa criminal por secuestro. Ambos progenitores son ahora presuntos secuestradores y están en el punto de mira de la justicia de los dos países. 

Sin embargo, este doble secuestro no es el que provoca el masivo envío de correos electrónicos con la foto de la niña. Y es que, aunque parezca de risa, este asunto se solucionó finalmente por las buenas. El Tribunal de Asuntos Familiares de Tarascon (Francia) ordena en enero de 2009 una mediación internacional y el acuerdo de un derecho de visitas, en un lugar por determinar, para la madre de la niña. Esto le permite levantar su orden de arresto internacional y da a Irina la posibilidad de viajar de nuevo libremente por Europa. Mal asunto.

Apenas dos meses después, en marzo de 2009, Elise André es secuestrada de nuevo cuando paseaba en bicicleta con su padre. En esta ocasión, tres desconocidos encapuchados se llevaron a la niña y propinaron una terrible paliza al padre. Jean-Michel André pudo reconocer a su ex mujer como uno de los secuestradores, aunque decía que se presentó vestida completamente de negro y con peluca

Jean-Michel André fotografiado tras la agresión (izquierda) e Irina Belenkaya (derecha)

Jean-Michel André fotografiado tras la agresión (izquierda) e Irina Belenkaya (derecha)

El 23 de marzo de 2009, Interpol declarara una orden internacional de arresto contra Irina Belenkaya por el secuestro de su propia hija. Este acontecimiento fue el que engendró la oleada de correos electrónicos con la foto de la pequeña. Millones de e-mail dieron la vuelta al mundo, y la foto de Elise, de ojos melancólicos y mohín triste, se convirtió en el emblema perfecto para ablandar conciencias y conseguir una colaboración inusitada con el objeto de localizar a la niña. 

Y así fue. La noche del 13 de abril de 2009, Irina fue detenida en Hungría, junto con su hija, cuando se aprestaban a cruzar la frontera hacia Ucrania. Elise fue conducida a un centro de defensa de la infancia del pueblo de Nirselesh y, más tarde, entregada a su padre que, por un acuerdo entre las justicias francesa y húngara, pudo volar con ella a Francia. La madre, Irina, quedó bajo la acción de la justicia. 

Elise André recuperada por su padre

Elise André recuperada por su padre

Punto pelota; caso cerrado. Pues bien, desde abril del año pasado, cuando Elise fue liberada, los spammer de turno siguen dando el coñazo con el secuestro de los cojones. Es curioso como una historia real se convierte en hoax y continúa viajando por la Red hasta el infinito y más allá. Elise ha tenido decenas de nombres en todo este tiempo, la han secuestrado en Marsella, en Tenerife, en Buenos Aires y hasta en el país de los Teletubbies. Este último correo que he recibido, ojo al dato, asegura que los secuestradores han huido en un Seat Panda, color marrón, con matrícula TF-7633-V. El colmo. 

En cada avalancha mensajera cambia el país del secuestro, el color del coche y hasta la firma del remitente, que suele ser algún organismo oficial o gubernamental. La credulidad humana no tiene límites, sobre todo si el embeleco viene acompañado de una cara entrañable, un enfermo moribundo o un gatito esponjoso. 

Elise vivita, coleando y sin secuestrar

Elise vivita, coleando y sin secuestrar

Supongo que la historia de Elise se alargará hasta que un día, y cuando ella tenga 26 años, reciba su propia foto en su cuenta de Gmail alertando sobre su secuestro de ella misma. Ese día la muchacha rebotará el mail a todos sus contactos, adjuntando una foto del momento y exhortando a sus amigos a que dejen de seducirse por soplapolleces de tal índole.

La cadena, entonces, se formará a la inversa, volviendo para atrás, de contacto en contacto, hasta llegar al primer mendrugo que desató el hoax. En ese momento, Internet entrará en un bucle infinito autorreferente que absorberá la energía del planeta entero, haciendo que la Tierra se convierta en un gigantesco agujero negro que fagocitará el Universo conocido y el que queda por conocer. Esto es rigurosamente cierto; pásalo a todos tus contactos si no quieres morir de diarrea en tres días.

36 comentarios a “Elise, la niña secuestrada eternamente”

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