¡Hasta luego, Lucas!

Fistro.com

Fistro.com

¿Necesitas partirte de risa, pero de verdad? No lo dudes, Fistro.com es tu web. Hoy traemos a estas páginas un enlace de humor perteneciente a la increíble red de blogs Todoblogs.com. Los vídeos más cachondos, los mejores chistes, las noticias más sorprendentes y el humor más auténtico. Existen muchas webs de humor, pero no las volverás a visitar después de pasar por Fistro.com.

Todo perfectamente ordenadito y clasificado, en este sitio encontrarás más de treinta categorías de despiporre vario. Vídeos de cámara oculta, de borrachos, de bromas, impactantes, humor gráfico, monólogos, sustos o chistes, entre otras muchas cosas. También cuenta con un archivo mensual para consultar antiguas entradas y vídeos de humor.

Captura de pantalla de Fistro.com

Captura de pantalla de Fistro.com

Dispones también de un área de enlaces destacados donde encontrarás lo más selecto y desternillante del sitio. Las entradas están magistralmente comentadas, y proponen enlaces relacionados a modo de post cruzados. Por supuesto, con la capacidad de comentar cada envío y de compartirlo a través de las redes sociales y agregadores de noticias más importantes.

Fristro.com tiene cuenta en Facebook y en Twitter, por lo que puedes seguirla desde donde tú quieras. Especial mención a la sección de ‘Marketing y publicidad’ (la que a mí más me gusta), en la que encontrarás los anuncios publicitarios más hilarantes, ingeniosos y divertidos.

Entra en Fistro.com, no te arrepentirás.

Con la cara lavada y recién peiná

CanalGame.com

CanalGame.com

Si existe una web española de referencia en lo que a videojuegos se refiere, esa es, sin duda alguna, CanalGame, una de las revistas online especializadas del sector del entretenimiento digital más veterana. El principal objetivo de CanalGame es proporcionar la actualidad diaria del mundo de los videojuegos, ofreciendo a sus usuarios un servicio integral para el conocimiento de estos, desglosado por secciones y temáticas.

CanalGame estrena diseño y, la verdad, es que ha mejorado mucho. Se ha convertido en un completísimo portal social del ocio electrónico que no hace ascos a ninguna plataforma, pues encontrarás información detallada para juegos de PlayStation 2 y 3, DS, Wii, Xbox y 360, PSP, PC y teléfonos móviles.

Los análisis son bastante completos y pormenorizados y están realizados por una red de expertos jugones que colaboran en la ardua misión de mantener la web. Y todo de una manera muy 2.0, con la posibilidad, por parte del usuario, de valorar títulos, dejar comentarios, subir trucos y guías o comentar en los múltiples foros, entre otros detalles.

Captura parcial de una reseña

Captura parcial de una reseña

Pero no sólo de reseñas de videojuegos vide CanalGame. En este sitio web encontrarás también las últimas noticias del sector, vídeos, previews, adelantos, clasificaciones, encuestas y un sinfín de detalles que hacen de él un lugar de referencia para los gamers. Sin salir de CanalGame podrás consultar noticias PS3 o revisar Mario Kart Wii.

Además, ahora puedes seguir las novedades del sitio a través de su perfil en Facebook o de su cuenta en Twitter. La verdad es que el remozado a merecido la pena, y el valor añadido que supone tan ingente cantidad y calidad de contenidos le hacen un competidor serio en el mundillo. Merece la pena pasarse para echar un vistazo.

La Ley Sinde triplicará las descargas «ilegales»

Se levanta la sesión

Se levanta la sesión

O es lo que cabe esperar de la prohibición absurda de hechos que, en el imaginario colectivo, no representan actos punibles ni de lejos. Lo hemos vivido desde que el mundo es mundo. Hace cuatro días sabíamos de la noticia de que la ley antidescargas francesa, la conocida como Ley Hadopi, que penaliza el intercambio entre pares, ha disparado el uso de la descarga directa en el país galo hasta en un 35% más de lo habitual.

Pero, si nos remontamos más atrás en la historia, percibimos que el problema no es, para nada, algo nuevo. En Estados Unidos, durante los años veinte, la Ley Seca, que ilegalizaba por completo el consumo y la elaboración de alcohol, provocó un aumento como nunca se había constatado de bebedores ilegales. La demanda no satisfecha generó mercados negros, mafias y crimen organizado.

Evidentemente, el caso que nos ocupa no representa un veto tan restrictivo, o eso queremos creer. La analogía sólo sirve para demostrar que la privación de derechos o la prohibición de acciones, de todo punto legales a los ojos de la sociedad, multiplica su cometimiento. Y el hecho de descargar o compartir contenidos culturales a través de la Red es algo que está asumido como habitual y legítimo por el total de la población.

Por otro lado, los jueces están obligados a interpretar las normas de una manera coherente a lo que opina la realidad social del momento (artículo 3 del Código Civil). Conforme a esta premisa y al lógico entendimiento de que un sitio web de enlaces no puede violar ley alguna, ningún magistrado ha fallado en contra de las descargas en este país hasta hoy. De ello la necesidad de redactar una ley ad hoc que permita a un Gobierno erigirse en juez y actuar como tal.

Los nuevos remiendos anunciados a la Ley Sinde la devuelven al Senado maquillada como una puta barata, haciéndonos creer que la tutela de los jueces estará siempre velando por los derechos fundamentales de los ciudadanos, cuando todos sabemos que esto no se lo creen ni ellos. En ningún momento se exige una resolución judicial para el cierre de una web, y eso es lo que preocupa en Internet, y mucho.

Sin embargo yo no estoy nervioso. No lo estoy porque, a lo largo de los años, he aprendido a no encabronarme por las cosas que todavía no han sucedido. Eso sólo te lleva a un estado de ansiedad que provoca estrés y mal rollo. No tengo intención de preocuparme hasta que no tenga razones para hacerlo. Los internautas son los que mandan en Internet, y ninguna ley a medida puede cambiar eso, porque por cada web que se cierre aflorarán dieciséis.

Los generadores de opinión más mediáticos de la Red se llevan las manos a la cabeza y se hacen cruces durante estos días. Enrique Dans, Julio Alonso y David Bravo se cabrean con David Maeztu porque éste propone una modificación de la Ley Sinde sin contar con los demás y, encima, una ristra de filtraciones hace creer que están todos en una piña, en plan conspiración con la industria. Todos salen al paso de las noticias, exculpándose y argumentando su no participación en la propuesta del abogado riojano. Al final todo se medio arregla, se aclaran entuertos, se ofrecen explicaciones y las aguas parecen volver a su cauce.

Y yo me pregunto, ¿sirve de algo toda esta algarabía? No conviene darle tantas vueltas a la mierda, porque al final termina por oler. La Ley Sinde va a ser aprobada y punto pelota. Lo importante y lo tranquilizante es saber de antemano que no va a servir de nada. El ciudadano digital no es precisamente bobo y va a saber posicionarse en el momento justo y en su justa medida. Según vayan sucediendo los acontecimientos, los internautas responderán con ahínco a los políticos. Y ellos tienen todas las de perder.

La Ley Sinde es una buena noticia, porque va a permitir que el intercambio de la cultura se triplique en este país. Se descargará más y se comprará menos; el efecto rebote está asegurado. Y mientras no se den cuenta de que el modelo de negocio tiene que cambiar, y no pasar por, o consistir en, prohibir y amenazar, sus industrias seguirán en viaje en picado hacia el subsuelo de los arquetipos más anacrónicos.

No, Alejandro, no habéis conseguido nada, sino todo lo contrario.

Frases con historia (XIV)

Los aviones son unos juguetes interesantes, pero no tienen interés militar.

Mariscal Ferdinand Foch, Comandante en Jefe del Ejército Francés. 1911.

Prey, el software antirrobo

Logotipo de Prey

Logotipo de Prey

Prey es un pequeño programa desarrollado por la empresa chilena Fork Ltd. que permite monitorizar un ordenador o un teléfono una vez que éste ha sido robado, indicando a su dueño dónde está y qué se está haciendo con él. Existen versiones para Mac OS, GNU/Linux, Windows y teléfonos móviles con Android. Además, es de código abierto y totalmente gratuito.

La forma de utilizarlo es muy sencilla. Descargamos el software de la web del desarrollador, lo instalamos y lo dejamos latente hasta el día que nos roben (Dios no lo quiera) nuestro aparato. Prey tiene dos maneras distintas de funcionar: mediante un panel de control en la nube o por medio de una configuración independiente. La diferencia es sutil, pero muy importante.

Prey se encuentra en estado de espera hasta que recibe una señal de alarma para comenzar su funcionamiento. Este aviso no es otra cosa que una URL en Internet que el programa comprueba cada cierto tiempo para ver si está activa o no. El hecho de encontrarla disparará las señales de peligro, y Prey empezará a transmitir datos.

Si disponemos de un blog o una página web, podremos configurar una dirección a nuestro gusto, pero si no es así deberemos hacer servicio del panel de control en la propia web de Prey. Asimismo, a los usuarios de este panel de control, los informes del ladrón les llegan a su propia cuenta, sin embargo, los que elijan una conformación independiente recibirán la información por correo electrónico, teniendo que configurar un servidor SMTP correctamente.

Prey funciona remitiendo reportes o informes al propietario de la máquina sustraída. Utiliza el GPS del dispositivo (teléfonos) o los puntos de acceso Wi-Fi cercanos a él (PC) para triangular y obtener su ubicación. Amén de ello, posibilita bloquear el ordenador a distancia, revisar el hardware de tu máquina, mostrar mensajes de alerta, esconder tu información sensible de los clientes de correo electrónico, obtener capturas de pantalla o, incluso, tomar fotografías con la webcam de quien se encuentre en ese momento frente al aparato.

Todo ello lo hace vía Internet con una conexión activa que, si no existiera, intentaría encontrar a través de las redes Wi-Fi abiertas que localice en el entorno. La forma de activar la URL de alarma puede ser a través de Internet o mediante un mensaje SMS, lo que permite poner en alerta a Prey prácticamente al instante del robo.

Existen diversas versiones de pago también que proporcionan soporte para varias máquinas integradas en una sola cuenta, desde 3 dispositivos, para un usuario doméstico, hasta 500, para grandes empresas que ponen a la disposición de sus empleados ordenadores portátiles y teléfonos celulares. Estas modalidades incluyen extras como cifrado SSL total en las comunicaciones, más capacidad para informes por máquina, modo activo o instalación remota instantánea. Actualmente, los precios oscilan entre 5 $ al mes y 399 $ al mes, ofreciendo descuentos por el pago anual.

Prey es una muy buena opción para las personas que viajan mucho con sus ordenadores y temen perderlos en cualquier momento. Sin embargo, todo tiene su pero. Evidentemente, si el ladrón no enciende más el equipo o sólo lo hace para formatearlo, la utilidad de Prey es nula. Tampoco sirve de mucho si el equipo no se conecta a la Red, por lo que las probabilidades de encontrarlo descenderían a prácticamente cero.

Seamos francos: es muy difícil recuperar un ordenador robado. De todas las maneras, siendo algo gratis y que no come recursos prácticamente, no está de más instalarlo por si acaso. Quién sabe si en un futuro lo vamos a necesitar y si realmente nos va a ser de utilidad.

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