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La eterna pugna entre dos tipos duros: Arial y Helvética

Helvética/Arial
Helvética es una familia tipográfica diseñada en 1957 por Max Miedinger, un afamado tipógrafo suizo, para la fundición experta en esta lides conocida como Haas (por supuesto, hablamos de cuando los tipos eran piezas metálicas de imprenta con los caracteres en realce). Su desarrollo se basó en una tipografía anterior denominada Akzidenz Grotesk, datada en 1896.
Más tarde, Haas se unió con Linotype, una empresa norteamericana formada para comercializar la máquina Linotipia y que se convirtió en la mayor compañía de equipamiento para impresión de libros y periódicos del mundo. En esta unión se promovió el uso de la Helvética fuertemente, y durante la segunda parte de siglo XX fue uno de los tipos más populares en el mundo occidental.
Helvética fue acuñada como un tipo de estilo sencillo y de palo seco, es decir, sin remates, gracias o serifas; lo que los anglosajones (proviniendo del francés) llaman sans serif, esto es, sin serifa. Las serifas (o gracias) son pequeños adornos ubicados generalmente en los extremos de las líneas de los caracteres tipográficos.

Con y sin serifa
Ambas tipografías (Helvética y Akzidenz Grotesk) eran asombrosamente iguales, aunque no al cien por cien. El principal cambio que realizó Max Miedinger en su Helvética fue la conocida como «altura de la x» (el alto que tiene una letra x minúscula y que establece la altura del ojo medio de todas las letras), haciéndola mayor que en la Akzidenz Grotesk, lo cual la hace parecer un poco más oblonga, mientras que la su antecesora mantiene su forma sutilmente aplastada.

Tipografía Helvética
Por su lado, Arial nace en 1982 de la mano de los diseñadores Robin Nicholas y Patricia Saunders, de la fundición americana Monotype, la competencia directa de Linotype y la única compañía que fue capaz de hacerle sombra a su rival en el mercado de la impresión. En un principio, la idea de Arial surge de la necesidad de responder a la alta popularidad de Helvética, y se desarrolló como fuente principal para las primeras impresoras láser de IBM.
En un principio llamada Sonoran San Serif, Arial tuvo la gracia de caer el manos de Microsoft, ya que la empresa de Redmond no estaba dispuesta a pagar lo que se pedía por Helvética. Cuando el tío Bill hizo de TrueType el formato estándar de fuente para Windows 3.1, se optó, pues, por utilizar Arial en lugar de Helvetica; sabían que la mayoría de la gente no notaría la diferencia ni se preocuparía por ella.
Apple, por otro lado, también hizo estándar el formato TrueType (lo habían desarrollado ellos para competir con el PostScript de Adobe) al mismo tiempo, pero ellos incluyeron Helvetica, y no Arial, como fuente principal, pagando religiosamente los derechos a Linotype.
En aquella época, el dominio de Windows sobre los sistemas de Apple fue aplastante, y ello popularizó de tal forma la fuente Arial que, hoy en día, es la más conocida del mundo. Microsoft siguió apostando fuerte por Arial como tipo base hasta Windows Vista, cuando fue sustituida por la fuente Calibri. Durante todos estos años, Arial ha sido la tipografía más popular sin ningún género de dudas.

Tipografía Arial
Sin embargo, Arial es considerada por los expertos tipógrafos como una copia burda y barata de Helvética, careciendo de las características que distinguieron al diseño original suizo. A pesar de ser casi idéntica a Helvetica en proporciones y peso, el diseño de Arial es una variación de la serie Grotesque de Monotype y fue concebida para ser usada en computadoras, más que para ser leída en papel. Este tipo de letra tiene cambios sutiles en la forma y el espacio entre caracteres con el fin de hacerla más apta para ser leída en una pantalla a distintas resoluciones de imagen.
Lo cierto es que la preeminencia de la Helvética de Linotype en el mercado hizo que Monotype se empeñara en diseñar un tipo de letra prácticamente igual. Sin embargo, y en lugar de fabricar una copia exacta como hicieron otros en la época, se encargó de añadir o quitar pequeños matices que hacían de Arial una fuente muy parecida pero diferente. Aunque, como veremos a continuación, las desemejanzas son tan sutiles, que los profesionales la consideran simplemente un calco de baja calidad gráfica.
Los chicos de ‘I Love Typography’ desarrollaron hace tiempo una simple pero estupenda herramienta a la que llamaron Fontometer (algo así como «fontómetro») y que colgaron en una de las entradas de su blog. Este Fontometer permite comparar los glifos de ambas tipografías haciendo uso de las distintas letras minúsculas del alfabeto inglés. Se encuentra a continuación y su forma de uso es muy sencilla. Únicamente debemos pasar el puntero de nuestro ratón por encima de los caracteres de la línea superior (en letra más grande los que más diferencias tienen a simple vista) para observar la comparación en la zona inferior (a la izquierda, en gris, Arial; a la derecha, en rojo, Helvética).
Una vez seleccionada la letra en cuestión, disponemos de la posibilidad de arrastrar el carácter Arial sobre el carácter Helvética. En este momento, cuando los superpongamos, nos percataremos de las verdaderas diferencias entre ambas fuentes. Nimias pero importantes diferencias (¡en todas las letras!).
La confrontación entre Arial y Helvética viene de viejo. El hecho de que Microsoft se decantara por Arial y Apple por Helvética avivó más las llamas del fuego cruzado. Los diseñadores y maquetadores expertos, muy inclinados hacia Mac OS desde siempre, hacen llagas sobre Arial y la tildan de estafa tipográfica. La verdad es que de Helvética se podría decir lo mismo con respecto a Akzidenz Grotesk. Es la historia de la humanidad y sus derechos de autor: basarse en algo y realizar un duplicado prácticamente exacto, ¿es copia y calco o es homenaje y veneración?
La controversia, por supuesto, ha alcanzado las lindes del friquismo más guasón. Desde ‘Ironic Sans’ nos proponen un divertido juego: han cogido 20 logotipos de famosas empresas diseñados originalmente con Helvética y los han reconstruido en Arial. ¿Sabrías distinguir el original de la imitación? También se puede realizar un test vía ‘I live on your visits’ en el que se propone diferenciar textos escritos en ambas fuentes.
Además, en ‘Mimeartist’ disponen de un juego en Flash en el que has de tomar la identidad de diversos caracteres en Helvética para derrotar y aplastar a letras Arial. Como última curiosidad, comentar que existe una película documental llamada ‘Helvética’ (2007) en la que diferentes diseñadores y tipógrafos hablan sobre este tipo, algunos alabándolo y otros atacándolo.
En fin, una pelea que, como otras tantas, nunca tendrá fin. A mí, personalmente, la verdad es que no me convence ninguna de las dos demasiado. Eso sí, antes que la maldición entre las maldiciones, me quedo con cualquiera de ellas del tirón. Faltaría más.
Una entrevista sobre informática en 1974

Börje Langefors
Lo curioso de esta entrevista que traigo hoy aquí es que, si hubiera sido realizada antes de ayer, sería totalmente creíble, válida y vigente. Con la excepción de algunos pequeños detalles y comentarios que apuntan claramente a un tiempo pasado, la verdad es que las inquietudes y los retos de aquellos expertos no eran muy distintas a lo que hoy mismo nos podemos encontrar, como es el caso de la seguridad informática, la educación en las aulas, la desaparición de puestos de trabajo humanos en favor de las máquinas o el monopolio de ciertas empresas.
Por otro lado, resulta asaz curioso comprobar la importancia que adquirían en aquel entonces (hace treinta y siete años) los avances en la comunicación con los ordenadores (el paso de tarjetas perforadas a teclados en terminales), el almacenamiento de datos en unidades de memoria cada vez más rápidas y de mayor capacidad o, también, la reducción drástica del tamaño de los procesadores que, efectivamente, implicaba una disminución del volumen de los propios equipos.
Una entrevista retro sin desperdicio alguno que paso a transcribir de forma íntegra.
¿Qué es un ordenador?
Intentaré no dar una definición demasiado estricta. Comúnmente se define como una máquina que tiene cierta capacidad de cálculo, combinada con la posibilidad de almacenar datos o programas, y que es capaz de modificar sus propios programas. Lo importante es que su memoria pueda almacenar tanto hechos relativos al mundo exterior como instrucciones.
¿Existen diferentes clases de ordenadores?
En un tiempo se decía que determinados ordenadores trataban los datos relativos a las empresas y que otros realizaban el trabajo científico. Hasta cierto punto esto ocurre todavía; pero, en la actualidad, estamos más interesados en la distinción entre los ordenadores que poseen gran capacidad de tratamiento de datos, ya sean industriales, comerciales o científicos, y los pequeños ordenadores.
Hoy día los miniordenadores tienen una extraordinaria capacidad de cálculo en cualquier campo. Prácticamente pueden hacerlo todo. Hasta cierto punto son más universales, porque se les pueden añadir equipos externos (periféricos) que les permiten adaptarse a tareas muy diversas.
Existe una tercera categoría: la de los microordenadores, cuya unidad central de cálculo es tan reducida que la podríamos colocar en la uña del dedo pulgar; tienen la ventaja de que se puede introducir directamente esa unidad central en una máquina o en un instrumento, y se emplean para realizar cálculos especializados en el interior de la máquina.
Teníamos la impresión de que había dos tipos de ordenadores: los que calculan y los que proceden por analogía.
En efecto. Cuando hablamos de ordenadores, solemos pensar en los numéricos o digitales, que realizan cálculos exactos como las máquinas de calcular mecánicas de oficina. Pero, en determinados casos, utilizamos ordenadores analógicos, los cuales, en lugar de hacer cálculos, realizan una especie de modelo eléctrico del fenómeno que se desea estudiar. Pero estos ordenadores son de empleo más limitado. Ciertos modelos reales parecen difíciles de traducir en circuitos eléctricos.
¿Cuáles son las principales técnicas, recientemente introducidas, que se emplean en el campo de los ordenadores?
Desde el punto de vista tecnológico, físico, las principales innovaciones afectan a los equipos que reciben los datos procedentes de los utilizadores del ordenador, así como a los equipos que transmiten a estos los datos obtenidos por aquel o los resultados de los cálculos efectuados. Estos equipos deben traducir el lenguaje comprensible para los humanos en un lenguaje comprensible para la máquina, y viceversa.
Una innovación reciente, muy interesante por cierto, consiste en reemplazar las técnicas de entrada y salida tradicionales (fichas perforadas, etc.) por terminales unidos directamente al ordenador, de forma que el utilizador puede enviar sus mensajes al ordenador sólo con pulsar un teclado parecido al de una máquina de escribir, y el ordenador puede contestarle al instante, darle las soluciones o decirle que falta tal o cual dato.

Trabajadora en un centro de cálculo
Aunque esto parezca solamente un pequeño cambio técnico, supone una gran ventaja: para utilizar un ordenador era indispensable, hasta hace poco, presentar las preguntas de manera estrictamente lógica; una simple falta de ortografía podía retrasar el proceso todo un día, hasta que se averiguaba que el ordenador no había comprendido el mensaje. Ahora es posible preguntar al ordenador qué sabe de un asunto concreto, y éste puede responder preguntando sobre qué materia se le cuestiona; de esta forma, al no ser ya necesario conocer el lenguaje específico del ordenador, se pueden sostener con él conversaciones más parecidas a las que tenemos entre nosotros los humanos.
Existen también varias técnicas nuevas para almacenar datos en las memorias rápidas, y es posible utilizar una especie de depósitos suplementarios de datos cuando estos tienen que almacenarse en cantidades muy grandes. Esas memorias suplementarias son más lentas, pero tienen mayor capacidad. Se trata de algo similar a la organización de nuestro cerebro, que puede encontrar rápidamente ciertos datos, pero que para otros necesita más tiempo.
¿En qué medida los ordenadores pueden modificar las actuales formas de trabajo?
Creo que el ordenador tiene mucho que ofrecernos en este campo. Cuando hay que resolver un problema complicado, si usted es un ingeniero, intenta aplicar métodos matemáticos para su resolución. Hay personas que no son aptas para utilizar el pensamiento abstracto y, en consecuencia, se ven excluidas de ciertos trabajos.
Pero ahora parece que puede usted aprender a solucionar de manera práctica determinadas categorías de problemas. Por ejemplo: hemos utilizado ordenadores analógicos para resolver un problema de vibraciones mecánicas en los aviones, que es un asunto bastante matemático. Me di cuenta de que algunos de mis ayudantes podían tratar ese problema; aunque no tenían una preparación matemática suficiente habían adquirido bastante experiencia en el trabajo con modelos analógicos o como radioaficionados.
Un ordenador moderno, con sus terminales, puede enseñar a las personas a resolver problemas especiales utilizando las posibilidades de diálogo de las que está dotado.
Actualmente se plantea el problema de que gran número de trabajadores pueden ser reemplazados por máquinas automáticas, por controladores automáticos. Esto daría origen a un aumento considerable del número de parados…
Es un problema muy importante. Cuando tenemos la posibilidad de automatizar nuevas operaciones, determinar si queremos utilizar esa posibilidad o no es una decisión de carácter político. Pero si no detenemos el progreso, si queremos aprovecharlo, ello significa que podemos producir una misma cantidad de artículos con la mitad de mano de obra. Entonces podemos decidir o bien producir más objetos con la misma cantidad de trabajo humano (entonces no habrá paro, pero podemos destruir la Tierra por un exceso de producción y, en consecuencia, de detritos), o bien que no queremos más objetos, que preferimos detener el crecimiento.
Si continuamos automatizando, dispondremos progresivamente de más tiempo libre para dedicarlo a otras cosas; para el ocio, por ejemplo.
¿Cuál es la utilidad de los ordenadores en las empresas, y cuál es el resultado de su introducción y su empleo?
Es una pregunta muy difícil de responder. Durante muchos años hemos vendido demasiados ordenadores. Primero introdujimos los ordenadores en aplicaciones que podríamos llamar ordinarias: contabilidad, salarios, producción… Luego evolucionamos en direcciones más complejas. Creo que cometimos un error fundamental al pensar que las tareas cotidianas tenían poca importancia. Eran comunes únicamente desde un punto de vista matemático, o tecnológico.

Lectora de discos
Debido a este error encontramos muchas dificultades que no estaban previstas. En primer lugar, los ordenadores eran demasiado numerosos para las aplicaciones simples o fragmentarias a que podían adaptarse; el trabajo humano que ahorraban no compensaba los gastos de los ordenadores y de los especialistas. Más tarde, cuando bajaron los precios, tratar las tareas cotidianas mediante ordenadores empezó a ser ventajoso, hasta tal punto, que la mayor parte de las grandes empresas no podrían existir sin los ordenadores.
Entonces se advirtió que las pequeñas aplicaciones separadas resultarían mucho más económicas si se las podía integrar, coordinándolas. El ordenador podría utilizar unos mismos datos para diversas aplicaciones.
En el aspecto de la integración se consiguieron economías mucho mayores. Pero cuando, al principio, se intentó integrar distintos trabajos, se descubrió que no daba resultado porque las diferentes tareas no eran compatibles entre sí. Tuvimos que pasar unos años modificando las distintas tareas para poder integrar diversas aplicaciones; se crearon grandes sistemas integrados: control de producción, control de material almacenado, contabilidad, salarios… Y luego se descubrió que los sistemas integrados no eran viables. Pero eso permaneció en secreto, porque los que habían dirigido el desarrollo de tales proyectos, muy costosos, no podían confesar tranquilamente que la idea había sido un fracaso absoluto. De modo que empezaron a desintegrar discretamente los sistemas integrados para poderlos conservar en vida.
Esto ocurrió por dos razones fundamentales: la primera es que los sistemas no se estructuraron con la suficiente profundidad y claridad; un sistema puede seguir funcionando si el tiempo que se necesita para introducir un cambio en el mismo es, por término medio, más corto que el tiempo que separa dos necesidades de cambio. Cuanto mayor sea un sistema, y peor estructurado esté, más aumenta el tiempo necesario para esas modificaciones, y si no se es capaz de hacer todos los cambios necesarios antes de que se requiera otra modificación, todo se va al agua.
La segunda razón es que no se tuvieron en consideración las necesidades reales de los utilizadores. Los sistemas muy complicados no se pueden concebir de manera perfecta, porque se carece de experiencia. Por esta razón, cualquier sistema complejo debe tener obligatoriamente algunos defectos y, en consecuencia, dependerá por completo de un personal bien informado y familiarizado con él. Esta es la única forma de que realmente pueda llegar a funcionar. No hace falta que esas personas saboteen el trabajo, basta con que ayuden al sistema para que provoquen la catástrofe y el fracaso.
¿Nos permitirá la informática desarrollar métodos y aproximaciones de decisiones perfectas y lógicas en las empresas, tanto en el plano técnico como en el socioeconómico?
Creo que hace algunos años, cuando empecé a enseñar en la Universidad de Estocolmo, ya consideraba esta pregunta cuestión de importancia capital para la investigación. Pensaba que había una posibilidad de desarrollar sistemas informáticos mayores y más integrados y, al mismo tiempo, desarrollar un mejor método teórico de optimización matemática; esa acción conjugada podría conducir a grandes sistemas integrados del todo y ampliamente optimizados de dirección y de control de empresas.
Empecé por preguntarme si era factible. Pronto me di cuenta de que no lo era. Y existen varias razones: una, quizá la principal, es que cuando llegas a las decisiones más generales para una organización cualquiera, no tienen un fin único, un solo objetivo. Por ejemplo, si el director de una empresa me dice que su único objetivo es la búsqueda del máximo aprovechamiento, que es lo que muchas personas dicen todavía, esto me sitúa inmediatamente ante dos objetivos: aprovechamiento actual y aprovechamiento futuro. Y en la mayoría de los casos ello es contradictorio, ya que los caminos que se han de seguir no son los mismos para corto, medio o largo plazo. De modo que no puedes utilizar modelos matemáticos a menos que los responsables presentes algunas evaluaciones cuantitativas sobre la importancia relativa, para ellos, de dichos aprovechamientos en los distintos períodos.
Además, cuando se discute el asunto a fondo con un responsable, uno se da cuenta de que busca, por ejemplo, no sólo el aprovechamiento, sino además el crecimiento, el aumento. Cuanto más estudias el problema más compruebas que los responsables del nivel más alto persiguen varios objetivos. Un director puede escoger un objetivo en un momento dado, pero hay que saber por qué un objetivo es más importante en ese momento.

Controladora de discos magnéticos
Las más de las veces no puedes obtener una información cuantitativa de los responsables, los cuales no saben, de hecho, qué desean realmente. Y esto no puede ser de otro modo, ya que si un objetivo es lo más importante para uno en un momento dado, puede no serlo al día siguiente. Si, por ejemplo, no estaba previsto conseguir un aprovechamiento satisfactorio este año en la empresa, el primer objetivo será alcanzarlo. Pero si se confiaba en obtener fácilmente un máximo aprovechamiento este año, entonces se descubrirá que hay cosas más importantes, como, por ejemplo, una estrategia para el futuro. De hecho, los directores no deberían decir tan solo el valor relativo que atribuyen a los diferentes objetivos, sino también de qué manera prevén la evolución de las relaciones entre esos diversos objetivos. Y esto es, de nuevo, inconcebible, y hace imposible la realización de la idea.
Surge ahora una pregunta: ¿no podemos hacer nada para ayudar a las personas que tienen que tomar esas decisiones? La conclusión precedente era demasiado pesimista. Realmente, podríamos, gracias a un sistema de informática, más dinámico que la realización de los modelos matemáticos, ayudar a los que deben tomar esas decisiones dándoles mayor información y presentándoles imágenes más claras del desarrollo de sus diversos objetivos.
De modo que podemos ofrecer mucho a los dirigentes, pero el objetivo no puede ser hacernos cargo de sus decisiones. La mayor parte de las decisiones importantes se adoptan en circunstancias críticas ante hechos desconocidos hasta el momento. Por el contrario, existen amplios campos, como el del control de la producción, de los que se puede hacer cargo por completo el ordenador. Pero aunque esos ámbitos sean amplios, no son forzosamente los más importantes. Parece que toda organización sufre cada tres años una situación crítica y, entonces, se ve obligada a tomar serias decisiones de cara al futuro. Eso parece ajeno por completo a las funciones del ordenador, fuera de su alcance, simplemente porque no puede saber por adelantado lo que ocurrirá en el mundo exterior y porque en esas situaciones críticas la redefinición de objetivos planteará de nuevo problemas insolubles. Sin embargo, el ordenador podrá presentar situaciones simuladas, calcular lo que ocurrirá si hace esto o aquello.
¿Cree usted que la informática invadirá y amenazará la vida privada? ¿Deben establecerse reglas, leyes, para la defensa del individuo?
Esto es importante, sin duda, pero se trata, en esencia, de una cuestión política y un problema técnico. A mi modo de ver, la única razón para ser prudente ante el ordenador reside justamente en el hecho de que éste nos aporta tantas cosas útiles que debemos impedir que se haga peligroso. Si únicamente fuera peligroso, perjudicial, podríamos destruirlo. Nuestro problema está en decidir «cuántos informes deben conocerse sobre nuestra persona».
Por eso debemos estudiar atentamente las leyes, las reglas que habrá que establecer respecto a este asunto. Y esas reglas no deberán frenar ni detener un desarrollo útil.
En el campo de la educación, ¿cuáles son las directrices y los principios que deben tenerse en cuenta para utilizar correctamente la informática? ¿Se podría llegar a eliminar a los profesores? ¿Cuál es la asistencia que aporta un ordenador a la enseñanza actual? ¿Hasta dónde se puede llegar en esa dirección?
Se puede hacer mucho. Ya me he referido a ese problema al decir que las personas pueden aprender realizando experiencias prácticas en un terminal. Utilizando esos terminales es posible la experimentación en casos en que antes no lo era. Y existen muchos ámbitos. Cuando, por ejemplo, queremos enseñar los métodos matemáticos de toma de decisiones o la optimización lineal, sería mucho más eficaz para los estudiantes no sólo leer, sino disponer de un terminal y de una programación para ello, y hacer muchos más cálculos, probar más hipótesis y adquirir un sentimiento experimental más concreto de diversos modos de decisión.
¿Qué ocurre con las enseñanza programada?
Eso nos devuelve a una pregunta anterior: ¿se podrían suprimir los profesores? Gran cantidad de los errores cometidos en muchas empresas (y que han costado miles de dólares, millones, a cada una de ellas) al intentar poner en marcha sistemas sin comprenderlos suficientemente, se habrían evitado si se hubiera dejado a los profesores el tiempo necesario para adquirir esa comprensión, esa inteligencia del problema. En ese ámbito de la enseñanza programada, nosotros hemos puesto en marcha, aquí, una sección. Nos encontramos con que, en vez de analizar primero sistemáticamente el problema y mirar lo que puede no puede hacerse, la gente empezó a trabajar enseguida; es la línea que se sigue en Estados Unidos.
Hubo tantos proyectos mal estructurados que, al final, se desacreditó el conjunto de esa rama. Creemos que esto no se halla justificado y, en la actualidad, avanzamos con mucha prudencia.
Siguiendo el camino clásico para comprender y aprender la programación, lees un capítulo de un libro, intentas comprender su contenido e inmediatamente vas al ordenador, haces un programa. Por ejemplo, lo haces por la tarde. A la mañana siguiente te das cuenta de que cometiste un error al principio y todo el resto está en blanco. Si puedes dialogar con el ordenador, no necesitas leer un capítulo entero: desde el momento que crees haber comprendido algo, hace el test en el acto. Cuando lees todo un capítulo e intentas aplicarlo, descubres a menudo que comprendiste mal parte de lo que se dice en él.

Cableado de una computadora (¡menudo lío!)
Habrás almacenado en tu cabeza algo parcialmente falso y tendrás que hacer un esfuerzo más o menos prolongado para desprenderte de ello. Con el diálogo se pueden evitar muchos equívocos e incomprensiones. Es posible que no tenga tantas ventajas como se había creído antes, pero creo que, en la enseñanza programada, las experiencias fallidas de que antes hemos hablado fueron llevadas a cabo con tanta incompetencia, que no hace falta sacar conclusiones demasiado pesimistas.
Existe prácticamente una situación de monopolio en el campo de la informática. ¿Cómo es que IBM y algunos otros pueden llegar a controlar la aparición de nuevos procedimientos?
Es realmente un peligro. IBM tiene una preponderancia total en el mercado. Yo tenía que vender los productos de la informática sueca. Pensaba poder utilizar argumentos razonables, pero los clientes me contestaban: «Seguramente se equivoca, porque no es lo que dice IBM«. Los productores más poderosos tienen tendencia a comprar los inventos que les puedan hacer la competencia. Por el contrario, parece que IBM defiende en cierto modo a las otras compañías: no intenta expulsarlas del mercado, sino que pone precios muy altos a sus artículos, lo que permite mantenerse en liza a la competencia más pequeña. Esto permite también cierta capacidad de innovación.
Es posible que se evolucione hacia una situación más competitiva. Me parece que los miniordenadores y los microordenadores permitirán romper algo el monopolio tradicional.
¿Cuáles son las condiciones de desarrollo de una industria europea de informática?
Personalmente creo que las redes de pequeños ordenadores harán la competencia a los grandes ordenadores centralizados. Se exagera la economía que resulta de la dimensión de los ordenadores. Los precios de los ordenadores evolucionan muy favorablemente. ¡E incluso los miniordenadores están amenazados por los microordenadores! La situación está cambiando: son únicamente los grandes ordenadores los difíciles de producir por los pequeños fabricantes. Además, no existirá la necesidad de grandes ordenadores. Incluso una sociedad que necesite mucho de la informática se dará cuenta de que es más interesante aumentar su capacidad de tratamiento de datos con los pequeños ordenadores, que descargan de trabajo a los grandes.
¿Cuál será la evolución de la informática en un futuro próximo?
Hay una tendencia general: la rápida disminución del coste y de las dimensiones de las unidades centrales de cálculo. También existe un gran desarrollo de la tecnología de la memoria de los grandes bancos de datos. Somos capaces de almacenar muchos más datos y de encontrarlos más rápidamente. Se pueden aplicar métodos más avanzados para el acceso a las informaciones y a su utilización. Por ejemplo, se desarrolla lo que se llama inteligencia artificial: si inyectas ciertos hechos, el ordenador puede sacar conclusiones y deducir otros hechos. El problema está en que, si deseas utilizar un gran banco de informaciones, eso puede llevar cierto tiempo, y la respuesta llegará demasiado tarde. Pero con unidades centrales de tratamiento más rápidas y menos costosas, y con memorias más baratas y más rápidas, esas posibilidades se desarrollarán.

Operadores con las memorias de cinta
Todavía resultará más fácil comunicarse con el ordenador. El ordenador será también capaz de programarse a sí mismo; hoy día nosotros escribimos un programa que saca conclusiones de unos hechos. Si el ordenador es capaz de sacar por si solo estas conclusiones, podremos economizar en gran manera nuestro trabajo de programación.
Gracias a esas facilidades de utilización, un número creciente de personas tendrá acceso a los bancos de datos cada vez en más lugares. Este desarrollo permitirá, tal vez, que lleguemos a tener terminales en cada hogar, como el teléfono.
Cuando se quiera enseñar el empleo del ordenador en la escuela, no será forzoso aprender la programación, pero seguramente habrá que enseñar a utilizar un terminal.
Los efectos digitales de todo a cien en la serie ‘El barco’

FX en 'El barco'
Dejando a un lado las comedias de situación y las reminiscencias del pasado político (que tanto agradan, ambas, por estos lares), títulos como ‘Periodistas’, ‘Hospital central’, ‘El comisario’, ‘Cuenta atrás’, ‘RIS científica’, ‘Hay alguien ahí’, ‘Águila Roja’ o ‘Piratas’ han hecho evidente que en España se puede hacer buena televisión de entretenimiento, obviando los comentarios que ponen a parir a una o a otra por su mediocridad artística, su falta de trama profunda o su prácticamente nula calidad argumental (en la mayoría de los casos no les falta razón alguna). Mención especial aparte a ‘El internado‘, probablemente la única serie capaz de competir de forma rigurosa y seria con cualquier otra del mundo. Sin duda, la gran obra maestra de la ficción española que, ahora, triunfa en Rusia.
Precisamente, de la productora de ‘El internado’, Globomedia, llegó a principios de este año 2011 un nuevo título que prometía hacer las delicias de los amantes de la ciencia ficción en la pequeña pantalla. La serie (Antena 3), titulada ‘El barco‘, traía consigo emoción, intriga y suspense, algo que se hizo evidente en un más que bueno episodio piloto. Sin embargo, y tras trece capítulos de su primera temporada, ‘El barco’ ha pinchado como serie de ficción y se ha convertido en un melodrama romanticón plagado de amoríos, relaciones y folleteos varios en alta mar (más alta que nunca, por cierto). La trama es técnicamente un despropósito, pero, bien llevada, podría haber conseguido laureles y vítores de la crítica y del público. Empero, los responsables han preferido agradar a los televidentes quinceañeros a golpe de fotogramas de Mario Casas sin camiseta y de Blanca Suárez en paños menores, descuidando la idea original hasta puntos insospechados.
Pero lo que más nos ha llamado la atención en este blog no es la calidad interpretativa del elenco, ni siguiera las incoherencias de un guión cogido con alfileres. Lo que a nosotros nos interesa es la parte tecnológica del asunto, en este caso el área de los efectos especiales digitales de la grabación. Y es que parece mentira que una serie de una de las productoras más potentes de país, en el año 2011 de Nuestro Señor Jesucristo, lleve pegoteados en la cinta unos efectos que cualquiera en su casa, un poco (pero poco) avezado en el manejo de 3D Studio o After Effects, podría haber creado en cinco minutos. Resulta un insulto gravísimo al espectador, al que tratan de tonto e ignorante.
Cromas evidentes, perspectivas imposibles, efectos repetidos, pájaros de conducta errática y humaredas voluptuosas son algunos ejemplos de las decenas de efectos dignos de un parvulario del modelado en 3D. A buen seguro, el único efecto realista que han sido capaces de recrear es el de la neblina de la cortinilla de la serie que, por cierto, reutilizan en el capítulo ‘Niebla’, pero a lo bestia. Como honrosa excepción, sólo se salva el episodio ‘El hombre de Liverpool’, con sus transiciones entre presente y pasado, aunque eso poco tiene que ver con efectos en tres dimensiones, pero era de recibo comentarlo.
El barco creado por ordenador para los planos generales y panorámicos largos es simplemente patético. La suerte les acompaña porque se ve pequeñito (desde muy lejos), ocultando y tapando la mayoría de los defectos. Sin embargo, lo que no han podido esconder es el movimiento de la nave, ya sea a la hora de esquivar un remolino, tipo sumidero, en alta mar o en el momento de mostrar al barco encallado en vete tú a saber dónde en el medio del océano. La fluidez de los movimientos del modelo 3D recuerda muy poco a las películas de Pixar y muy mucho a ‘Los Fruittis‘.
A muchos de los planos que utilizan la técnica del chroma key sólo les falta que se les caiga una sábana verde por detrás. Tienen el tufillo de aquellas películas antiguas en las que un grupo de personas parece viajar en el interior de un coche mientras el fondo se mueve descaradamente a sus espaldas. Algo que, a la altura de siglo que andamos, es inconcebible. Ni que decir tiene que un escenario no puede ser nunca tan estático que parezca una fotografía evidente de una puesta de sol tropical. Pues ‘El barco’ tiene de esos también.
De todos los despropósitos digitales que se pueden encontrar, los que más llaman la atención son dos; sin duda, los más notorios por nocivos para la retina. El primero de ellos se da en el capítulo ‘El graznido’, en el que miles de aves de dudosa procedencia toman el buque en busca de comida. Los planos generales muestran un barco repleto de puntos negros, que representan a los pájaros posados en él, y una jauría en rededor de cuervos y gaviotas (y ¿palomas?) acechando a los tripulantes. En una de las imágenes se puede comprobar la profesionalidad de los diseñadores al programar el movimiento calculado de la bandada. Dos gaviotas (se pueden ver en el centro superior de la imagen siguiente) sufren un comportamiento errático al volar una hacia la otra, chocar y continuar agitando las alas en el sitio, sin desplazarse. Un bug al más puro estilo ‘Pro Evolution Soccer’, cuando un jugador comienza a caminar por el aire o atraviesa el terreno de juego con las piernas saliendo de sus hombros.

Gaviotas de vuelo chungo
El vídeo que corresponde a este fotograma se puede visionar en la propia web de Antena 3. Se corresponde con la quinta parte del capítulo 5, y el gazapo empieza alrededor del minuto 4:02 (produciéndose en el 4:05, aproximadamente). Es el más evidente, pero apuesto a que, examinando a fondo el averío, se pueden encontrar bastantes más.
El segundo momento estelar se refiere al episodio ‘La ley del mar’, donde el navío se queda sin combustible justo encima de un volcán submarino (que ya es puntería y casualidad, mirusté). Hace mucho calor y el agua del mar hierve (literalmente) provocando quemaduras de primer grado en un bañista inconsciente, pero en los peces no. De pronto, y como si por arte de magia se tratara, el volcán entra en erupción, arrojando al exterior inmensas nubes de ceniza y humo, pero ni una gota de agua. ¿O sí es agua? Quién sabe. El fuerte estallido ha sido modelado de una forma tan soez, burda, tosca, basta y ordinaria, que no me explico como no han dejado directamente la malla de polígonos al descubierto; habría quedado más simpático y menos grotesco, irrisorio y ridículo. En el vídeo siguiente se puede comprobar también la pericia del animador 3D para conjugar esos hongos negros rechonchos con el resto de la escena.
Chunga erupción de un volcán submarino
Desconozco (y no quiero conocer) qué empresa ha sido la encargada de generar los efectos digitales de esta serie, aunque me juego el cuello a que anda por ahí entremetida en los títulos de crédito. No sé si es una compañía de saldos o es que el presupuesto ha sido tan bajo que han puesto a trabajar a los becarios en prácticas. Desde luego, es amoral e inadmisible que, en esta época, una empresa de animación haga este trabajo para un cliente tan importante y pase todos los filtros y cortapisas hasta llegar a la audiencia. Si es así como queremos competir con las series americanas, casi mejor que nos dediquemos a aídas y cuentamés, que la cosa pinta más fácil para los expertos en FX de este país, antes conocido como España. Para ponerse a mear y no echar ni gota, oiga.
Destripando los códigos de error del protocolo SMTP

Error en el envío
Muchos usuarios son incapaces de interpretar estos mensajes y se vuelven locos para desentrañar el significado del fallo en el envío. La realidad es que los códigos de error SMTP son bastantes sencillos de descifrar, porque están regidos por una combinación de guarismos que, de manera jerárquica, especifica al detalle qué es lo que ha sucedido. Sólo es cuestión de conocer su significado o, incluso sin conocerlo, entender la raíz básica de clasificación para, mediante una tabla, traducir cualquier contratiempo que haya sobrevenido.
En el RFC 1.893, de enero del año 1996, se especifica con todo detalle la estructura de los códigos de estado de las respuestas SMTP. Estos códigos están formados por tres valores numéricos separados entre sí por un punto, aunque es más que probable encontrarse con números de tres cifras juntas, esto es, sin separar. Si así ocurriera, ha de conocerse que, aunque no exista punto de división, la estructura tiene que entenderse de igual manera, es decir, primer número, segundo número y tercer número (como si estuvieran diferenciados).
La sintaxis, pues, de los códigos de error es CLASE.ASUNTO.DETALLE, donde, como decíamos, el valor de cada campo es un número de una sola cifra, por ejemplo 5.0.4 ó 4.5.2. El primero de los campos (CLASE) indica si la transacción se ha producido correctamente o no; el segundo valor (ASUNTO) especifica la fuente probable de la anomalía; el tercer y último valor (DETALLE) señala con precisión el error ocurrido.
1.0. Códigos primarios de estado
CLASE sólo admite tres valores, a saber: 2, 4 y 5. Los diferentes códigos indican tres posibles estados, que se explican a continuación. (Las distintas X referidas a los campos ASUNTO y DETALLE podrían contener cualquier número).
2.X.X Éxito. El correo ha sido entregado correctamente, la acción de entrega ha ofrecido un resultado positivo. El resto de campos pueden especificar con más detalle el porqué de la recepción de este código de estado, que simplemente puede ser una transformación requerida para el envío.
4.X.X Error transitorio persistente. La estructura SMTP del mensaje enviado es correcta, así como la dirección de envío, sin embargo ha ocurrido un error puntual que ha impedido entregar el mensaje correctamente, como por ejemplo un fallo del servidor o un buzón de usuario lleno. Un envío futuro puede terminar en situación de éxito sin ningún problema.
5.X.X Error permanente. Es un error que, por mucho que intentemos remitir de nuevo el correo en un futuro, se va a volver a producir, a no ser que realicemos algunos cambios en su envío. Direcciones de correo mal escritas, usuarios inexistentes u otras condiciones pueden producir este fallo.
2.0. Códigos secundarios de procedencia
Con respecto al segundo de los campos (ASUNTO), comentar que admite 8 valores: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7. Este valor indica la procedencia genérica del estado de error. Los distintos estados se desglosan a continuación.
X.0.X Estado indefinido. No hay disponible información adicional. Es un error genérico que se utiliza cuando el fallo ocurrido no está catalogado en ninguno de los otros códigos de error.
X.1.X Estado de la dirección. Fallo atribuible a la dirección del remitente o del destinatario, como errores de validación o equivocaciones en la sintaxis.
X.2.X Estado del buzón de correo. Errores que tienen que ver con la cuenta o el buzón de correo del destinatario. Buzones llenos o deshabilitados, correos demasiado grandes no admitidos, etcétera.
X.3.X Estado del sistema de correo. Fallos asignados al sistema de correo como, por ejemplo, que esté mal configurado o que el servidor no acepte mensajes entrantes.
X.4.X Estado de la red o de enrutamiento. Problemas de red. Mala conexión, falta de respuesta del servidor, congestión del sistema, etcétera.
X.5.X Estado de protocolo de entrega de correo. Estos fracasos incluyen toda la gama de problemas derivados de errores de aplicación o de conexiones poco fiables, como demasiados destinatarios en un correo, comandos SMTP inválidos o versiones erróneas del protocolo, entre otros.
X.6.X Estado del contenido del mensaje. Errores de contenido como, por ejemplo, conversiones fallidas o medios no compatibles.
X.7.X Estado de política o seguridad. Fallos del tipo de mensajes no autorizados, algoritmos criptográficos no soportados o conversiones de seguridad, entre otros.
3.0. Códigos terciarios de detalle (general)
Por último, la combinación de este segundo campo anterior (ASUNTO) con el tercero de los valores (DETALLE) ofrece una serie de códigos de error detallados que especifican pormenorizadamente el problema acaecido. El último de los campos admite valores entre 0 y 8, dependiendo del campo intermedio. Se esclarecen a continuación.
X.0.0 Estado indefinido u otro. Es el único código detallado indefinido. Puede ser utilizado para todos aquellos errores desconocidos de los que únicamente se sabe el campo CLASE.
3.1. Códigos terciarios de detalle (dirección)
X.1.0 Otro estado de dirección o indefinido. Algo en la dirección especificada produce este error.
X.1.1 Dirección del buzón de correo errónea. La dirección especificada del destinatario no es válida. Esto significa que lo que va por delante de la arroba (@) está mal escrito o no existe.
X.1.2 Dirección del sistema del destinatario errónea. La dirección del servidor de correo no es correcta. Esto significa que lo que va por detrás de la arroba (@) está mal escrito o no existe.
X.1.3 Error de sintaxis en la dirección de correo de destino. La dirección del destinatario (o destinatarios) especificada tiene errores de sintaxis o caracteres de válidos (espacio, caracteres especiales prohibidos…).
X.1.4 Dirección del destinatario ambigua. La dirección a la que enviamos el correo coincide con dos o más cuentas en el sistema receptor. Esto, aunque raro, puede suceder si el servidor de correo correspondiente utiliza un algoritmo heurístico para mapear direcciones específicas hacia cuentas de buzones locales.
X.1.5 Dirección de correo válida. Puede utilizarse para informes positivos de respuesta cuando sea necesario.
X.1.6 El buzón de correo de destino ha sido movido. La dirección de correo del destinatario fue válida anteriormente, pero ya no acepta correos o no existe.
X.1.7 Error de sintaxis en la dirección de correo del remitente. La dirección especificada del que escribe el mensaje tiene errores de sintaxis o caracteres de válidos (espacios, caracteres especiales prohibidos…).
X.1.8 Dirección del sistema del remitente errónea. La dirección del servidor de correo del remitente no es correcta o es incapaz de recibir mensajes de respuesta. Esto significa que lo que va por detrás de la arroba (@) está mal escrito o no existe.
3.2. Códigos terciarios de detalle (buzón)
X.2.0 Otro estado del buzón de correo o indefinido. El buzón existe, pero algo en él puede producir este error.
X.2.1 Buzón deshabilitado. La cuenta existe, pero no acepta correos.
X.2.2 Buzón lleno. El buzón de correo está lleno porque el usuario ha excedido su cuota contratada o su capacidad física. Se hará necesario borrar mensajes para liberar espacio.
X.2.3 La longitud del mensaje excede el límite administrativo. Este error se produce cuando el mensaje es de longitud o tamaño mayor (incluidos archivos adjuntos) que lo permitido por nuestro servidor de correo. Se impone trocearlo.
X.2.4 Problema de expansión de la lista de correo. El buzón es una dirección de una lista de correo que no puede ser expandida (con el comando EXPN del protocolo SMTP).
3.3. Códigos terciarios de detalle (sistema o servidor)
X.3.0 Otro estado del sistema de correo o indefinido. El servidor de destino existe y, normalmente, acepta la recepción de correos, pero algo ha causado este error.
X.3.1 El sistema de correo está lleno. La capacidad del servidor ha sido excedida. El receptor individual no puede hacer nada (eliminar correos) para solventar este error. Es un fallo del sistema general.
X.3.2 El sistema no acepta mensajes. El servidor donde está alojada la cuenta del recptor no acepta correos entrantes. Ejemplos de este fallo pueden ser una parada (programada o no) del sistema, una acción de mantenimiento o una carga excesiva.
X.3.3 El sistema no es capaz de realizar las funciones indicadas. Algunas de las características del mensaje no son soportadas por el servidor de destino.
X.3.4 Mensaje demasiado grande para el sistema. El mensaje tiene un tamaño mayor que el aceptado por el servidor, ya sea por razones físicas o administrativas.
X.3.5 Sistema incorrectamente configurado. El servidor de correo no está configurado correctamente para aceptar el mensaje enviado.
3.4. Códigos terciarios de detalle (red)
X.4.0 Otro estado de la red o indefinido. Existe un problema indefinido de red o de enrutamiento, pero no está claro de qué se trata o no puede ser expresado con otro código de estado.
X.4.1 No hay respuesta del servidor. La conexión no ha sido contestada porque el sistema remoto está demasiado ocupado o porque es incapaz de responder.
X.4.2 Mala conexión. La conexión con el servidor remoto de correo se ha establecido, pero ha sido imposible completar la transacción. Esto puede ser debido a un error de tiempo de espera o a una calidad baja o lenta en la conexión.
X.4.3 Fallo en el servidor de directorio. El sistema de red ha sido incapaz de redirigir el mensaje al buzón correspondiente porque el servidor de directorio no está disponible.
X.4.4 Imposible enrutar el mensaje. El servidor de correo ha sido incapaz de determinar el siguiente salto para un mensaje porque la información necesaria de enrutamiento no está disponible en el servidor de directorio.
X.4.5 Congestión en el sistema de correo. El servidor no es capaz de gestionar el envío porque se encuentra congestionado o demasiado ocupado.
X.4.6 Detectado un bucle de enrutamiento. Un bucle de este tipo causa que un mensaje de correo se encamine muchas veces a su destino, ya sea por una configuración incorrecta en las tablas de enrutamiento o por otra causa.
X.4.7 El tiempo de envío ha expirado. El mensaje ha sido considerado demasiado viejo por el sistema, por lo que lo ha rechazado al estar demasiado tiempo en el servidor.
3.5. Códigos terciarios de detalle (protocolo)
X.5.0 Otro estado del protocolo de entrega de correo o indefinido. Un error con el protocolo necesario para enviar el mensaje al siguiente salto y el problema no puede ser correctamente expresado con otro código de estado.
X.5.1 Comando no válido. El comando de transacción del protocolo no es válido o compatible.
X.5.2 Error de sintaxis. El comando de correo no puede ser interpretado porque tiene un error de sintaxis o no se reconoce.
X.5.3 Demasiados receptores. Se han especificado más correos de recepción que los que permite el protocolo.
X.5.4 Argumentos de comando no válidos. Los argumentos modificadores del comando no son correctos o se refieren a funciones no reconocidas.
X.5.5 Versión de protocolo incorrecta. Existe una versión distinta entre servidores que no puede ser resuelta automáticamente.
3.6. Códigos terciarios de detalle (contenido)
X.6.0 Otro estado del contenido del mensaje de correo o indefinido. Algo en el contenido del correo ha provocado este error.
X.6.1 Medio no soportado. El medio del mensaje no es compatible con el protocolo del servidor de entrega.
X.6.2 Se requiere conversión y está prohibida. El contenido del mensaje debe ser convertido antes de que pueda ser enviado y dicha conversión no está permitida por el servidor. Tales prohibiciones pueden ser expresiones del remitente o políticas del receptor.
X.6.3 Se requiere conversión y no está soportada. El contenido del mensaje debe ser convertido antes de que pueda ser enviado y dicha conversión no está soportada por el servidor.
X.6.4 Conversión con pérdida. Esta es una advertencia mandada al remitente cuando el mensaje se envió con éxito pero la entrega requiere una conversión en la que algunos datos se van a perder.
X.6.5 Fallo en la conversión. Se requería una conversión, pero ha fallado.
3.7. Códigos terciarios de detalle (seguridad)
X.7.0 Otro estado de seguridad o indefinido. Algo en el estado de seguridad ha provocado este error. Algo que no puede ser correctamente expresado con otro código de estado.
X.7.1 Envío no autorizado; mensaje rechazado. El remitente no está autorizado para enviar al destinatario en cuestión. Puede ser un fallo resultante de una mala o inadecuada aplicación de filtros de envío o recepción.
X.7.2 Prohibida la expansión de la lista de correo. El remitente no está autorizado para enviar un mensaje a la lista de correo.
X.7.3 Se requiere conversión de seguridad, pero no es posible. Es necesario aplicar una conversión de un protocolo de seguridad a otro, sin embargo, dicha conversión es imposible de llevar a cabo.
X.7.4 Características de seguridad no soportadas. El mensaje contiene características de seguridad (como, por ejemplo, autenticación segura) que no son compatibles con el protocolo de envío.
X.7.5 Fallo criptográfico. El sistema de transporte autorizado para validar o descifrar un mensaje no pudo hacerlo porque existe información necesaria no válida (la clave, por ejemplo).
X.7.6 Algoritmo criptográfico no soportado. El algoritmo necesario para desencriptar el mensaje no es soportado por el sistema de transporte.
X.7.7 Fallo en la integridad del mensaje. El mensaje está alterado o corrompido.
Hasta aquí todos los códigos disponibles. Los mensajes anejos a los errores SMTP suelen ser bastante esclarecedores con respecto al fallo producido. No existe una nomenclatura específica para estos mensajes, pues en cada servidor pueden ser configurados a placer. Las listas anteriores nos pueden ayudar a descifrar un código de error en un momento dado.
Terminaremos con un par de ejemplos. Primero: un código 5.1.0 (o también 510) indica que el error es permanente (5), que proviene de la dirección electrónica del destinatario (1) y que algo en ella lo ha producido (0). Estamos ante un claro error de escritura errónea de la dirección.
Segundo: un código 4.2.2 (o también 422) indica que el error es transitorio (4), que proviene de algo en el buzón de correo (2) y que, específicamente, es que dicho buzón del destinatario está lleno y no puede recibir más mensajes (2).
Chupado.
Un relieve sospechoso en tu teclado

Relieve bajo la 'F'
Los expertos en mecanografía, es decir, los que no escriben con tres dedos como yo, conocerán el significado de estos relieves a la perfección. Pero me he percatado últimamente de que muchas personas desconocen para qué sirven y cuál es su función. Los podéis encontrar en todos los teclados informáticos y, también, en la mayoría de las antiguas máquinas de escribir.
Cuando se aprende mecanografía (o tipeo, como dicen al otro lado del charco) lo primero que te enseñan es la correcta colocación de las manos sobre el teclado: los dedos de la mano izquierda sobre las teclas [A], [S], [D] y [F] (desde el meñique hasta el índice, en ese orden), y los de la mano derecha encima de las teclas [J], [K], [L] y [Ñ] (desde el índice al meñique, en ese orden). Los pulgares descansan sobre la barra espaciadora.
Con esta posición, ambos dedos índices quedan sobre la [F] y la [J], es decir, justo encima de las líneas en relieve. En realidad, estos relieves sirven de guía para escribir sin mirar al teclado, pues posicionar las manos con la vista en otro lugar resulta sencillo en cuanto se encuentran los resaltes con las yemas de los dedos. Asimismo, al palpar el relieve de estas teclas, tenemos una orientación precisa de la ubicación de todas las demás.
El resalte de la tecla [5] en el teclado numérico tiene la misma misión, localizar rápidamente el centro del teclado sin necesidad de mirar para, desde ahí, acceder a los distintos guarismos de manera mecánica.
Los teléfonos móviles (o celulares) disponen también de un relieve saliente en la tecla central [5] (al igual que los teclados numéricos de los ordenadores). Ya te veo corriendo a por el teléfono para comprobarlo pero, por favor, si tienes un smartphone con pantalla táctil y teclado por software no pierdas el tiempo, no vas a encontrar el resalte (y si lo encuentras, vende el teléfono en eBay por no menos de seis mil euros).
Sin más.
