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‘Writing Assistant’, nuestro primer procesador de texto

IBM Assistant Series
IBM Assistant Series

Escondido bajo el ejecutable writea.exe en algunas distribuciones (algunos los llamaban «el uritea»), o simplemente write.exe en otras, se encontraba el software de edición ‘IBM Writing Assistant‘, uno de los primeros procesadores de texto de la historia de la informática vendido por IBM para su gama de ordenadores PC y compatibles. Formalmente constituía parte de un paquete integrado de aplicaciones de edición (IBM Assistant Series, 1984) que, además de este, incluía ‘IBM Graphing Assistant’, ‘IBM Reporting Assistant’, ‘IBM Filing Assistant’, ‘IBM Document Retrieval Assistant’, ‘IBM Planning Assistant’, ‘IBM Assistant Home Solutions’, ‘IBM Assistant Accounting Solutions’, ‘IBM Assistant Executive Solutions’ y, posteriormente, ‘IBM DisplayWrite Assistant’.

IBM Assistant Series
IBM Assistant Series

Diseñado para las CPU Intel 8080 o superiores con sistemas operativos tipo DOS, un mínimo de 128 kB de RAM y 360 kB de espacio en disco, ‘Writing Assistant’ era un procesador bastante aceptable pero extremadamente básico. Disponía de un abanico de posibilidades y características que no eran más que las que se necesitaban en aquellos momentos: una interfaz agradable en modo texto, juego intuitivo de teclas para editar y formatear los contenidos, ayuda en pantalla, opciones básicas de estilo (negrita, subrayado, cursiva…), operaciones simples para copiar, cortar y pegar, corrector ortográfico y hasta encabezados y pies de página. Asimismo, también era capaz de incrustar gráficos y otros datos externos.

'Writing Assistant 1.0'
‘Writing Assistant 1.0’

El concepto de WYSIWYG, acrónimo de What You See Is What You Get (lo que ves es lo que obtienes), aún era muy subjetivo en 1984; ya existía y algunos procesadores hacían uso de este sistema, ‘Writing Assistant’ también, pero no iba mucho más allá de mostrar texto en negrita y subrayados en pantalla, algo que, por otro lado, era bastante importante a la hora de diseñar visualmente un documento, ya que, hasta el momento, sólo se etiquetaban las variaciones gráficas (algo así como en HTML), asunto que resultaba bastante poco intuitivo.

'Writing Assistant 2.0'
‘Writing Assistant 2.0’

Este software, realmente, no era más que un refrito OEM de un programa llamado ‘pfs:Write‘, un procesador de texto desarrollado originalmente por Software Publishing Corporation (SPC) y lanzado en 1983 para IBM PC y Appe II. IBM lo compró y lo distribuyó como parte de su serie IBM Assistant Series.

'Writing Assistant 1.0'
‘Writing Assistant 1.0’

El programa, en su versión 1.0, venía en un disquete de 5¼ pulgadas y ocupaba 556,76 kB. Fue el primer procesador que muchos utilizamos en los pasados ochenta y siempre ocupará un hueco especial en nuestra memoria, antes de que fuera desbancado y fagocitado por otros grandes títulos de la edición que acapararon la atención y las ventas en todo el mundo.

El cubo caótico de Nintendo de 1969

Nintendo 'Challenge Dice'
Nintendo ‘Challenge Dice’

Una década antes de que el original rompecabezas conocido como cubo de Rubik se convirtiera en un fenómeno lúdico a nivel internacional, Nintendo ya había puesto en el mercado un puzle con forma cúbica que, sin ser demasiado sencillo, se antojaba muy divertido y desafiante. Se llamó, en aquel 1969 del siglo pasado, ‘Challenge Dice‘ (desafío del dado), posteriormente conocido como ‘Chaotic Cube‘ (cubo caótico), un nombre mucho más acertado para el mercado estadounidense, sin duda. Costaba 400 yenes en Japón y 3,79 dólares en Estados Unidos.

‘Chaotic Cube’ era un cubo de plástico empaquetado en un recipiente transparente que traía varios pasadores o travesaños —tantos como veintiuno— para introducir en diversos agujeros perforados sobre las caras del cubo. Esos pasadores venían en cuatro longitudes diferentes: 2 de tamaño largo, 8 muy cortitos y otros dos grupos de 4 y 7 travesaños de dos tamaños intermedios. El objetivo consistía en rellenar todos los agujeros con todos los pasadores, introduciéndolos hasta el fondo y dejando ver únicamente su cabeza de color.

Nintendo 'Challenge Dice'
Nintendo ‘Challenge Dice’

El juego incluía, también, un pequeño manual de instrucciones de doce páginas. Este folleto dibujaba un signo de copyright de Nintendo en su contraportada, sin embargo, en el interior contenía una etiqueta con un aviso de copyright adicional: «© Sato Tokushu Design». No se sabe en qué consistió exactamente la participación de esta otra compañía, pero posiblemente el rol de Nintendo se limitó sólo a la producción y a la distribución, no al diseño.

Para iniciar el rompecabezas, todos los bastoncillos de plástico se retiraban del ‘Chaotic Cube’. Los pasadores más pequeños se volvían a introducir fácilmente, pero los más largos podían bloquearse entre sí en el interior del dado, por lo que su posición había de ser seleccionada con cuidado para permitir que todos los pasadores quedaran insertados completamente. Y en ello consistía la dificultad de este entretenimiento que, por turnos, podía servir de rompecabezas multijugador y, si no, de reto personal para un solo jugador.

Nintendo 'Challenge Dice'
Nintendo ‘Challenge Dice’

Parece ser que existían múltiples soluciones para este puzle. El folleto explicativo proporcionaba sólo dos y alentaba al usuario a encontrar más, ya que incluía una zona para anotar hasta otras 10 soluciones, por lo que, aparentemente, había un total de doce desenlaces posibles y diferentes. Como las piezas más pequeñas siempre encajaban, la estrategia parecía enfocarse primero en los pasadores más largos haciendo que, cuando todos estos estuvieran en su sitio, las piezas más cortas pudieran seguir introduciéndose en los agujeros restantes.

‘Challenge Dice’, o ‘Chaotic Cube’, se vendió en tres colores diferentes: blanco roto, verde lima y rojo; los colores del extremo de los travesaños fueron siempre los mismos para esas tres variantes de dado. A principios de los años setenta, el juego se incluyó en la colección Nintendo Mini Game Series, un compendio de sesenta juguetes en miniatura, algunos de los cuales eran versiones a pequeña escala de productos populares de la compañía nipona.

Nintendo 'Challenge Dice'
Nintendo ‘Challenge Dice’

Y, como decíamos al inicio, el cubo fue lanzado como ‘Chaotic Cube’ en los Estados Unidos. Al rediseño americano de la caja le acompañaba el lema (traducido) «Cualquiera puede desarmarlo…, eso es fácil…, pero para montarlo de nuevo…, ¡guau, eso sí es que es un verdadero enigma!». Y no les faltaba un ápice de razón, pues era un divertimento endemoniado y caóticamente divertido de la época menos tecnológica pero más ingeniosa de Nintendo.

Nintendo 'Chaotic Cube'
Nintendo ‘Chaotic Cube’

El juego de mesa que copió Nintendo para crear su Game & Watch ‘Octopus’

'Octopus'

‘Octopus’

En el año 1954, la compañía juguetera neoyorquina Norton Games —especializada en juegos de mesa— saca al mercado ‘Octopus‘, un tablero de temática de terror para niños mayores de seis años en el que había que recoger tesoros submarinos intentando evitar las acometidas de los tentáculos de un pulpo gigante.

Veintisiete años después, en 1981, Nintendo hace ver la luz a una de sus Game & Watch de la serie Wide Screen, ‘Octopus‘, un pequeño videojuego portátil cuyo objetivo es exactamente el mismo que el del juego de tablero: acopiar recompensas de un cofre del tesoro protegido por un pulpo malhumorado. El título también coincide y, además, el diseño de la pantalla del juego y el del tablero se basan ambos en una sección transversal del mar.

'Octopus'

‘Octopus’

Desde finales de la década de los cincuenta hasta principios de la década de los setenta, Nintendo lanzó una gran cantidad de juegos de mesa, incluidos muchos títulos con licencia de compañías estadounidenses. Nintendo trató de manera habitual con grandes firmas como Milton Bradley, Whitman y Parker Brothers, sin embargo, el fabricante de este juego de mesa (Norton Games Inc.) era relativamente desconocido.

Con todo y con eso, la compañía nipona, en su afán de encontrar juegos sin licenciar, contactó con esta empresa en 1980 y pudo acceder a ‘Octopus’ y a su mecánica. Sin embargo, en aquel momento, Nintendo ya estaba metida de lleno en sus pequeñas consolas portátiles creadas por Gunpei Yokoi y decidió utilizar aquella licencia para una de sus maquinitas, por aquello de que no cayera en saco roto.

'Octopus'

‘Octopus’

Los ingenieros construyeron un gran prototipo en cartón para diseñar una adaptación más o menos fiel del juego de Norton. Lo habitual con todos aquellos títulos era filmar los modelos en un cuarto oscuro para, después, hacer una imagen inversa del original. Posteriormente, recortaban las figuras en plástico acrílico de cinco milímetros de grosor hasta hacerlo coincidir con el patrón filmado en la película y colocaban este molde en una placa de circuitería de gran tamaño para hacer pruebas. Después utilizaban pequeñas bombillas de grano de trigo para simular la luminiscencia, usando papel acrílico ahumando para que sólo se vieran los gráficos donde estaban las lámparas.

'Octopus'

‘Octopus’

El proceso era totalmente artesanal, y los prototipos de probaban hasta la saciedad, hasta que no hubiera ningún fleco suelto ni en la jugabilidad del título ni en su nivel o ajuste de dificultad. Este intenso proceso de ensayo y error, que incluía la posibilidad de volver a empezar de cero si los resultados no eran excelentes, resultó ser el que hizo que las maquinitas Game & Watch fueran de tan alta calidad y tan apasionadamente divertidas, muy por encima de las de sus competidores.

'Octopus'

‘Octopus’

Y de ese modo, ‘Octopus’ se convirtió en una Game & Watch de culto, una pequeña máquina que hoy día tiene un precio desorbitado en los sitios web de subastas. Pero no sólo eso, el juego de tablero que dio inicio al mito se vende ahora mismo por no menos de 400 euros, algo que se sale de toda norma y que enarbola la bandera de la nostalgia para aprovecharse de los incautos compradores ochenteros.

'Octopus'

‘Octopus’

El corto animado de DC que celebra los 80 años de Superman

Para celebrar el octogésimo aniversario de Superman, el superhéroe por antonomasia, DC Comics ha creado este impresionante corto animado que retrata la vida del Hombre de Acero a través de los años, desde su primera aparición en la portada del número 1 de Action Comics, en junio de 1938, hasta el último largometraje interpretado por Henry Cavill. Y todo ello, en sólo dos minutos.

La lista de regalos de Navidad de un niño de once años en 1992

El escritor, diseñador e historiador de la tecnología viejuna Benj Edwards publicó hace unos meses un documento inaudito: la lista que escribió en 1992 —cuando contaba sólo con once años— con la relación de deseos que anhelaba que se convirtieran en regalos tangibles. El, hoy, adulto friki ya era un niño friki por aquel momento, pues casi todos los ítems se refieren a elementos tecnológicos o a personajes de cómic. A continuación podemos ver la imagen (clic para ampliarla) y, después, la lista traducida al castellano

Lista de Benj (clic para ampliar)

Lista de Benj (clic para ampliar)

Lista de Navidad de Benj

1. El hovercraft de G.I. Joe.
2. Un tambor y su soporte.
3. La pista TCR de Tyco.
4. Un Hulk gigante.
5. Una figura de G.I. Joe.
6. Figuras de los X-Men de Marvel.
7. Un Game Genie para una consola de Nintendo.
8. El kit de conexión al antiguo servicio online Prodogy.
9. Quince dólares

Y como regalo número 1 en cuestión de deseos: un ordenador.

Toda una lista digna de un geek noventero.

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